Wilson, fundador de una tienda de joyas, comparte cómo cuidar y limpiar tus anillos

Sigue estos pasos para que tus alhajas no se deterioren con el paso del tiempo

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Una persona que está tocando
Una persona que está tocando su anillo. (Freepik)

Las joyas son objetos que tienen un gran valor, tanto a nivel económico como sentimental; por esta razón es importante cuidarlas adecuadamente. Si eres una de esas personas que está buscando la manera más efectiva, este método te será de ayuda.

Wilson, el fundador de una tienda de joyas, ha compartido los pasos que debes seguir para que tus alhajas se conserven mejor con el paso del tiempo. Antes de usarlos, hay que entender algunos conceptos básicos.

¿Por qué envejecen?

Las joyas sufren desgaste por múltiples factores cotidianos. El contacto con el sudor, el agua, los productos químicos y los roce constantes contribuyen a la pérdida de brillo y vitalidad, sobre todo en materiales como el oro blanco.

Dejar las cadenas en sitios húmedos, como el baño, acelera la oxidación, especialmente en metales blandos como la plata. El uso de anillos durante actividades físicas, como ir al gimnasio, puede provocar que las piedras se astillen, los engastes se aflojen y se pierda parte del color original de las piezas.

Oro y bitcoin, dos activos antagónicos que batieron récords el mismo día por el miedo de los inversores a “perderse la fiesta”.

El tipo de metal influye directamente en la longevidad. El oro macizo y el platino destacan por su alta resistencia. En cambio, el oro blanco requiere un baño de rodio regular para mantener su aspecto. La plata también resulta más delicada y susceptible al ambiente húmedo, aunque conserva la ventaja de poder pulirse fácilmente.

En todos los casos, la elección del material debe responder tanto a criterios de durabilidad como a la reacción de la piel, ya que algunas personas pueden presentar sensibilidad ante materiales específicos.

Cómo cuidar y limpiar correctamente las joyas

El primer paso, según Wilson, consiste en evitar conductas que dañen el material. Retirarse los anillos y las pulseras antes de ducharse, hacer ejercicio o aplicar cremas o perfumes prolonga de forma significativa la vida útil de cada pieza. Las joyas de uso ocasional, que no se llevan cada día, deben guardarse en una caja alejada de la luz solar y el calor.

También es importante dedicar tiempo a la limpieza. Los expertos recomiendan emplear siempre fórmulas sencilla: para oro vermeil y plata de ley, basta con pulir suavemente la superficie con un paño seco y suave. Los limpiadores abrasivos o soluciones químicas agresivas pueden desgastar el baño y decolorar los metales, por lo cual se deben evitar. Las piedras preciosas requieren medidas adicionales de precaución.

Las gemas y metales más duros si se pueden lavar con agua tibia, una gota de detergente suave y un cepillo blando. Esta rutina resulta suficiente para eliminar la suciedad acumulada y no daña la superficie. Además, se recomienda una revisión anual por parte de un profesional para comprobar que las piedras estén bien sujetas y los engastes no presenten desgaste.

Adoptar de forma constante estos hábitos de limpieza, revisión periódica y un almacenamiento adecuado permite que anillos, cadenas, pulseras y otras piezas de joyería conserven su brillo original y su valor. Así se previene el desgaste, el deterioro y la pérdida de lustre, incluso después de años de uso regular y de exposición diaria.