Donald Trump baja un 15% los aranceles a los coches europeos de manera retroactiva desde el 1 de agosto

Esta medida perjudica a la industria automovilística estadounidense, que tienen que hacer frente a fuertes gravámenes para la adquisición de materias primas como el acero, el aluminio o las piezas extranjeras

Guardar
Fotografía del 20 de septiembre
Fotografía del 20 de septiembre de 2025 del presidente de EE.UU., Donald Trump. EFE/JIM LO SCALZO / POOL

Tras el acuerdo comercial firmado entre Estados Unidos y la Unión Europea en agosto, la administración del presidente Donald Trump ha publicado este miércoles un documento en el que enmienda los aranceles que se cobraban a las importaciones europeas, rebajando así la tasa general hasta el 15%. Uno de los sectores que más preocupaba a las autoridades de Bruselas era el del automovilismo, para el que se ha llegado al acuerdo de cambiar de manera retroactiva hasta ese nivel desde el 1 de agosto. Esto significa que el Tesoro estadounidense deberá devolver los aranceles cobrados por encima del 15% a las automovilísticas durante los últimos dos meses.

Esta medida del gobierno estadounidense es la contraparte del acuerdo que firmaron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el estadounidense, Donald Trump, por el cual la UE se comprometía a implantar una rebaja generalizada a los aranceles que la Unión había aplicado a los productos provenientes de Estados Unidos. La UE cumplió con su parte el 28 de agosto, por lo que desde Washington se aprobó esta reducción.

Esta reducción no solo beneficiará al sector automovilístico europeo. También recibirán exenciones sectores como aeronaves, piezas de avión, medicamentos genéricos y algunos metales, pero verán reducidos sus impuestos a partir del 1 de septiembre. El resto de importaciones europeas ya llevan recibiendo una tasa del 15% desde principios de este mes.

La reducción favorece a los europeos contra las empresas estadounidenses

Los aranceles de la Administración Trump han provocado que tanto empresas europeas, como japonesas, coreanas y estadounidenses con intereses en el sector automovilístico sufran fuertes golpes en sus cuentas, anunciando incluso ganancias inferiores a las esperadas. Además, para la unión Europea esta reducción al 15% es significativamente importante ya que tiene que competir con las empresas chinas, que ya ven en Estados Unidos como uno de sus grandes mercados de exportación para sus nuevos coches -en especial los eléctricos-.

Esta reducción también aventaja a las empresas del automóvil europeas frente a sus competidores estadounidenses, que tienen que hacer frente a fuertes aranceles para la adquisición de materias primas para la industria, como el acero, el aluminio o las piezas extranjeras. Con esta nueva tasa, los europeos se sitúan en una posición de superioridad, una posición completamente opuesta a la buscada por el presidente estadounidense, que pretendía cuidar la industria interna con los impuestos a la importación.

Esta estrategia económica de Trump también ha provocado la reducción del consumo de productos estadounidenses en el continente europeo. Según señala la última encuesta elaborada por el Banco Central Europeo (BCE), realizada a consumidores del continente, los europeos están cambiando sus patrones de consumo y el 26% ha decidido no comprar productos procedentes de Estados Unidos, mientras que el 16% ha reducido su gasto en general.

Según el documento, esta situación se produce como “respuesta a las preocupaciones relacionadas con los aranceles”, que provoca que “los consumidores modifiquen sus hábitos de gasto de manera notable”. Además, incide en que “estos resultados ponen de relieve los efectos tangibles de las tensiones comerciales sobre el comportamiento y las expectativas económicas de los consumidores europeos”.