Luto en la realeza europea: muere el príncipe Antal II de Hungría a los 89 años

La vida del príncipe estuvo marcada por el exilio, la restauración del Castillo de Fertőd y desafíos familiares que definieron su legado cultural y personal

Guardar
El príncipe Antal II Esterházy,
El príncipe Antal II Esterházy, en una imagen de archivo. (https://www.eszterhaza.hu/)

El príncipe Antal II Esterházy de Galántha, figura destacada de la realeza europea y líder de la familia real húngara, falleció el pasado 22 de septiembre a los 89 años tras una larga enfermedad. La noticia, que ha trascendido en las últimas horas, ha sido confirmada por la familia Esterházy y el Castillo de Fertőd en sus canales oficiales. Su hijo, Pál-Antal, de 39 años, asume ahora el liderazgo de la familia bajo el nombre de príncipe Pál VI Antal Esterházy, continuando la dinastía que ha sido pilar de la historia húngara y europea.

El comunicado oficial difundido por la Casa de los Esterházy expresa: “Con profundo dolor les informamos de la muerte del príncipe Antal. Después de una enfermedad duradera, falleció con dignidad a los 89 años. Dedicó su vida a nutrir las tradiciones familiares y preservar la espiritualidad del patrimonio cultural húngaro, especialmente el Castillo Esterházy”. La noticia ha generado conmoción tanto en la familia como en otras casas reales europeas, reflejando la influencia que Antal II ejerció más allá de las fronteras de Hungría.

Biografía, exilio y carrera internacional

Nacido en Viena el 27 de diciembre de 1936, Antal II Esterházy era hijo del príncipe Antal Esterházy y la condesa Gabriella Apponyi de Nagyappony. Su infancia transcurrió en el Castillo de Fertőd, donde fue testigo de las tradiciones familiares y de la vida aristocrática húngara. La muerte de su padre en 1944, cuando él tenía ocho años, y el avance de la Segunda Guerra Mundial forzaron su exilio junto a su madre. Primero se refugió en Bélgica, donde completó sus estudios en francés, y más tarde desarrolló una carrera profesional en el sector bancario y en una multinacional estadounidense, lo que le permitió adquirir una visión internacional.

Durante su juventud, colaboró con la Orden de Malta para ayudar a refugiados húngaros tras la revolución de 1956 y residió en países como Australia, Estados Unidos y Singapur. A pesar de su vida en el extranjero, mantuvo siempre un fuerte vínculo con sus raíces.

El príncipe Antal II Esterházy
El príncipe Antal II Esterházy de Hungría, en una fotografía de archivo. (RRSS)

En los años noventa, tras la caída del comunismo, Antal II Esterházy regresó definitivamente a Hungría, donde se dedicó a la restauración y revitalización del Castillo de Fertőd, una de las joyas arquitectónicas de la familia. Invitado por el Estado húngaro, residió en el castillo, donde impulsó actividades culturales, conciertos y eventos comunitarios. Su labor fue reconocida con distinciones nacionales e internacionales, entre ellas la Cruz de Caballero de la Orden del Mérito de Hungría, que valoró su contribución a la difusión de la cultura nacional. Además, como presidente honorario del Club Pannonia de Europa Central, promovió el valor del patrimonio húngaro en ciudades como París y Bruselas.

Controversias familiares y patrimonio

La vida de Antal II Esterházy también estuvo marcada por desafíos familiares. En 2014, la familia Esterházy se vio envuelta en una disputa legal por la herencia de la princesa Melinda Esterházy, viuda del príncipe Pál Esterházy. La fortuna familiar, estimada en unos 800 millones de euros, fue transferida a fundaciones bajo el control de Stefan Ottrubay, sobrino de Melinda, lo que generó tensiones internas y afectó la cohesión familiar en los últimos años.

La muerte de Antal II Esterházy representa el cierre de un capítulo en la historia de la nobleza europea. Su hijo, Pál VI Antal Esterházy, quien ya desempeñaba un papel destacado en la familia y contrajo matrimonio en 2021 con la princesa Franziska de Habsburgo-Lorena, asume ahora la responsabilidad de mantener vivas las tradiciones y el legado de los Esterházy.