El email de Sarah Ferguson a su “amigo fiel” Jeffrey Epstein que abre una nueva crisis en la casa real británica

La duquesa está en el centro de un nuevo escándalo tras la filtración de un mail en el que pedía perdón al pedófilo tras ser condenado

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Duquesa en el Instituto de
Duquesa en el Instituto de Investigación Médica para Niños. | Instagram / Sarah Ferguson

La reciente filtración de correos electrónicos entre Sarah Ferguson, duquesa de York, y Jeffrey Epstein, el financiero estadounidense condenado por abuso sexual de menores, ha provocado la enésima crisis reputacional en el entorno de la familia real británica y ya está afectando a las labores filantrópicas de la duquesa de York.

Según ha revelado el Daily Mail, Ferguson envió mensajes privados a Epstein en los que le agradecía y se disculpaba por haberse distanciado públicamente de él, apenas semanas después de haber declarado ante la prensa que cortaría toda relación con el magnate para proteger su carrera y reputación.

Los correos electrónicos, fechados en 2011 y obtenidos por Daily Mail, muestran un marcado contraste entre las declaraciones públicas y las comunicaciones privadas de la duquesa. En marzo de ese año, Ferguson manifestó en una entrevista con el entonces editor del Evening Standard, Geordie Greig, que aceptar dinero de Epstein fue “un gigantesco error de juicio” y que lamentaba profundamente cualquier vínculo con él. “Aborrezco la pedofilia y cualquier abuso sexual de menores”, afirmó entonces, comprometiéndose a no volver a tener contacto con Epstein y a devolver el dinero recibido.

Menos de dos meses después, la duquesa envió un correo a Epstein en el que lo calificó como “un amigo leal, generoso y supremo”, y admitió que su distanciamiento público obedecía a la necesidad de salvaguardar su carrera como autora de libros infantiles y filántropa. “Me indicaron que debía actuar con la máxima rapidez si quería conservar mi carrera”, escribió Ferguson, quien también expresó sentirse “rota” ante la posibilidad de perder el trabajo realizado en favor de la infancia. En el mismo mensaje, la duquesa aseguró a Epstein que nunca lo había calificado como pedófilo y se disculpó por no haberle respondido antes, atribuyendo su silencio a la presión mediática y al consejo de no mantener contacto para evitar mayores problemas tanto para ella como para el duque de York.

Jeffrey Epstein, en una imagen
Jeffrey Epstein, en una imagen de archivo. (REUTERS)

Sarah Ferguson, en el punto de mira

La publicación de estos correos ha tenido consecuencias inmediatas. Julia’s House, la organización benéfica infantil con sede en Wiltshire, ha comunicado este lunes que, tras conocer la correspondencia, consideraba “inapropiado” que Ferguson continuara como patrona. “Hemos informado a la duquesa de nuestra decisión y le agradecemos su apoyo en el pasado”, señala la entidad en un comunicado. Ferguson había visitado el hospicio en varias ocasiones y, en 2018, lo describió en redes sociales como un “santuario de armonía y alegría”.

El impacto de la filtración se extiende más allá del ámbito benéfico. Según la editora real de Daily Mail, Rebecca English, el rey Carlos III evalúa la posibilidad de prohibir la participación de los York en eventos familiares privados, una medida que se sumaría a las restricciones ya impuestas a Andrés, duque de York, tras su propia vinculación con Epstein. Fuentes citadas por el medio señalan que el monarca ha explorado diversas vías para distanciar a su hermano, incluyendo la retirada de fondos privados y la sugerencia de mudanza desde Royal Lodge, la residencia de Andrés en Windsor.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

El trasfondo de la relación entre Ferguson y Epstein se remonta a la década de 1990, cuando la duquesa fue presentada al financiero por la empresaria Lynn Forester de Rothschild. En 2010, Epstein pagó 15.000 libras para saldar deudas de Ferguson, un gesto que, según la prensa británica, fue facilitado por el propio príncipe Andrés y permitió reestructurar obligaciones que ascendían a casi 5 millones de libras. La ayuda financiera se conoció públicamente en marzo de 2011, lo que generó una ola de críticas y llevó a Ferguson a emitir su declaración de ruptura con Epstein.

En los correos filtrados, Ferguson argumenta que actuó bajo consejo legal y en respuesta a amenazas de demanda por parte de Epstein, quien, según un amigo de la duquesa citado por Daily Mail, se mostró “agresivo y muy amenazante”. Un portavoz de Ferguson ha insistido en que la duquesa lamenta profundamente su asociación con Epstein y que sus primeras consideraciones siempre han sido para las víctimas. “Como muchas personas, fue engañada por sus mentiras. En cuanto conoció la magnitud de las acusaciones, cortó todo contacto y lo condenó públicamente”, afirma el portavoz, añadiendo que el correo se envió en un intento de aplacar las amenazas legales del financiero.