La colección robada por los nazis a un judío cuya pista se perdió en Bilbao: un cuadro de 42.500 euros ha aparecido en Argentina

Numerosos cuadros fueron encontrados en manos de la familia de un influyente financista del Tercer Reich y serán evaluadas para determinar su legitimidad

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La colección robada por los
La colección robada por los nazis a un judío cuyo rastro se perdió en Bilbao. (Imagen: X/@brand_arthur)

Una fotografía publicada en un portal inmobiliario argentino permitió identificar un cuadro desaparecido durante más de 80 años. Retrato de una dama, pintado en el año 1710 por Giuseppem Ghislandi.

La obra se encontraba en la vivienda de Patricia Kadgien, hija de Frederic Gustav Kadgien, influyente financista de las SS (Schutzstaffel, una de las organizaciones militares más temidas del régimen nazi) cercano a Hermann Göring, y su esposo Juan Carlos Cortegoso, ambos detenidos por presunto encubrimiento y contrabando.

El hallazgo se produjo gracias al periodista holandés Peter Schouten, quien detectó la pintura en el aviso de venta de un chalet de Mar de la Plata y remitió la información a las autoridades culturales de los Países Bajos. Tras la publicación de la noticia, la fotografía fue retirada del sitio web y la policía argentina intervino en la vivienda.

Una historia marcada por el saqueo nazi

El cuadro fue robado al comerciante judío Jacques Goudstikker durante el saqueo nazi en la conquista de los Países Bajos a principios de los años 40.

Goudstikker, uno de los principales marchantes de arte de Holanda, poseía una colección de más de 1.400 obras y ayudó a otros judíos a escapar durante la guerra. Murió poco después mientras huía a Estados Unidos y sus bienes fueron confiscados por los líderes nazis, incluido Hermann Göring, con Kadgien como asesor financiero.

Parte de la colección se perdió en Bilbao en 1945, cuando el banquero alemán Alois Miedl transportaba obras de Göring hacia España. Aunque no hay registros oficiales de que retrato de una dama estuviera entre las piezas retenidas en la ciudad vasca, la pintura figura en la base de datos de obras robadas en tiempos de guerra de la Agencia de Patrimonio Cultural de los Países Bajos.

Nicolás Galante - Infobrisas
Nicolás Galante - Infobrisas

La versión de la familia Kadgien

Patricia Kadgien sostiene que la obra fue adquirida legítimamente en 1943 por Leonore Bertholdt, cuñada de su padre, en el Museo Wallraf-Richartz de Colonia, Alemania, y que justo pasó a formar parte de la herencia familiar.

La mujer afirmó ante la justicia provincial: “La obra que poseo y exhibí por más de 35 años era de mi padre y legítimamente poseída”.

En el ámbito familiar, la pieza era conocida como “El Monje” debido a la apariencia del retratado. Kadgien declaró desconocer que figuraba en el listado de obras robadas de la Agencia Patrimonial de los Países Bajos.

Intervención judicial y custodia

Inicialmente, durante un allanamiento, la policía solo incautó armas y no encontró la pintura. Días después, el abogado de la pareja entregó el cuadro junto con la documentación que supuestamente acreditaba su propiedad.

La obra quedó bajo custodia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación mientras la justicia federal investiga la ruta seguida desde su robo hasta Sudamérica.

El marco jurídico internacional establece que los delitos relacionados con genocidios no prescriben, lo que dificulta la defensa de los actuales poseedores frente a reclamos de restitución.

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Valor histórico y artístico

El especialista Ariel Bassano declaró que la pintura está “en buenas condiciones teniendo en cuenta su antigüedad” y estimó su valor en unos 50.000 dólares (42.500 euros). Más allá de lo económico, el cuadro simboliza la memoria histórica y el expolio sufrido por las familias judías durante el Holocausto.

Durante los registros judiciales, se hallaron otras pinturas y dibujos del siglo XIX en propiedad de la familia Kadgien, que serán analizados para determinar si también forman parte del patrimonio robado.

La nuera de Goudstikker, Marei von Saher, logró recuperar 202 obras de la colección familiar en 2006, pero Retrano de una dama permanecía desaparecida hasta ahora. La mujer afirmó: “Mi familia aspira a recuperar cada una de las obras de arte robadas de la colección de Jacques y restaurar su legado”.