¿Si compartes una cuenta bancaria con tu hijo, Hacienda puede multarte? Esto es lo que dice un abogado

Las transferencias no justificadas pueden activar inspecciones, por lo que es recomendable documentar adecuadamente cada movimiento

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Un padre le da dinero
Un padre le da dinero a su hijo (Montaje Infobae con imágenes de @lawtips / TikTok)

En España, compartir una cuenta bancaria conjunta entre padres e hijos, ya sean menores o mayores de edad, puede comportar riesgos fiscales inesperados si no se gestionan de manera adecuada. En determinados casos, la Agencia Tributaria puede llegar a imponer multas de hasta 3.000 euros cuando interpreta que existe una donación encubierta no declarada, según ha explicado el abogado Andrés Millán en su perfil de TikTok (@lawtips).

¿En qué casos la Agencia Tributaria sanciona el uso compartido de cuentas?

El núcleo de la cuestión no reside en la cotitularidad de la cuenta, sino en el uso efectivo del dinero. Cuando el hijo hace uso de fondos cuyo origen corresponde a los padres -ya sea para adquirir una vivienda, un vehículo o realizar retiradas significativas en efectivo- Hacienda puede considerar que se ha producido una transferencia patrimonial gratuita, obligando a declarar la operación y tributarla de acuerdo con la normativa de donaciones.

Así lo aclara Andrés Millán en su intervención: “¿Si compartes una cuenta bancaria con tu hijo, menor o mayor de edad, Hacienda puede multarte porque lo considera una donación encubierta que tú no has declarado? No siempre y cuando el hijo no use el dinero que tú has aportado. Si lo usa, efectivamente será una donación. No, siempre y cuando el hijo no use el dinero que tú has aportado. Si lo usa, efectivamente será una donación”, advierte el letrado en su vídeo.

La Agencia Tributaria intensifica su vigilancia sobre estos movimientos para prevenir donaciones no declaradas y blanqueo de capitales. Tal y como recoge el artículo 93 de la Ley General Tributaria (Ley 58/2003), los bancos están obligados a informar sobre operaciones bancarias que superen determinados umbrales económicos o sean sospechosas, incluso en cuentas compartidas entre familiares, con la finalidad de garantizar un control tributario efectivo.

Ayuso aumentará la bonificación de impuesto de Sucesiones y Donaciones entre hermanos y tíos.

Requisitos legales y obligaciones tributarias

Las transferencias de fondos entre padres e hijos a través de cuentas conjuntas deben justificarse adecuadamente para evitar problemas con la administración fiscal. Cuando el dinero que figura en la cuenta es retirado o utilizado por el hijo sin justificar su origen, la operación puede ser interpretada por Hacienda como una donación encubierta y, en consecuencia, esta situación activa los mecanismos de control del impuesto sobre sucesiones y donaciones (ISD). Este tributo exige declarar toda transmisión patrimonial gratuita y, si no se cumple con esa obligación, las sanciones pueden alcanzar entre el 50% y el 150% de la cantidad no declarada.

A este respecto, el propio Andrés Millán matiza: “Ojo, que en teoría si tú le das cincuenta euros a tu hijo ya es una donación, pero Hacienda nunca va a perseguir este tipo de cosas”. No obstante, cuando los importes son relevantes o la transacción levanta sospechas ante la Agencia Tributaria, el riesgo de inspección y sanción aumenta de forma proporcional.

Desde el punto de vista normativo, los contribuyentes deben presentar el modelo 651 para formalizar una donación, permitiendo a la administración autonómica aplicar las reducciones o bonificaciones fiscales que correspondan. Si la transferencia de fondos supone un préstamo, este debe documentarse mediante contrato privado o escritura pública y presentarse junto al modelo 600, incluso si el préstamo no genera intereses.

Sanciones y cumplimiento de la ley

Las consecuencias de omitir la declaración del impuesto de donaciones pueden ser considerables. El artículo 191 de la Ley General Tributaria considera esta omisión una infracción, susceptible de una sanción monetaria. En casos de una donación encubierta de 5.000 o 6.000 euros, la multa puede llegar hasta 3.000 euros. No hay que olvidar que el desconocimiento de la ley no exime a los ciudadanos de su cumplimiento, tal como determina el artículo 6.1 del Código Civil.