Una joven italiana ‘desaparecida’ publica un vídeo después de que sus padres lancen una campaña para encontrarla: se ha fugado con su novio

Hace unos días, una chica de 20 años desapareció en Italia. El vídeo que ella compartió para anunciar que estaba viva y se encontraban bien desató una fuerte polémica

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Después de subir el vídeo,
Después de subir el vídeo, Sofia no ha vuelto a publicar nada en sus redes. (Sofia Napolitano/Facebook)

Miércoles, 17 de septiembre.

Las redes sociales se llenan de fotos de una chica que hasta un día antes nadie conocía. Una turinesa de 20 años que esa semana había salido de su casa para no regresar. Su familia llevaba 48 horas sin saber nada de ella.

Esta noticia no es poco común. En 2024, el número total de mujeres desaparecidas fue de 5.854. Según el Osservatorio Nazionale Femminicidi Lesbicidi, un organismo estructura cuantitativamente la información recopilada por las autoridades estatales, en Italia ha habido 64 casos de feminicidios desde el principio del año.

Dos de ellas son Sara Campanella e Ilaria Sula, ambas víctimas de feminicidio, cuyos nombres gritaron en las calles durante las numerosas manifestaciones a lo largo de estos últimos meses.

En este clima de tensión en el que “Ni Una Más” se ha convertido en el lema por excelencia de cualquier demostración feminista, la noticia de otra chica desaparecida despertó algo que nunca se duerme del todo: una rabia ante la impotencia, ante la imposibilidad de defenderse, ante el miedo de volver a casa sola y la preocupación por la amiga que ha quedado con un chico que ha conocido en Tinder.

Las repercusiones a nivel nacional y local

En cuestión de horas, el nombre de Sofia Napolitano se encontraba en los titulares de algunos de los periódicos y canales de televisión más conocidos del país: La Repubblica, La Stampa, Il Corriere della Sera, RAI...

A nivel local, también hubo una importante movilización de parte de la sociedad: incluso el presidente de Circoscrizione 2 (una zona de Turín), Luca Rolandi, pidió ayuda en las redes sociales en forma de información relevante o cualquier otro tipo de colaboración en la búsqueda.

La madre de Sofia, Patrizia Pignalosa, participó en el famoso programa de Federica Sciarelli ¿Quién lo vio? (Chi l’ha visto?), pidiendo ayuda en la búsqueda de su hija.

La respuesta en las redes sociales

Pero donde verdaderamente se produjo la movilización fue en las redes sociales: estos amigos que son capaces de hacer llegar las ideas (no, reescribir en tercera persona), opiniones, noticias, y, en este caso, gritos de ayuda, al mayor número de personas posible de forma inmediata. Esta vez también se mostraron útiles, viralizando las imágenes y haciendo llegar el mensaje no solo por toda Italia, sino también en los países de alrededor.

Hasta aquí, por muy triste que suene, es una historia que hemos escuchado cientos de veces: la historia de una madre desesperada, de una hija irresponsable que —suponían los usuarios en las redes sociales— había hecho una “escapada amorosa” con un chico de origen extranjero. Estaban todos los ingredientes para el desenlace más común: la muerte de la chica desaparecida. Nadie hablaba de ello, pero estaba en cada frase y comentario en las redes sociales.

Sofia Napolitano

Donde esta historia empieza, sin embargo, es justamente aquí, antes del clímax. La misma noche en la que la familia de Sofia sale en la televisión, pidiendo ayuda en la búsqueda de su hija, la propia Sofia sube un vídeo en las redes sociales, afirmando que está bien y está con su novio. Inconscientemente, en ese momento, Sofia desmiente algunas de las afirmaciones que hará su madre en la televisión minutos después.

La historia de Sofia

De repente, aparece la otra cara de la moneda. Una historia que ofrece un contexto más amplio a la situación y que mueve el foco del novio demonizado a los padres de la chica.

“Les dejé una carta antes de irme”, afirma Sofia después de asegurar a sus espectadores de que está sana y a salvo.

“Quería hacer este video para aclarar que estoy bien, tranquila y que no me pasa nada”.

Sofia procede a contar entonces una historia que se diferencia bastante de la narrativa de la madre. Ella habla de un amor infinito entre dos personas de nacionalidades distintas, de seguridad y paz y de una historia que empezó, a diferencia de lo que afirmaban en las redes sociales, en persona, y no online.

“Él y su familia”, Sofia señala a su novio, Dwight, que está a su lado durante todo el vídeo, “están dispuestos a apoyarme, ayudarme a encontrar un trabajo y ayudarme a tener una nueva experiencia”.

En el vídeo, Sofia cuenta tranquilamente todos los hechos que conciernen a su novio y afirma que no se siente ni amenazada, ni en peligro.

“Es un chico maravilloso, un ángel”, afirma ella.

Después, abre la Caja de Pandora.

Sofia cuenta a sus espectadores la situación en la que se encontraba antes de huir de casa. Habla de la desaprobación de sus padres en cuanto a su relación y de sus intentos de controlarla, escondiéndole el móvil, el ordenador, el pasaporte y el resto de su documentación.

Ante esas circunstancias, que Sofia no desea “que nadie viva”, la chica afirma que se vio obligada a escapar.

La reacción

La confesión de Sofía, en pocas palabras, natural y firme, ha desatado una polémica que a lo largo de varios días ha llenado las redes sociales de comentarios despectivos, y muchos de carácter racista.

“¿Y si luego la encuentran molida a palos en Colombia?”

“Los padres raramente se equivocan. Quiero ver al chico.”

“Luego la venderá en el mercado negro”.

En medio de todo este caos, Sofia no ha vuelto a aparecer en el centro de la atención mediática. Y probablemente no lo hará.

Porque, como afirma ella misma, “Tengo veinte años, sé lo que hago. Puede que no sea fácil de entender para todos, pero no fue una decisión imprudente. Si me equivoco, el tiempo lo dirá”.