Un exconvicto explica cómo se ganó el respeto en la cárcel: “Es lo que tiene que hacer cualquier persona”

Luis “el Moro”, invitado al pódcast de Álvaro, ‘El Hombre Descalzo’, habla sobre su experiencia en la cárcel: “Si tú no lo haces, el que te está viendo que tú te achantas, después te va a coger por detrás y te va a sangrar, y te va a hacer daño, te va a quitar lo que sea porque sabe que tú eres débil”

Guardar
Un exconvicto explica cómo se
Un exconvicto explica cómo se ganó el respeto en la cárcel: “Es lo que tiene que hacer cualquier persona” (@elhombredescalzo, Montaje Infobae)

“Esto es lo más... Lo que tiene que hacer cualquier persona, porque es que si tú no te das a respetar, y más en la cárcel...”, empieza a explicar Luis “el Moro”, invitado al pódcast de Álvaro, El Hombre Descalzo (que cuenta con más de 77.000 seguidores en Youtube), sobre su experiencia en la cárcel.

“Te va a hacer daño, te va a quitar lo que sea porque sabe que tú eres débil”

“Mira”, continúa, “yo recuerdo que llegué a ese patio y yo, llega uno nuevo y no conoce a nadie, pero yo me tenía que buscar la vida”, explica. “Cogí y me hice con un cartón y empecé a dar gabelas - gabela es lo que te he dicho, dos por uno -, y yo empecé a dar gabelas, y hubo uno que me falló una semana, me falló otra”, cuenta. A Luis, explica, todavía no le conocía “en el patio nadie. A mi me conocían (como) el Luis, que hace deporte, que es un chaval de Jerez, que es muy noble, muy bueno...”.

Aquel otro preso le falló “una semana, dos semanas...”, por lo que Luis acabó por recurrir a una advertencia: “Como la semana que viene no me pagues la vamos a tener”, cuenta que le dijo entonces. “Llegó la semana que viene y no me pagó”, recuerda. “¿Qué es lo que hice? Automáticamente", cuando el otro preso le dijo “No, Luis, no lo tengo”, fue darle un “guantazo en medio de la sala que lo escuchó todo el mundo. Y el tío al suelo. E irme pa’ él y ‘¡Pa, pa, pa!’“, explica mientras hace un gesto de pisotear a alguien en el suelo.

Noticias del día 19 de septiembre del 2025.

Claro, entraron los guardias a llevarle “a otra parte”, cuenta Luis, pero asegura que es “así como te van a respetar”. “Después llegué al patio y es: ‘Illo, Luis’... Te ven de bueno, pero cuando ya se te va la pinza y te buscas lo que yo me busqué...”, que en su caso, cuenta, fueron “diez días de aislamiento que me vinieron después”. “En algún momento eso lo tienes que hacer”, comenta Álvaro mientras Luis asiente: “Si tú no lo haces, el que te está viendo que tú te achantas, después te va a coger por detrás y te va a sangrar, y te va a hacer daño o te va a quitar lo que sea, porque sabe que tú eres débil”, explica. “Te prueban el carácter”, resume Álvaro.

Luis comenta también que tiene “la habilidad, de tantos años en un patio, que cuando yo entro en un patio, y hago así” dice, haciendo como que mira, “y nada más que miro tres veces y digo: ‘A ese le saco yo tabaco’. Nada más por la forma de andar, de actuar, de como tú lo ves de noble”, asegura. Lo atribuye a “la maldad que hay en la cárcel. Es la maldad. Por eso a mí nunca me han gustado los abusos. Nunca. Yo he tenido problemas por defender a la gente”.