Un albañil denuncia la falta de obreros preparados: “No hay relevo generacional. Necesito jóvenes que quieran aprender, pero no los encuentras”

La escasez de mano de obra joven amenaza al sector de la construcción, cada vez más envejecido y con menos interés entre las nuevas generaciones

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
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A día de hoy, muchas profesiones tradicionales han dejado de tener atractivo entre la sociedad joven, y una de las más afectadas es la albañilería. Lo que antes era una salida laboral habitual, hoy es un oficio en riesgo de desaparición. Ser albañil ya no es una aspiración, y la falta de relevo generacional ha provocado una escasez crítica de mano de obra en el sector de la construcción.

Esta situación no es nueva, pero se agrava cada año. El albañil y empresario del sector Pascual, entrevistado en el canal de YouTube de Adrián G. Martín, explicó con claridad los retos actuales: “Tengo cuatro obras en marcha y necesito personas que sepan gestionarlas, pero me encuentro con poca gente preparada. Necesito jóvenes que quieran aprender, pero no los encuentras”.

Según un estudio de BBVA Research, el envejecimiento en la albañilería es evidente. En 2007, el 20% de los trabajadores del sector tenía menos de 30 años. Hoy, ese número se ha desplomado hasta un escaso 5%. En contraste, los albañiles mayores de 45 años ya superan el 65% del total, cuando hace apenas dos décadas representaban poco más del 30%. Una señal clara de que las nuevas generaciones no están entrando en el oficio.

Noticias del día 19 de septiembre del 2025.

“No saben trabajar”

Pascual lo resume de forma contundente: “No hay relevo generacional”. Esta frase refleja no solo su experiencia, sino la de muchos empresarios del sector que luchan por sacar adelante sus proyectos sin suficiente personal cualificado.

Ante esta escasez de trabajadores locales, el vacío lo están llenando, en parte, inmigrantes que se incorporan con ganas, pero a menudo sin la formación necesaria. “Viene gente de fuera, sí, pero profesionales de verdad faltan muchos. Encuentras personas que llegan, pero realmente no saben trabajar”, comenta Pascual.

Pero ¿por qué ha dejado de interesar esta profesión? Para muchos jóvenes, el problema está en las condiciones: trabajos físicamente exigentes, horarios largos y sueldos que, en muchos casos, no compensan el esfuerzo. Además, la falta de prestigio social y la limitada proyección profesional hacen que oficios como el de albañil pierdan aún más atractivo frente a otras opciones.

- crédito Imagen Ilustrativa Infobae
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“Antes encontraba gente que iba a trabajar, no digo gratis, pero sí con la idea de aprender el oficio. Después ya ganabas dinero, pero primero había que formarse, y ahora esto no se da”, recuerda Pascual. Él mismo empezó desde abajo, como peón, aprovechando cada momento libre para aprender. “Cuando los oficiales se iban a comer, yo cogía los ladrillos y practicaba”, relata con nostalgia.

El modelo actual ha cambiado, y formar a un joven hoy en día implica un coste considerable para el empresario. “No sé si la solución es dar más facilidades a los empresarios para tener jóvenes en formación, porque al final, claro, si cada seguro te cuesta 700 euros y la persona todavía no rinde, no sale a cuenta”, plantea Pascual, señalando una de las grandes barreras que impiden integrar aprendices al oficio.

Mientras tanto, las nuevas generaciones apuestan por sectores como la tecnología, el marketing digital o el diseño, donde encuentran mayores oportunidades de crecimiento, mejores condiciones y un reconocimiento social que la construcción no suele ofrecer.