Los funcionarios de la cárcel Puerto II frustran el intento de fuga de un preso que rompió parte del muro debajo de una de las ventanas

Los funcionarios, que se percataron de lo que estaba ocurriendo llegaron a agarrarle de una pierna pero el preso consiguió zafarse y continuar con su intento de huida hasta que quedó encerrado en uno de los tejados del centro

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Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un Centro Penitenciario (Ministerio del Interior)

La noche de este lunes ha sido tensa en las instalaciones del Centro Penitenciario Puerto II, Puerto de Santamaría (Cádiz), debido al intento de fuga de uno de sus presos, que finalmente ha sido frustrada por los funcionarios.

El preso, identificado como L.M., consiguió romper parte del muro de debajo de la reja de la ventana y así logró salir de su celda y encaramarse al tejado, según relata el sindicato ACAIP_UGT en un comunicado. Los funcionarios se percataron de inmediato de lo que estaba ocurriendo y consiguieron agarrarle de una pierna pero el preso consiguió zafarse y continuar con su intento de huida.

Otros funcionarios y el jefe de servicios se personaron en el lugar para disuadir el preso y que depusiera su actitud. El interno, visto que no tenía opciones de huida, empezó a amenazar con tirarse desde el tejado llegando a descolgarse en diversas ocasiones en las que estuvo a punto de caer al vacío.

“Ante la situación de peligro, los funcionarios de la prisión de Puerto II han mostrado su valía, llegando a poner en riesgo su integridad física accediendo al tejado, que estaba resbaladizo debido a la humedad de la noche”, explican desde el sindicato.

Añaden que “el reo tuvo en jaque a los trabajadores durante más de una hora”, pero “gracias al encomiable trabajo de mediación realizado por los funcionarios de Puerto II, y apoyados por Policía Nacional, finalmente el interno depuso su actitud y bajó por su propio pie”.

El “mal estado” de la cárcel

“La seguridad en las prisiones depende de varios factores, uno de ellos es la labor de vigilancia activa que realizan los trabajadores y otro los elementos de seguridad pasiva, como son los muros y concertinas, entre otros”, aseguran desde ACAIP.

Denuncian que “en esta ocasión solo la labor de los funcionarios ha sido la que ha evitado que la fuga llegara a producirse, ya que las instalaciones, que datan de 1984, han demostrado que están en mal estado dada la facilidad con la que el preso ha podido manipular las rejas y realizar un pequeño butrón por el que salir de su celda”.

“Es necesario que se actualicen las instalaciones de los centros penitenciarios, y evitar que hechos como los ocurridos en Puerto II vuelvan a suceder”, zanjan.

Problemas de seguridad en Puerto II

El historial de la cárcel muestra que los problemas no son nuevos. En 2011, un recluso aprovechó puntos sin cámaras ni medidas disuasorias en los tejados para intentar huir, lo que puso en evidencia la debilidad del perímetro y la falta de cobertura en zonas sensibles. Más recientemente, la introducción de teléfonos móviles y bebidas alcohólicas mediante drones ha demostrado que las instalaciones carecen de medios eficaces para enfrentar las nuevas formas de vulnerar la seguridad.

A ello se suma la detención de personal sanitario y funcionarios acusados de colaborar en la entrada de teléfonos y sustancias. El material que introducían no se limitaba a móviles, sino que abarcaba anabolizantes, alcohol y, se está investigando, posible droga.

Noticias del día 16 de septiembre del 2025.

Los encargos de los internos se recopilaban mediante un sistema informal: el preso de confianza los registraba, luego su pareja los trasladaba al exterior, y los funcionarios los hacían llegar al interior del centro. Se sospecha que el médico intervenía directamente en la distribución dentro de la prisión al encargarse de la enfermería, lo que le permitía pasar desapercibido ciertos controles. Las cantidades de dinero que habrían cobrado los implicados por estos servicios ilegales alcanzarían entre 2.000 y hasta 4.000 euros, dependiendo del pedido.