Una española que vive en Australia explica cómo es trabajar en una granja: “Puede ser la mejor o la peor experiencia de tu vida”

Cada vez son más los españoles que deciden probar suerte en otros países y transformar sus vidas de forma radical. Si bien al principio lo hacen por una temporada —ganar más dinero, probar cosas nuevas, conciliar trabajo con viajes—, otros deciden finalmente fijar su residencia en estos nuevos lugares. Es una decisión que, sin duda, implica muchos cambios y no es para todos. No obstante, salir de la zona de confort, construir una vida por ti mismo y dejarse llevar por la contingencia de lo cotidiano son cosas que la gente puede llegar a valorar mucho. Imagina que un día te despiertas en Australia y has dejado atrás toda tu vida anterior en España. Esta fue la realidad de Virginia Sanz, una gaditana que decidió irse a Australia por un tiempo y, al final, decidió quedarse.

Podría haber trabajado en un bar, un restaurante, una tienda de ropa, pero decidió probar algo totalmente inesperado. Se trata de la recolección de arándanos. La joven española se dedica a ello en una granja del país. Su jornada laboral es de ocho horas. En su perfil de TikTok (@virgsanz) documenta todo su proceso. “Esta puede ser la mejor o la peor experiencia de tu vida”, declara en uno de sus más recientes vídeos. En el vídeo se observa a la gaditana trabajar duramente en la granja y recoger los arándanos junto al resto de compañeros.

Después de vivir unos siete meses en la ciudad de Sídney, Virginia decidió irse al campo a trabajar. Como requisito para extender el visado de trabajo un año más, los extranjeros, tienen que hacer trabajos en zonas remotas. Las granjas son una de las opciones, pero también puedes elegir otros lugares como camarero en un pueblo alejado de las grandes ciudades. Sin embargo, Virginia quería probar otras alternativas. Solo necesitó hacerlo por tres meses y, como le gustó tanto el trabajo, decidió quedarse cinco. Lo más duro del trabajo, comenta la joven, fue el cansancio físico y el depender de las condiciones meteorológicas. En la zona de Virginia tuvieron un poco más de suerte y no hubo tanto calor. El tiempo solía ser agradable, una medía de 20 grados. Entre las cosas más positivas de la experiencia destaca, la conexión con la naturaleza, la disciplina que le proporcionó otra forma de entender la vida y el trabajo y lo que para ella ha sido lo más importante: la gente maravillosa que se ha encontrado a lo largo del camino.

Eran un grupo internacional con integrantes de todos los países y cada uno tenía una vida completamente diferente con muchas historias que contar. Además, el tiempo para trabajar con sus amigos y al mismo tiempo disfrutar de la vida del campo, fue otro de los aspectos positivos de la experiencia. Además, los fines de semana organizaban viajes para conocer la zona y salir de fiesta. Por último, el trabajo no solo le proporcionó salud física, sino también claridad mental para desconectar, meditar y aprender cosas nuevas. Asimismo, el trabajo estaba bastante bien pagado. Virginia cobraba 15 euros la hora. Esto era lo mismo que un camarero en el país. Y si eras de los que cobraba por kilo recogido, con rapidez, podrías llegar a hacer el doble.