El truco de una especialista en sostenibilidad para que la ropa se seque rápido en interiores: un método perfecto para reducir costes

Además de constituir un ahorro de energía, también lo es de dinero, y conseguirá que tu ropa se seque rápido y sin afectar al resto de la casa

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Tender la ropa dentro de
Tender la ropa dentro de casa (Adobe Stock)

Aunque todavía nos encontramos ante temperaturas extremadamente altas para la altura del año a la que estamos, dentro de poco debería llegar ya la temporada de frío. Durante el otoño e invierno, el secado de ropa se vuelve más complicado y los hogares tienen que acudir a electrodomésticos como la secadora o los radiadores para poder quitar la humedad lo más rápido posible. Sin embargo, estos utensilios gastan mucha energía, y por ende, resultan un gasto mayor a final de mes.

Afortunadamente, Wendy Graham, especialista en sostenibilidad y fundadora del blog Moral Fibres, ha compartido una serie de consejos prácticos para secar la ropa en interiores de forma eficiente, saludable y sin afectar el bolsillo.

Di adiós a los radiadores

Radiador. (Adobe Stock)
Radiador. (Adobe Stock)

Uno de los errores más comunes al intentar secar ropa dentro de casa es colgarla directamente sobre los radiadores. Aunque puede parecer una solución lógica y rápida, Wendy advierte que este método es contraproducente desde el punto de vista energético.

“Colgar la ropa mojada sobre el radiador hace que la caldera trabaje más para alcanzar la temperatura deseada. Por lo tanto, se tarda más y se consume más energía para calentar la casa, lo que a la larga significa un mayor gasto”, explica. Además, esto puede generar humedad en el ambiente, lo que trae otros problemas.

El tendedero como mejor aliado

Una mujer tendiendo la ropa
Una mujer tendiendo la ropa en casa (AdobeStock)

En lugar de recurrir a la secadora o a los radiadores, la recomendación de Wendy es utilizar un tendedero interior, pero poniendo especial atención en la ventilación.

La ropa recién lavada puede contener hasta tres litros de agua, y si ese vapor no se evacúa adecuadamente, puede acumularse en forma de condensación en paredes y ventanas. A largo plazo, esta humedad favorece la aparición de moho y problemas respiratorios, especialmente en personas alérgicas o con asma.

Por eso, Wendy recomienda una medida simple pero efectiva: “Cierra la puerta de la habitación donde estés secando la ropa y abre una ventana”, dice. Este pequeño gesto acelera el proceso de secado y reduce los niveles de humedad en el ambiente.

Si abrir una ventana no es viable por frío, lluvia o viento, otra opción es aprovechar los extractores de aire del baño o la cocina. “Si puedes secar la ropa en la cocina o el baño, entonces hacer funcionar el extractor de aire, si tienes uno, también ayudará”, sugiere. Añade que estos dispositivos consumen muy poca electricidad en comparación con una secadora, por lo que son una alternativa mucho más eficiente.

Otros consejos útiles para secar la ropa

Además de la ventilación, hay otros detalles importantes a la hora de secar ropa en interiores:

  • Evita secar en dormitorios o salas de estar, si es posible. Wendy advierte que hacerlo en estas habitaciones puede incrementar la exposición a la humedad, alérgenos del polvo y residuos de detergente.
  • Utiliza espacios como el pasillo, la cocina o el baño, que suelen ser más ventilados y menos propensos a acumular humedad de forma peligrosa.
  • Cuelga la ropa con espacio entre prenda y prenda. Tirar de las mangas, piernas de pantalón o calcetines ayuda a que el aire circule y el secado sea más rápido.
  • Asegúrate de hacer un centrifugado final potente en la lavadora. Algunos ciclos automáticos no utilizan el máximo de potencia de centrifugado. Wendy recomienda hacer un último ciclo con la velocidad máxima permitida: “Esto hace que la ropa se seque más rápido y sea menos probable que huela a humedad”.