Jesús Vázquez vuelve a Telecinco con ‘Bailando con las estrellas’: “Ya no siento el peso de las audiencias”

El presentador se pondrá al frente, junto a Valeria Mazza, de la segunda edición del talent de baile, que arranca este sábado 13 de septiembre en la cadena de Mediaset

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Hablamos con Jesús de su papel como presentador en 'Bailando con las estrellas', el concurso de RTVE que lanza su segunda temporada.

Telecinco estrena este sábado 13 de septiembre una de sus apuestas más destacadas del arranque de la nueva temporada. Bailando con las estrellas regresa con una segunda temporada que contará con un atractivo casting y varias novedades. Al frente del formato, que la propia cadena ha definido como su “buque insignia del otoño”, seguirá estando Jesús Vázquez, quien atendió a Infobae España en el FesTVal de Vitoria-Gasteiz para contar sus sensaciones previas al estreno.

El formato, producido por Bulldog TV, se consolidó en su debut en España como uno de los espacios más seguidos, lo que motivó a Telecinco a renovar su apuesta. Vázquez acaba de reincorporarse al trabajo tras un periodo de vacaciones en el que ha hecho lo que más le gusta: viajar. “La gran noticia es que el programa fue bien, gustó y la cadena ha decidido hacer esta segunda temporada. Yo estoy feliz porque me lo pasé… yo creo que fui el que mejor se lo pasó de todo el mundo que hizo el programa”, confiesa a este medio. El presentador destaca la satisfacción personal que le dejó la primera edición y la oportunidad de reencontrarse con el equipo y los concursantes.

En el primer encuentro del nuevo casting en Vitoria, Vázquez observaba una notable química entre los participantes, aunque advierte de que la armonía inicial suele cambiar cuando comienza la competición real. “Les he visto con mucha química, con muy buen ambiente, con muchas diferencias entre ellos, con lo cual nos van a dar momentos muy distintos. Ese buen ambiente les va a durar poco, en cuanto empiecen a bailar surgirán los piques, los problemas, las angustias…”, explica. El presentador subraya que la tensión y los desafíos forman parte del atractivo del programa, ya que los concursantes se enfrentan a retos fuera de su zona de confort, lo que genera incertidumbre y emociones intensas.

El ambiente en el plató, según Vázquez, se caracteriza por la presión y la emoción propias del directo. Además, resalta el papel de Valeria Mazza, que estará en la sala de las estrellas y se encargará de apoyar y tranquilizar a los concursantes en los momentos de mayor tensión. “No nos da tiempo a enseñarlo todo, pero ahí pasan muchas cosas. Toda esa tensión luego se la echan encima a la pobre Valeria, que carga allí con todos, los consuela, los tranquiliza…”, relata. Para el comunicador, la experiencia de conducir el programa en directo es un privilegio: “Me encanta el directo y me encanta ser testigo, estar allí viendo cómo bailan. Me parece un privilegio y una maravilla, porque todos aprenden, aunque creen que no”.

La presión por mantener el nivel de la primera temporada no solo recae sobre el presentador y los concursantes, sino que también es reconocida por la dirección de Telecinco. Jaime Guerra, directivo de la cadena, calificó a Bailando con las estrellas como el “buque insignia” de la temporada, una afirmación que Vázquez recibió con humor y responsabilidad: “Le he dicho: ‘Jaime, no nos eches este peso encima’. Dice: ‘No, es que es la verdad. Es el programa más importante que lanzamos esta temporada, el de más presupuesto y en el que tenemos puesta más confianza’”, compartía el presentador en su charla con Infobae.

Jesús Vázquez, en la presentación
Jesús Vázquez, en la presentación de 'Bailando con las estrellas'. (FesTVal)

Uno de los temas recurrentes en torno al papel de Jesús Vázquez en este proyecto es la posibilidad de que él mismo se anime a bailar en el programa, algo que sí hizo Valeria Mazza la pasada edición. Aunque la presión de los directivos, el equipo y los propios concursantes, como Manu Tenorio y Pepe Navarro, es constante, el presentador se muestra cauto. “He llegado a un pacto, de momento. (...) Ellos vienen a hacer un baile y se acaba su trabajo. Yo tengo que hacer un directo de cuatro horas. Entonces, les dije: ‘Cuando esté el programa asentado, tenemos unas semanas, un día me voy a las salas de ensayos y pruebo. Si veo que soy capaz de bailar cuatro pasos seguidos el primer día, pues lo vemos’. No es un no, pero es un ‘veremos’”, explica, reconociendo que el sentido del ridículo y la autoexigencia pesan en su decisión, aunque la actitud valiente de otros participantes le sirve de inspiración para plantearse el reto.

“He vivido todas las revoluciones de la tele”

La evolución de las audiencias televisivas y la fragmentación del consumo han cambiado la forma en que los profesionales del medio perciben la presión de los datos de audiencia. El presentador, con 35 años de carrera, reconoce en su entrevista que ahora gestiona mejor esa presión: “Todo el mundo de las audiencias ha cambiado, se ha fraccionado… la tele ha vivido siete revoluciones y yo creo que las he vivido todas. Ahora es muy difícil valorar las audiencias como se hacía antes, porque mucha gente puede ver este programa cuando lo repiten, puede verlo en Mitele, puede verlo por la mañana cuando va en el autobús en un teléfono móvil… y no puntúa esa audiencia en lo que es la audiencia oficial, pero es audiencia”, reflexiona.

Aunque reconoce que, como a todos los profesionales de la televisión, le gusta ganar, asegura que ya no sufre como antes por los resultados de audiencia de sus programas, lo cual le ha permitido enfocarse en disfrutar. “Antes se decía ‘el programa de Jesús no funciona’, pero eso ya se ha quedado anticuado. No siento ese peso ni esa responsabilidad”, asevera.

En cuanto al trabajo en equipo, Vázquez insiste en la importancia de la colaboración y el esfuerzo conjunto para lograr el éxito del programa. El deseo de mantener los buenos resultados de la temporada anterior está presente, pero el presentador asume que, en última instancia, la decisión está en manos de la audiencia, que elige libremente qué ver y cuándo hacerlo.