Este pequeño país con menos de 700.000 habitantes es el más rico del mundo: más de 155 bancos y un PIB per cápita de casi 120.000 euros

La imagen de los países más ricos suele asociarse con potencias tradicionales o naciones petroleras. Sin embargo, el liderazgo en términos de ingresos por habitante corresponde a este pequeño país, enclavado entre grandes economías de la Unión Europea

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Es uno de los países
Es uno de los países más ricos de Europa y ofrece salarios muy altos. (Shutterstock)

Aunque parezca mentira, hay un país europeo que ha alcanzado el puesto de país más rico del mundo, por riqueza per cápita, superando a economías tan grandes como la de Estados Unidos. Y es que, la presencia de más de 155 bancos y un PIB per cápita cercano a los 120.000 euros otorgan a Luxemburgo un papel central en el escenario financiero internacional.

La imagen de los países más ricos suele asociarse con potencias tradicionales o naciones petroleras. Sin embargo, el liderazgo en términos de ingresos por habitante corresponde a este pequeño país, enclavado entre grandes economías de la Unión Europea. Desde el medio británico, Express han puesto de relieve su estabilidad política, integración global y el dinamismo industrial como factores fundamentales que explican su posición privilegiada.

Más de 31 millones de dólares en exportaciones y diversidad industrial impulsan la economía

Las características que distinguen a Luxemburgo van más allá de su extensión territorial y su baja población. El territorio se ha constituido en un punto neurálgico para inversores extranjeros, desempeñando un rol clave en la gestión de capitales globales. Además, sectores como la tecnología de la información, la logística, el turismo y una robusta industria siderúrgica complementan la oferta económica nacional. Estas actividades han sido decisivas para el alto nivel de vida de sus habitantes y para diversificar la matriz productiva.

En el año 2023, las exportaciones superaron los 31 millones de dólares, con productos como hierro, coches, turbinas de gas y plásticos impulsando el comercio. Luxemburgo también aprovecha su emplazamiento geográfico, rodeado de economías avanzadas, y una política favorable a los negocios que lo convierte en escenario atractivo para la inversión internacional.

Luxemburgo, el “secreto” del liderazgo económico global

El PIB per cápita luxemburgués ronda los 147.000 dólares (125.804 euros), el doble que el de economías como la británica, lo que refleja la magnitud de su crecimiento económico sostenido y el alcance de su modelo financiero.

La nación, situada entre Alemania, Francia y Bélgica, ha construido su éxito sobre una base de estabilidad política, gobierno proactivo y normativas favorables que han estimulado la actividad empresarial y la captación de inversión extranjera. Desde Focus Economics indican que el país mantiene una estrategia de apertura comercial, innovación y desarrollo de capital humano, factores que consolidan su posición de liderazgo en los registros internacionales de prosperidad.

Alcanza máximos de 1,668 billones, aunque el Ejecutivo espera que se reduzca para finales de año (Fuente: Europa Press).

Uno de los niveles de vida más altos de Europa y liderazgo en innovación

El alto PIB per cápita que ostenta Luxemburgo se traduce en uno de los patrones de vida más altos de Europa, con acceso generalizado a sanidad, educación, vivienda y servicios públicos de calidad. Asimismo, la prosperidad luxemburguesa se refleja también en su estabilidad económica, respecto a los derechos y apertura a otros mercados.

Su fuerza laboral multilingüe y capacitada también es importante, junto con un marco legal transparente y el mantenimiento de bajos niveles de corrupción, elementos presentes tanto en Luxemburgo como en otros países que registran rentas muy altas, como Suiza, Singapur y San Marino. La diversificación industrial y el compromiso con la innovación tecnológica actúan como motores que refuerzan la competitividad del país a largo plazo.

Aunque su tamaño y población son reducidos, Luxemburgo ha sabido convertirse en un referente gracias a la internacionalización, la diversificación y las políticas de desarrollo sostenible. Las proyecciones internacionales anticipan que este pequeño estado europeo conservará su liderazgo como la economía con mayor prosperidad per cápita del planeta, apoyado en su entorno empresarial abierto y su capacidad de adaptación a los desafíos globales.