Cinco elementos en tu jardín que ponen en peligro a tus mascotas, según un experto en jardinería: “Es impactante que haya tantos peligros acechando en nuestros jardines”

Cuidado con tener uno de estos elementos en tu jardín, podría resultar tóxico para tu mascota

Guardar
Perro en un jardín (Facebook:
Perro en un jardín (Facebook: MSPCA-Angell)

Dejar que los perros o gatos disfruten libremente del jardín es algo habitual para muchos dueños, pero este espacio que parece seguro puede esconder riesgos graves para la salud de los animales. Desde productos químicos hasta plantas ornamentales, hay elementos cotidianos que pueden resultar tóxicos o provocar accidentes.

El experto en jardinería Mat Steward advierte que la clave está en la prevención y la supervisión, y recuerda que, ante cualquier sospecha de intoxicación o lesión, lo primero es mantener la calma y acudir rápidamente al veterinario.

Los pellets para babosas son uno de los mayores peligros para los perros. Estos productos, usados habitualmente para el control de plagas, contienen metaldehído, una sustancia química muy tóxica que puede provocar vómitos, convulsiones e incluso la muerte.

El Servicio de Información sobre Venenos Veterinarios (VPIS) alerta de que la intoxicación por metaldehído es una de las principales causas de muerte canina. También otros pesticidas y fertilizantes pueden resultar dañinos. La recomendación es optar por alternativas seguras, como fertilizantes orgánicos o barreras de cobre.

Mantillos peligrosos

El uso de mantillo en jardines puede ser beneficioso para las plantas, pero no siempre para los animales. El mantillo de cáscara de cacao contiene teobromina, la misma sustancia tóxica presente en el chocolate que afecta seriamente a los perros.

Otros tipos, como el mantillo de nogal negro o corteza tratada, también pueden causar problemas de salud. Para reducir riesgos, los expertos aconsejan emplear paja, hojas trituradas o corteza natural.

Plantas venenosas

Muchas de las plantas ornamentales más comunes en los jardines resultan altamente tóxicas para los animales. Entre ellas destacan la dedalera, el rododendro y la adelfa, que contienen compuestos capaces de provocar desde náuseas hasta problemas cardíacos graves.

El consejo es informarse antes de plantar y evitar aquellas especies que puedan suponer un peligro en caso de ser mordisqueadas o ingeridas.

Foto de archivo de una
Foto de archivo de una Adelfa. (Europa Press)

Piedras y gravilla

Elementos decorativos como la pizarra en virutas, la piedra triturada o la gravilla pequeña también suponen un riesgo. Los animales pueden cortarse las almohadillas de las patas al pisarlas o, en el peor de los casos, tragarlas accidentalmente, provocando atragantamientos o lesiones internas.

Como alternativa más segura, Steward recomienda optar por piedras grandes y lisas, que no representen un riesgo físico.

Pavimento caliente

En verano, el suelo del jardín puede convertirse en una trampa invisible. Las superficies de pavimento o terrazas expuestas al sol alcanzan temperaturas muy elevadas, capaces de quemar las almohadillas de los perros en cuestión de minutos.

Más de 286.000 perros y gatos abandonados en España al año: estos son los motivos más comunes.

Aunque en invierno esto no supone un problema, en los meses cálidos se aconseja comprobar la temperatura del suelo con la mano y, si está demasiado caliente, limitar el acceso del animal o proteger sus patas.

Si sospechas que tu mascota ha ingerido una sustancia tóxica o presenta síntomas extraños, los veterinarios recomiendan mantener la calma y evaluar la situación, revisar si hay lesiones visibles o comportamientos inusuales, retirar cualquier resto de la sustancia de la boca o el pelaje con cuidado, enjuagar la zona afectada si es necesario y transportar al animal rápidamente a la clínica veterinaria.

El jardín puede ser un espacio de juego y libertad para las mascotas, pero también un lugar lleno de riesgos invisibles. Con precauciones sencillas y alternativas seguras, es posible crear un entorno al aire libre que sea seguro y agradable tanto para las personas como para los animales.