España está entre los países europeos con más impuestos al comprar vivienda, con tasas del 10% y costes que pueden superar los 30.000 euros

Las regiones de Comunidad Valenciana y Cataluña aplican las tasas fiscales más altas de España en la compra de vivienda, lo que puede incrementar sustancialmente el coste final para los compradores

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la compra de una vivienda
la compra de una vivienda de 300.000 euros puede acarrear una carga impositiva de más de 30.000 euros. (Pixabay)

Dependiendo del país, comprarse una vivienda en Europa puede suponer enfrentarse a más o menos presión fiscal, lo que altera de manera radical el coste final para los compradores. El precio de los impuestos por la compra de una casa varía desde cero en ciudades de países como Suiza, hasta superar los 30.000 euros en regiones de España y Bélgica.

Según un análisis realizado por Financial Times y citado por Idealista, esta situación dibuja un mapa fiscal fragmentado, donde cada país, e incluso cada región, establece sus propias condiciones y excepciones. Estas diferencias afectan en gran medida a ciudadanos de países como España, Bélgica y Reino Unido, mientras que en Suiza, concretamente en el cantón de Zúrich, la compra de una vivienda queda libre de impuestos por transmisión patrimonial desde la entrada en vigor de una ley regional en 2005.

Cataluña y Comunidad Valenciana aplican el mayor impuesto fijo de vivienda, con un 10% sobre el valor de compra

En la Unión Europea, la compra de una vivienda de 300.000 euros puede acarrear una carga impositiva de más de 30.000 euros en comunidades autónomas como Cataluña o la Comunidad Valenciana. El estudio subraya que estos costes conducen a una de las mayores desigualdades fiscales del continente. En las dos regiones españolas, el gravamen fijo aplicado a estos casos es del 10%, el más elevado del conjunto nacional, impulsado por la alta demanda residencia, incluyendo al de turistas y compradores de segundas residencias.

Y, aunque desde el Gobierno, el presidente Pedro Sánchez ha situado la vivienda como una “prioridad absoluta”, el alcance de las medidas que han llevado a cabo desde el ejecutivo para modificar los tipos impositivos sobre transmisiones patrimoniales ha sido muy limitado. Estos gravámenes dependen de cada una de las 17 comunidades autónomas del país, lo que hace más difícil una armonización fiscal a nivel estatal.

Por su parte, desde Cataluña, la Generalitat, liderado por el Partido Socialista de Cataluña (PSC), extendió la reducción del tipo del 5% hasta los 35 años, aunque elevó la carga para las viviendas con un precio superior a 600.000 euros, y en hasta el 13% para aquellas que superen los 1,5 millones de euros. En Bélgica, por ejemplo, el impuesto de registro alcanza el 12%, aunque el gobierno de Flandes lo rebajó al 2% para compradores de primera vivienda en 2022. A su vez, Bruselas estableció desde 2023 una exención total de los primeros 200.000 euros del precio de cada propiedad.

El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha destacado que los informes anuales de 2024 y 2025 constatan la existencia de un "exceso de demanda extraordinario" en el mercado de la vivienda que "va a ir probablemente a más en los próximos años" (Fuente: Europa Press)

En contraste, la situación en Suiza presenta un caso muy particular. En el cantón de Zúrich, la región donde se localizan algunas de las viviendas más caras del mundo, los compradores no deben pagar ningún impuesto por transmisión en virtud de una normativa local diseñada para estimular el mercado inmobiliario.

Reino Unido aplica hasta un 17% de impuesto marginal y Francia autoriza comisiones inmobiliarias de hasta el 8%

Las exenciones y descuentos fiscales no se distribuyen de forma homogénea. El Reino Unido mantiene un modelo de impuesto progresivo sobre la compraventa (conocido como impuesto timbre), que grava la adquisición a partir de determinadas cantidades. Quienes ya poseen una propiedad deben sumar un 5% adicional a las tasas ordinarias, elevando la tasa marginal máxima al 17% si el valor supera 1,5 millones de libras (1,78 millones de euros). Los compradores primerizos de casas valoradas en menos de 300.000 libras (356.000 euros) no abonan este impuesto.

La gestión del impuesto originó controversias políticas, entre ellas la dimisión de Angela Rayner, viceprimera ministra y responsable de Vivienda y Comunidades, tras reconocer que omitió el pago del recargo de timbre por su segunda residencia. Actualmente, el Partido Laborista debate sustituir el actual modelo por un impuesto a las mansiones, en respuesta a críticas sobre el impacto negativo en la movilidad residencial.

En Francia, los impuestos sobre transmisiones patrimoniales no figuran entre los más elevados de Europa, aunque la Asamblea votó a favor de permitir a los gobiernos locales aumentar la recaudación hasta un máximo del 5%. El Ejecutivo galo busca así elevar ingresos ante un importante déficit presupuestario. Además, los compradores franceses deben afrontar comisiones de agencia inmobiliaria de hasta el 8% del valor del inmueble. Estas comisiones suelen alcanzar el 3% en países como Alemania o Italia, mientras que son casi inexistentes en Reino Unido y España.

La crisis de la vivienda ha motivado también a implantar incentivos fiscales en buena parte del continente. El gobierno de la Comunidad Valenciana ofrece descuentos en el impuesto de transmisiones patrimoniales a jóvenes y determinados núcleos familiares. Solo en 2023, la recaudación por este concepto ascendió a 1.500 millones de euros, equivalente al 60% del total de los tributos cedidos a la comunidad.