Un hombre de 32 años se casa pero comienza a sentirse atraído por la hermana de su prometida: “Llevo un tiempo teniendo pensamientos y fantasías”

Un sincero testimonio sobre dudas, amor prohibido y la importancia de respetar los lazos familiares

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Un hombre de 32 años
Un hombre de 32 años se casa pero comienza a sentirse atraído por la hermana de su prometida. (Imagen ilustrativa infobae)

La inquietud por la inminente boda se ha apoderado de un hombre de 32 años que, tras años de relación con su prometida, enfrenta una situación inesperada: no puede dejar de pensar en la hermana de su futura esposa.

La joven, que hasta hace poco residía en Australia, ha regresado definitivamente y ahora vive con sus padres, lo que ha incrementado la frecuencia de los encuentros familiares, y con ello, la intensidad de los sentimientos no correspondidos.

“Me hace reír como nadie”

El protagonista de esta historia, que planea casarse en mayo, relata a Coleen Nolan, la tía agonizante más directa de Inglaterra y que ofrece consejos sobre sexo, relaciones y problemas con la vida, que la conexión con la hermana de su prometida fue inmediata.

Nos entendimos al instante y es muy divertida. Me hace reír como nadie y tengo más ganas de verla de las que debería. La encuentro tan atractiva que me mata. Llevo un tiempo teniendo pensamientos y fantasías”, explica el hombre a The Mirror.

Aunque insiste en que nunca actuaría sobre estos sentimientos ni los compartiría con nadie, reconoce el impacto emocional que le han causado: “Si pienso tanto en ella, ¿cómo voy a casarme con mi prometida?”. Una duda que le ha generado noches de insomnio y un creciente temor a dar un paso que no está seguro de querer.

La respuesta de la especialista

Ante esta consulta, Coleen Nolan, respondió sin rodeos: “No hace falta que te diga que esta es una zona prohibida. Incluso si te separas de tu prometida y no hay boda, seguiría siendo una zona prohibida”.

La columnista subrayó que la actitud desenfadada y el carisma de la joven recién llegada pueden resultar atractivos, pero probablemente “solo te ve como su futuro cuñado”.

Además, advirtió de las consecuencias de cruzar ese límite. “Si alguna vez intentas arruinar esa relación, estás condenado al fracaso y a hacer las maletas”, sentenció.

“Mejor incomodar que equivocarse”

Nolan, que creció en una familia numerosa, recordó que los lazos fraternales suelen ser inquebrantables: “Antes, si uno de los novios de mi hermana coqueteaba conmigo, a la primera persona que se lo contaba era a mi hermana”.

No obstante, también animó al lector a no desoír sus dudas. “Si estás preocupado y sientes que necesitas tiempo para reflexionar y hablar con tu pareja sin la presión de la boda, posponla”, recomendó la especialista.

En su opinión, es preferible afrontar una situación incómoda que caminar hacia el altar con la sombra de la incertidumbre: “Es mejor incomodar a la gente que caminar hacia el altar preocupándote por tomar la decisión equivocada”.

El clip se viralizó en redes sociales (TikTok: @lamafiadetaller)

Un caos asegurado

La conclusión de Nolan fue contundente. Dejar de alimentar esa fantasía es el primer paso, y no idealizar lo que nunca podría convertirse en una relación real. “Deja de pensar en esa mujer de esa manera y no lo conviertas en un romance descabellado, porque no lo sería; solo causaría un caos absoluto”.

En definitiva, el consejo es claro: respetar los límites familiares, escuchar las dudas personales antes de casarse y no permitir que una atracción pasajera ponga en riesgo una relación sólida ni la armonía familiar.