Genoveva Casanova rompe con el pasado y se marcha del piso en el que durmió Federico de Dinamarca: sus planes tras demandar a ‘Lecturas’

La publicación de unas fotografías de Genoveva Casanova junto al entonces príncipe Federico de Dinamarca desencadenó un escándalo que sacudió tanto a la prensa del corazón como a la monarquía danesa. Casi dos años después de aquel episodio, Casanova ha llevado a juicio a la revista Lecturas, exigiendo una indemnización millonaria por los daños ocasionados a su imagen y privacidad, en un proceso que ha vuelto a situar el caso en el centro del debate mediático.

El origen del escándalo se remonta a 2021, cuando el paparazi Pepelu captó de manera fortuita a Casanova paseando por Madrid con un hombre que, tras una revisión más detallada, resultó ser Federico de Dinamarca. El fotógrafo relató que, al reconocer el parecido del acompañante con el entonces heredero al trono danés, decidió seguirlos. Las imágenes documentaron una cena en un restaurante y la posterior llegada de Federico a la casa de Casanova, de donde saldría a la mañana siguiente portando una maleta. La publicación de estas fotografías en Lecturas generó una ola de especulaciones sobre la naturaleza de la relación entre ambos, alimentando rumores de un posible romance y provocando una reacción inmediata tanto en los medios españoles como internacionales.

La repercusión de las imágenes fue tal que, según la periodista Sandra Aladro, la situación llegó a poner en entredicho la seguridad del príncipe, quien fue visto solo y desorientado por las calles de Madrid hasta que un coche diplomático de la embajada danesa acudió a recogerlo. El director de Lecturas, Luis Pliego, recordó en el programa El precio de... el impacto de las fotografías: “Puso en entredicho al heredero”. Pliego también subrayó la relevancia periodística del reportaje, que superó los 100.000 euros en ventas a nivel internacional.

El proceso judicial iniciado por Casanova ha adquirido dimensiones poco habituales en este tipo de litigios. Según El Español, la demanda, admitida a trámite en junio de 2024, consta de 400 páginas y solicita una indemnización de un millón de euros. El juicio comenzó este lunes 22 de septiembre y ha implicado la comparecencia de quince personas, una cifra que, según Pliego, sorprendió incluso al personal judicial por su magnitud. Casanova argumenta que la difusión de las imágenes vulneró su derecho a la intimidad y dañó gravemente su imagen personal y profesional. Por su parte, la defensa de Lecturas sostiene que la publicación de las fotografías responde a criterios periodísticos legítimos.

El impacto del escándalo en la vida de Genoveva Casanova ha sido considerable. El Español detalla que, tras la publicación de las fotos, la mexicana atravesó una etapa especialmente difícil, marcada por problemas de salud, entre ellos una embolia pulmonar que agravó su estado emocional. Casanova ha insistido en que su relación con Federico de Dinamarca era únicamente de amistad y que las imágenes fueron interpretadas de manera tendenciosa. “Quiero dejar bien claro que no tengo relación alguna con él, como se está dejando caer. Somos amigos y las fotos no demuestran nada. Salvo para quien quiera tergiversar las imágenes y ver donde no hay”, declaró.

En el plano personal, la repercusión mediática ha llevado a Casanova a replantear su vida en Madrid. Según avanzan Informalia y El Español, la empresaria ha abandonado la vivienda en el barrio de los Jerónimos donde se tomaron las polémicas fotografías, una decisión motivada por la necesidad de mayor privacidad y un cambio de etapa. Aunque su residencia principal seguirá siendo la capital española, Casanova ha viajado temporalmente a México, su país natal, para pasar unos días con su familia y tomar distancia del foco mediático. A su regreso, planea buscar un nuevo hogar en Madrid y contempla nuevos proyectos televisivos tras su participación en Mask Singer y El Desafío.

Entre los grandes apoyos que Genoveva ha tenido en su momento de mayor exposición ha estado su exmarido, Cayetano Martínez de Irujo. El jinete le brindó asistencia jurídica y le ofreció sus fincas para refugiarse de la tormenta mediática, lo cual es una muestra de la excelente relación que mantienen. Sin embargo, Casanova no acudirá a la boda de Cayetano el próximo 4 de octubre, pese a que Amina, la hija que tienen en común, ejercerá de madrina.