¿Es buena idea tener la lavadora en el baño? Así es como puedes maximizar el espacio

Según el tipo de vivienda, esta opción puede ayudar a aprovechar mejor los metros cuadrados del hogar

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Una lavadora en el baño
Una lavadora en el baño de la vivienda. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La ubicación de la lavadora responde tanto a cuestiones culturales como a condicionamientos de espacio y hábitos domésticos. En España, por tradición, suele instalarse en la cocina, al contrario de lo que sucede en otros países europeos y latinoamericanos, donde el baño aparece como la localización más habitual. Esta costumbre, sin embargo, está cambiando debido a la reducción del tamaño de las viviendas urbanas y la necesidad de integrar electrodomésticos sin sacrificar funcionalidad ni estética.

Numerosos expertos en interiorismo señalan que el baño —al contar ya con tomas de agua y desagüe— se convierte en un candidato lógico para albergar la lavadora. Esta decisión puede surgir de la imposibilidad de instalarla en la cocina por falta de espacio, o bien del deseo de, simplemente, aumentar la superficie destinada a almacenamiento de alimentos, utensilios y otros electrodomésticos.

Además, la evolución en el diseño de interiores y las tendencias de arquitectura han permitido que la integración de electrodomésticos en el baño deje de verse como una solución de emergencia y pase a considerarse una opción perfectamente válida y estilísticamente atractiva. Un baño moderno puede incorporar la lavadora de manera invisible —ocultándola tras puertas o mobiliario a medida—, generando ambientes armoniosos y funcionales.

Ventajas de instalar la lavadora en el baño

Uno de los argumentos a favor es la optimización del espacio, ya que la lavadora puede ubicarse bajo el lavabo, en una esquina o junto a la ducha, permitiendo mantener la cocina despejada para electrodomésticos y mobiliario de mayor uso diario.

En términos de comodidad y funcionalidad, la lavadora en el baño facilita la rutina doméstica. El usuario puede depositar la ropa sucia inmediatamente antes de ducharse o lavarse, ahorrando tiempo. El cesto de ropa y el electrodoméstico quedan en un mismo entorno, lo que simplifica notablemente la tarea.

Respecto a la limpieza e higiene, el ambiente del baño ayuda a proteger la lavadora del polvo y la grasa propios de la cocina, favoreciendo su conservación y reduciendo la necesidad de mantenimiento frecuente. Mientras tanto, la puerta del baño actúa como barrera para el ruido y las vibraciones propias de la lavadora.

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Problemas de instalar la lavadora en el baño

Eso sí, instalar la lavadora en el baño no está exento de dificultades. Uno de los principales retos radica en la ventilación. Para evitar la aparición de moho o malos olores, resulta fundamental prever una correcta ventilación, ya sea mediante apertura regular de ventanas, sistemas de extracción o la incorporación de rejillas y pequeños respiraderos si se recurre a armarios cerrados.

El espacio disponible representa otro aspecto decisivo. No todos los baños cuentan con superficie suficiente para albergar una lavadora de tamaño estándar. Es esencial medir meticulosamente el hueco previsto, asegurando que exista acceso cómodo para abrir el tambor, manipular la ropa y realizar tareas de mantenimiento.

Una tendencia emergente es la instalación de mamparas de ducha combinadas con armarios, donde se sustituye la bañera por una cabina moderna acompañada de espacio cerrado para electrodomésticos, almacenamiento de ropa sucia o artículos de limpieza. Esta iniciativa permite personalizar acabados, alturas y sistemas de apertura, logrando un baño integrado, actual y funcional.