Los principales sindicatos de la Policía Nacional —JUPOL, SUP, CEP y UFP— se han concentrado este domingo ante el Complejo Policial de Moratalaz, sede central de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los conocidos como antidisturbios, para denunciar “la grave crisis que atraviesa esta especialidad”.
Durante el acto, los representantes sindicales han leído a un manifiesto en el que han reclamado “dignidad y futuro” para la unidad, al tiempo que han responsabilizado al “Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Policía de haberla abandonado a su suerte”.
La protesta forma parte de una serie de movilizaciones con las que las organizaciones sindicales quieren visibilizar el deterioro de la UIP, una de las unidades más exigentes del cuerpo, que según denuncian sus integrantes, “lleva años sufriendo un profundo desgaste por la falta de apoyo institucional y de reconocimiento”.
Este acto en concreto se ha llevado a cabo en plena etapa decisiva de la Vuelta Ciclista a España. “Los policías de la UIP afrontan también su propio puerto de montaña: una crisis de efectivos y condiciones laborales que amenaza con dejar a la unidad fuera de carrera”, han denunciado.
Solo 680 solicitudes para cubrir 400 plazas
La UIP, creada en 1989 como fuerza de élite para el control del orden público y la intervención en situaciones de máxima tensión, “se convirtió durante décadas en un destino prestigioso y de referencia internacional”. “Su capacidad operativa ha sido reconocida fuera de nuestras fronteras y sus agentes han trabajado en escenarios tan complejos como disturbios urbanos, grandes eventos deportivos, cumbres internacionales, catástrofes naturales y misiones de seguridad extraordinarias”, relatan.
Sin embargo, “hoy la situación es radicalmente distinta”. Según han denunciado los sindicatos, “la UIP se ha convertido en una unidad de paso, a la que muchos agentes acceden únicamente para cumplir el tiempo mínimo obligatorio y después solicitar un destino diferente. La falta de incentivos, las duras condiciones laborales y la ausencia de mejoras han generado una fuga constante de efectivos, que provoca que cada año la unidad esté más debilitada”.

Las cifras hablan por sí solas: en la última convocatoria apenas se recibieron 680 solicitudes para cubrir 400 plazas, cuando en años anteriores las solicitudes solían triplicar las vacantes. “Se trata de un mínimo histórico que refleja con claridad el desinterés creciente de los agentes por permanecer en la UIP”, denuncian.
Jornadas interminables, sueldos desfasados y dietas congeladas
El manifiesto leído durante la concentración ha puesto de relieve que “los policías de la UIP trabajan en condiciones de máxima exigencia, pero con unas retribuciones obsoletas y congeladas desde hace más de una década”.
“Hace apenas unos años, un agente de la UIP percibía un 25% más que un compañero de plantilla gracias a los complementos asociados a la especialidad. Hoy esa diferencia se ha reducido por debajo del 10%, lo que supone que los policías de otras unidades hayan mejorado sus condiciones mientras que los de la UIP se han quedado atrás”, han explicado.
A esta precariedad retributiva se suma “el agravio de las dietas, congeladas desde hace más de 20 años: 28 euros para manutención diaria y 48 para alojamiento. Cantidades totalmente insuficientes, que obligan a los agentes desplazados a adelantar dinero de sus propios bolsillos para poder trabajar fuera de casa, a la espera de que la Administración tarde meses en devolverles lo gastado”.
La situación “se agrava en verano”, cuando los precios se disparan y los policías se convierten en lo que los sindicatos han calificado como “prestamistas del Estado”.
“Amenaza directa para la seguridad ciudadana”
Según los sindicatos, la crisis de la UIP “no es solo un problema laboral, sino una amenaza directa para la seguridad ciudadana”. “La falta de agentes y el descontento de quienes integran la unidad repercuten de manera inmediata en la capacidad operativa del Cuerpo para responder a disturbios, manifestaciones violentas, grandes eventos o emergencias nacionales”, han añadido.
Exigencias de los sindicatos
Ante esta situación, JUPOL, SUP, CEP y UFP exigen al Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Policía la adopción inmediata de “medidas concretas y efectivas para salvar a la UIP”:
- Actualización urgente de complementos y dietas, adecuándolos al coste de vida real y al nivel de sacrificio de la unidad.
- Revisión de la jornada laboral y de los descansos, evitando abusos y ajustando las cargas de trabajo.
- Reconocimiento efectivo de la conciliación familiar, con mecanismos que permitan compatibilizar la vida personal y profesional.
- Refuerzo de personal y estabilidad en las plantillas, para frenar la sangría de agentes y recuperar la capacidad operativa.
- Compensaciones justas por los continuos desplazamientos a los que son sometidos los policías de la UIP.
- Incremento del complemento específico singular y del complemento de destino al máximo nivel, en línea con lo que ocurre en otras especialidades policiales.
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