Muere un hombre de 70 años por la picadura de un insecto cuando circulaba en moto en Algeciras

La víctima falleció pese a recibir atención inmediata tras sufrir un shock anafiláctico por la picadura, aparentemente, de una avispa

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Varios efectivos de cruz roja
Varios efectivos de cruz roja maniobran en el interior de una ambulancia en una imagen de archivo. (Jesús Hellín / Europa Press)

La picadura de un insecto ha causado la muerte de un hombre de 70 años en Algeciras (Cádiz). Los hechos sucedieron en la mañana del pasado sábado, cuando el hombre, que circulaba con una motocicleta por la calle los Arbolitos, sufrió la picadura de una avispa, aparentemente. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos de la Policía Local de Algeciras, que atendieron al hombre tendido en el suelo en estado de consciencia y aturdido. Tras llegar un dispositivo del 061 a la zona, la salud de la víctima empeoró y murió. La Policía Científica se encuentran investigando las circunstancias del suceso.

Las picaduras de avispas pueden llegar a ser mortales para quienes tienen una alergia grave. Esta reacción exagerada del organismo a partir de la introducción de una sustancia extraña se denomina anafilaxia. El efecto del cuerpo para defendese se desencadena y progresa rápidamente y puede poner en peligro la vida de las personas, conforme detalla en su página web la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNNA). Se habla de choque o shock anafiláctico cuando existe afectación circulatoria (bajada de tensión, arritmia, pulso débil, desfallecimiento). Este cuadro requiere atención médica urgente y supone riesgo de muerte.

La anafilaxia puede aparecer entre 15 y 60 minutos después de la picadura, manifestándose con síntomas como sarpullido, dificultad para respirar, hinchazón de lengua, problemas para tragar y opresión en el pecho. La detección rápida y la administración de tratamiento adecuado son clave para evitar consecuencias fatales.

¿Cuáles son los síntomas de la anafilaxia?

La aparición súbita de síntomas progresivos que comprometen la piel o las mucosas, junto con manifestaciones en otros sistemas del organismo, constituye un indicio clave para sospechar anafilaxia. Este cuadro puede desarrollarse en cuestión de minutos o pocas horas, y su reconocimiento temprano resulta fundamental para la intervención médica.

Entre los primeros signos, según la AEPNNA, es frecuente que se presenten picor en las palmas de las manos y plantas de los pies, hormigueo, estornudos, intranquilidad o malestar general. Las manifestaciones cutáneas incluyen enrojecimiento, urticaria en forma de habones y angioedema, que se traduce en hinchazón de labios o párpados. No obstante, en algunos episodios graves, la afectación de la piel puede estar ausente, lo que dificulta el diagnóstico inmediato.

El compromiso respiratorio se manifiesta de diversas formas. A nivel laríngeo, los pacientes pueden experimentar sensación de opresión en la garganta, dificultad para tragar, cambios en la voz, ronquera o tos seca. Cuando la afectación es pulmonar, predominan la disnea, la opresión torácica, la tos ronca y las sibilancias, que se perciben como pitidos en el pecho. También pueden aparecer síntomas nasales y ópticos, como congestión, picor nasal o del pabellón auditivo externo, rinorrea acuosa y estornudos. En la cavidad oral, el picor o la hinchazón de labios, lengua y paladar son frecuentes.

El sistema digestivo puede verse involucrado con dolor abdominal, vómitos o diarrea. En el ámbito cardiovascular, la anafilaxia puede provocar dolor torácico, desmayo, palpitaciones, hipotensión arterial y, en los casos más severos, pérdida de conciencia, lo que se denomina shock anafiláctico cuando la hipotensión es el síntoma predominante.

Otras manifestaciones incluyen alteración del estado general, conjuntivitis y, en ocasiones, incontinencia urinaria o fecal. La diversidad y rapidez de los síntomas subrayan la importancia de identificar la anafilaxia de manera precoz para evitar complicaciones graves.