Rubén Moreno, profesor: “Envías un correo a los padres y todo el rato te dicen mierdas justificativas de lo que hacen sus hijos en clase”

El sistema educativo se encuentra en estado crítico y los docentes están comenzando a alzar su voz para denunciar la falta de respeto y compromiso dentro y fuera de las aulas

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Rubén Moreno, profesor en TikTok
Rubén Moreno, profesor en TikTok

La educación en España atraviesa una situación delicada, en la que los profesores, a pesar de elegir su carrera por vocación, se ven envueltos en un sistema que no les facilita nada el trabajo. Cada vez hay más problemas en las aulas, tanto por parte del alumnado como por parte de los padres, quienes en muchas ocasiones no colaboran a que la situación mejore. Algunos docentes, como Rubén Moreno, están comenzando a alzar la voz, en este caso a través de las redes sociales, para denunciar un sistema que no se asemeja al que eligieron cuando comenzaron sus carreras universitarias con ilusión.

El protagonista de la noticia es maestro de primaria y tutor en una escuela y ha querido compartir públicamente su situación emocional y laboral. A través de un video difundido en redes sociales, explicó sin filtros lo que vive en el aula día tras día: “Hola, ¿cómo estáis? Hoy haré un vídeo que no es de risa. Os hablaré de mi trabajo. Yo estoy harto y muy cansado. Psicológicamente no puedo más”

El docente, con más de 10.000 seguidores en TikTok, es conocido por muchos, y bien sabe su comunidad que se trata de una persona risueña y positiva. Así mismo se ha descrito al comienzo del vídeo, pero admite que ya no puede más con la situación. “He visto en los vídeos como soy, ¿no? Que me gusta reír, que me lo paso muy bien... Pero no puedo más. O sea, no puede ser”, expresa.

Conflictos con familias y falta de respeto

Se acerca el reinicio de las clases y aquí están algunas claves para volver

Tal y como cuenta, uno de los aspectos más desgastantes de su labor suele estar relacionada con las familias de los alumnos, quienes en ocasiones son peores que los propios hijos. “Hay padres que son muy guapos, niños que son muy guapos, pero otros que tienen una falta de respeto impresionante”, denuncia. En particular, se refiere a la actitud defensiva de algunos progenitores cuando se intenta mejorar el comportamiento o el rendimiento de los estudiantes: “Envías un correo a los padres para decirles cosas para que mejoren y todo el rato te dicen mierdas justificativas de lo que hacen sus hijos en clase. Es agotador”.

La hostilidad, muchas veces expresada por medio de correos electrónicos, se ha vuelto un patrón común. “Todo lo que haces en clase te lo critican. Te envían un correo kilométrico para poner verde tu trabajo. Te faltan el respeto. Directamente te insultan”, lamenta. Y se pregunta: “¿Por qué tengo que aguantar yo esa mierda? Casi me mato para sacarme la plaza de maestro y veo que esto no me compensa”.

“Estoy luchando solo”

Moreno señala que el problema va más allá de situaciones puntuales y se ha convertido en una dinámica diaria: “Estoy luchando solo, sin ningún tipo de ayuda”. La labor de enseñar se ha visto sustituida, en gran parte, por la necesidad de contener conflictos. “Llego allí, hago mi trabajo, que es de todo menos enseñar, porque lo que tengo que estar controlando continuamente es que uno no mate al otro, que el otro no pegue, que no insulte… Realmente yo me siento como si guardara a los hijos mientras los padres”.

Además, denuncia la falta de apoyo dentro del propio centro escolar: “Dentro de la clase, que esto ocurre en la mayoría de las escuelas, no tenemos gente que nos ayude”. La heterogeneidad de niveles entre los alumnos complica aún más la tarea: “Uno que está en cuarto, otro que tiene nivel de segundo, otro que tiene nivel de infantil...”.

Una carga emocional insostenible

Rubén Romero en TikTok
Rubén Romero en TikTok

Por si no fuera poco, el hecho de tener que ir a trabajar para hacer algo que no le gusta, le supone un desgaste a nivel emocional. “Psicológicamente acabo destrozado todos los días. Llego a casa muerto, reventado”. A pesar de asegurar que le gusta su profesión, afirma con claridad: “Yo así no me jubilo, ¿eh? Yo esto lo acabo dejando, porque es que no puedo más con las faltas de respeto de los padres y de los alumnos. Hay padres que son insoportables, que justifican todo lo que ha hecho su hijo”.

En su mensaje final, lanza un llamado directo a las familias: “Educa a tu hijo a ser responsable, trabajador, autónomo. Y si yo te digo algo para que mejore, que intente mejorar. Tu hijo estará conmigo hasta el día 20 de junio. A partir de aquella fecha, tu hijo será tuyo para siempre. Yo me olvidaré porque vendrán otros niños. De verdad, lo hago para que tu hijo mejore. Pero ya basta con esta manera de destrozar mi trabajo, de intentar destrozarme mentalmente a través de esos chantajes emocionales”.