Clonan la identidad digital de un profesor de informática y descubre que debe 10.000 euros: “¿La denuncia? La policía estaba cerrada por vacaciones”

Los ladrones abrieron cuentas bancarias a su nombre y solicitaron un crédito

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Fraude digital.
Fraude digital.

El impacto de la suplantación de identidad digital sobre jubilados en pleno periodo vacacional se ha puesto de manifiesto en Italia, en concreto en Treviso, donde Giuseppe Marcon —exprofesor de informática de 72 años— fue víctima de una compleja estafa perpetrada por una banda que consiguió clonar su Spid, un sistema de identidad digital ampliamente utilizado en ese país, y acceder a un préstamo bancario de 50.000 euros. Según ha contado Corriere della Sera, este episodio se vio agravado por el cierre temporal de diversas oficinas públicas durante el verano, dificultando la reacción inmediata de la víctima ante el fraude.

Las dificultades administrativas comenzaron el 12 de agosto, cuando Marcon acudió a la policía postal para denunciar el delito y se encontró con una inesperada respuesta institucional. Tal y como ha relatado, “estaba cerrada por vacaciones”, lo que le obligó a realizar gestiones adicionales ante la policía postal de Venecia, que a su vez le remitió de nuevo a Treviso. Esta situación administrativa retrasó la presentación de la denuncia y le sumió en una “pesadilla” burocrática y legal que aún no ha finalizado.

El modus operandi de los estafadores se basó en la activación de un nuevo perfil Spid, empleando posiblemente datos sustraídos de una simple fotocopia del documento de identidad del exdocente. Posteriormente, abrieron cuentas bancarias a su nombre y solicitaron un crédito de 50.000 euros mediante una modalidad posible en Italia, que consiste en ‘ceder’ el quinto de la pensión. La notificación de la Seguridad Social sobre la cesión “era un correo de una sola línea que podría haber pasado desapercibido”, critica la víctima.

Sin embargo, el error de los delincuentes fue no modificar el correo certificado original, lo que permitió identificar la estafa a tiempo y congelar el desembolso total del préstamo. Aun así, los estafadores lograron extraer de forma fraudulenta unos 10.000 euros de las cuentas abiertas antes de que el banco interviniera. El director de la sucursal de crédito reconstruyó lo ocurrido y detuvo los cobros restantes.

Se ganaban la confianza de las víctimas y las engañaban simulando tener una relación amorosa para conseguir beneficios económicos (Guardia Civil)

Recuperar el control de su identidad

Además, los delincuentes alteraron algunos datos personales de Marcon para dificultar la detección del fraude, registrando una residencia ficticia en otra ciudad y reemplazando el número de teléfono móvil por el de un ciudadano ghanés residente en Roma. Debido a estas modificaciones, Marcon tuvo que actualizar sus datos personales en el registro civil para recuperar el control de su identidad administrativa.

A pesar de la rápida reacción bancaria, la preocupación persiste para la víctima, quien advirtió sobre la imposibilidad de proteger completamente su identidad digital mientras el perfil clonado se mantenga activo: “Por desgracia, no se puede bloquear el Spid, a pesar de que esté vinculado a un documento de identidad anulado”, lamentó. También expresó inquietud por el uso alternativo de sus datos, incluyendo el acceso a su carpeta fiscal y la posible modificación del IBAN en plataformas gubernamentales.

Marcon concluyó señalando que no se trata de un incidente aislado: “Incluso en la última semana he descubierto otros casos, así no se puede vivir”, reconociendo que la vulnerabilidad ante estos delitos cibernéticos constituye una amenaza constante.