Este es el motivo por el que las jirafas son tan altas, según un biólogo: “La razón no es la que todos pensáis”

El especialista @mariodewonder ha explicado en redes sociales el verdadero motivo evolutivo

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Imagen de recurso en la q (Michael Brown/IUCN via AP)

La evolución es uno de los fenómenos por el que han pasado todas las especies del planeta. Este proceso de adaptación es lo que permite que los animales puedan prosperar y adaptarse al entorno.

La biología es una de las ramas de la ciencia que se encarga de estudiar este proceso. Una de las personas que más fama han ganado en este sector es Mario Alonso Santamaría, más conocido en redes sociales como Mario de Wonder.

En uno de los últimos vídeos que ha subido a TikTok, red social en la que tiene más de 200.000 seguidores, ha hablado sobre el motivo por el que las jirafas son tan altas. Pese a que se tenga la creencia general de que es para poder comer las hojas de la parte de arriba de los árboles, esto no es así.

Noticias del día 16 de septiembre del 2025.

La verdadera razón por la que las jirafas son tan altas

“La razón no es la que todos pensáis”, empieza afirmando Mario. Según detalla el especialista, la longitud del cuello de estos animales no surgió, en principio, como una ventaja para alimentarse de las hojas más altas. De hecho, la característica apareció en los antepasados de las jirafas, que ya poseían cuellos más largos de lo habitual mientras vivían en zonas de pradera, lejos de los grandes árboles que suelen ilustrar los documentales.

Lo distintivo de estos animales era su comportamiento social. Los machos utilizaban el cuello como un arma. Las peleas entre jirafas se centran en establecer jerarquías y acceder a las hembras en época de apareamiento.

Durante estos enfrentamientos, golpean con fuerza usando el cuello y la cabeza, en movimientos conocidos como necking. En ese contexto, aquellos con cuellos más largos y potentes resultaban más exitosos, ya que podían infligir golpes más contundentes y, por lo tanto, lograban mayor ventaja reproductiva. Esta presión selectiva fue esencial para que, generación tras generación, los machos con cuellos largos transmitieran esta característica a sus descendientes.

Posteriormente, cuando las jirafas evolucionaron y comenzaron a habitar zonas con árboles altos, el cuello largo pasó a ser útil también para alimentarse de la vegetación más alta. Es decir, el entorno forestal permitió que aprovecharan una adaptación que originalmente surgió por otros motivos. Sin embargo, el proceso evolutivo no fue igual para ambos sexos.

En las jirafas actuales, las diferencias entre machos y hembras confirman que el cuello ha seguido especializándose según las necesidades biológicas de cada uno. Las hembras han desarrollado cuellos proporcionalmente más largos en comparación con los machos. Esto les permite acceder a hojas más altas y variadas, lo que les resulta especialmente valioso durante la crianza.

En contraste, los machos han mantenido cuellos más cortos y gruesos. Al no tener la necesidad fisiológica de acceder a comida inaccesible, sus adaptaciones siguen centradas en la competición. Un cuello más robusto soporta mejor los golpes durante los combates, lo que representa una ventaja en las luchas jerárquicas.

Así, la altura de las jirafas responde a una combinación de factores, donde la competencia entre machos fue inicialmente la presión evolutiva determinante. El aprovechamiento del recurso alimenticio vino después, sobre todo en las hembras.