Pedro Sánchez impulsa en los colegios unas ‘clases de catástrofes’ para que la población esté preparada: “Frente a los terraplanistas políticos...”

El nuevo plan impartirá conocimientos sobre prevención y actuación ante inundaciones, terremotos y accidentes

Guardar
Sánchez impulsa en los colegios
Sánchez impulsa en los colegios una ‘clase de catástrofes’ en una España a la cola en educación. (Europa Press)

El Gobierno ha lanzado un ambicioso plan para introducir en los colegios españoles una formación obligatoria en emergencias y catástrofes. El programa, que se aplicara desde este mismo curso, alcanzará a 25.000 centros educativos, 800.000 docentes y cerca de ocho millones de estudiantes.

“El alumnado aprenderá que ante el riesgo de riadas hay que buscar altura, o que, si tiembla la tierra, hay que protegerse debajo del pupitre”, ha explicado el Ministerio de Educación en una nota de presentación.

Primer país europeo en implantarlo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado el carácter pionero de la medida. “España se convierte en el primer país europeo que incorpora en la educación obligatoria la cultura de la formación en emergencias en Protección Civil”, declaró.

En un vídeo difundido en la red social TikTok, el presidente insistió en la urgencia de la iniciativa: “Frente a los terraplanistas políticos, que los hay, la emergencia climática es una realidad. Es una evidencia no solamente científica, sino que palpamos en nuestro día a día”.

Y añadió: “Las instituciones tenemos que estar preparadas, pero también a nivel de ciudadano y ciudadana tenemos que prepararnos. Vosotros y vosotras también tenéis que estar preparados”.

Fallece un bombero en las labores de extinción de los incendios en Espinoso de Compludo (León).

Contenidos adaptados por edades

El plan contempla la enseñanza de prevención frente a riesgos climáticos, tecnológicos y sociales. Los contenidos abarcan desde cómo actuar ante inundaciones, terremotos, maremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, fenómenos meteorológicos adversos, incendios forestales y accidentes industriales, hasta medidas de autoprotección en grandes concentraciones humanas y apoyo emocional tras emergencias.

En Infantil (3 a 5 años), los escolares aprenderán a reconocer alarmas y los primeros indicios de peligro, mientras que en Primaria recibirán al menos dos horas de formación anuales. En Secundaria, Bachillerato y FP, la carga mínima será de cuatro horas.

Las comunidades autónomas podrán reforzar o adaptar los contenidos según los riesgos más frecuentes en su territorio, siguiendo los mapas de riesgos de cada área geográfica.

Quién impartirá las clases

Los encargados de impartir esta formación serán técnicos de Protección Civil y Servicios de Emergencia, así como profesorado de los propios centros tras recibir preparación específica. La Escuela Nacional de Protección Civil coordinará esta capacitación, y en el caso de los voluntarios será obligatorio superar un curso previo.

El Ministerio de Educación ha destinado 240.000 euros a la elaboración de guías, infografías y vídeos en castellano, catalán, euskera, gallego y valenciano. El material se apoyará en recursos interactivos y audiovisuales para favorecer la participación del alumnado.

La confrontación política se ha trasladado al escenario de los incendios que asolan España y que según el sistema Copernicus, el número de hectáreas quemadas solo en agosto ha sido de 340.000. Una noticia que ha sido motivo de actualidad política, en primer lugar, desde la sede del partido popular en Génova. (Fuente: Interior, Guardia Civil, Europa Press, UME)

Más allá de las aulas: familias y FP

El contenido de los cursos está prácticamente cerrado, aunque deberá ser aprobado por las comunidades autónomas antes de su implantación obligatoria. El Ministerio prevé remitir el texto este trimestre. El programa también contempla charlas para docentes y familias, así como simulacros en colegios.

Para los alumnos de enseñanzas artísticas superiores, se permitirá integrar las prácticas externas con el trabajo de fin de estudios o con asignaturas prácticas obligatorias. Además, se ampliarán los plazos para la formación profesional de trabajadores, pudiendo realizarse en centros autorizados alternativos.

“Subir a un piso alto en caso de inundación o no meterse en un coche son enseñanzas que pueden resultar básicas para un adulto, pero no tanto para un adolescente”, señalan fuentes de Educación.