Trump empuja a Suiza a la UE: un 61% de la población apoya los acuerdos con Bruselas tras los aranceles de EEUU

Los nuevos aranceles del 39% impuestos por Washington refuerzan la percepción de Bruselas como socio económico seguro, con mayorías claras en casi todos los partidos suizos salvo la derecha nacionalista

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La presidenta de la Confederación
La presidenta de la Confederación Suiza, Karin Keller-Sutter, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (REUTERS/Yves Herman)

La ofensiva arancelaria lanzada por el presidente estadounidense Donald Trump contra Suiza ha tenido un efecto inesperado: reforzar el apoyo de la ciudadanía helvética a un acercamiento más estrecho a la Unión Europea. Según una encuesta representativa del instituto GFS Bern, publicada por el diario suizo Blick, un 61% de los consultados respalda ya los llamados acuerdos bilaterales III con Bruselas, un paquete que modernizaría y ampliaría los tratados vigentes entre ambas partes.

En un contexto marcado por la incertidumbre económica y la presión de los nuevos aranceles estadounidenses —que alcanzan hasta el 39% en sectores clave de la exportación suiza—, la UE aparece cada vez más como un “puerto seguro” para la estabilidad económica de Suiza. La encuesta, encargada por la patronal farmacéutica Interpharma y realizada sobre una muestra de mil votantes, revela un cambio de tendencia, especialmente en la base electoral de partidos de centro y derecha liberal.

El golpe de Trump reconfigura el debate suizo

La medida de Washington, calificada en Blick como un “martillo arancelario”, ha supuesto un duro revés para las exportaciones helvéticas, particularmente en la industria farmacéutica, maquinaria de precisión y bienes de lujo. Este enfrentamiento económico, sumado a la imprevisibilidad que muchos suizos asocian a la política estadounidense bajo Trump, ha reforzado la percepción de que mantener y ampliar los vínculos con la UE resulta vital para garantizar la competitividad.

“Los acontecimientos en torno a Estados Unidos han fortalecido la valoración positiva de los acuerdos bilaterales”, explicó a Blick Urs Bieri, autor del estudio. Según los datos, un 64% de los encuestados considera que los tratados actuales aportan “exclusivamente o mayoritariamente ventajas”, frente a apenas un 21% que percibe sobre todo desventajas.

La encuesta fue realizada en gran parte antes de conocerse la magnitud de los aranceles, lo que sugiere que el apoyo a los acuerdos con Bruselas podría ser aún mayor en la actualidad.

La presidenta de la Confederación
La presidenta de la Confederación Suiza, Karin Keller-Sutter, habla durante la 55.ª reunión anual del Foro Económico Mundial (REUTERS/Yves Herman)

Mayorías amplias salvo en la derecha nacionalista

El respaldo a los acuerdos bilaterales se distribuye de forma desigual entre el electorado de los distintos partidos. Los votantes socialdemócratas (SP), verdes y liberales verdes (GLP) figuran entre los más entusiastas: entre un 82% y un 89% apoyan claramente la ampliación del marco contractual con la UE. También en la base de partidos de centro y liberales como el FDP y “Die Mitte” predominan los síes (72%).

La excepción sigue siendo la derecha nacionalista de la Unión Democrática de Centro (SVP), donde un 68% de sus simpatizantes se opone frontalmente a los acuerdos, invocando el temor a una pérdida de soberanía y a un debilitamiento de la democracia directa suiza.

Los defensores del pacto, sin embargo, subrayan sus beneficios económicos. Acceso privilegiado al mercado europeo, mejora de la competitividad y cláusulas de salvaguarda en materia de protección laboral y control de la inmigración aparecen entre los argumentos más citados. Incluso dentro de la base de la SVP, un 60% valora positivamente la inclusión de una cláusula de protección frente a un aumento brusco de la migración.

Nuevos acuerdos sectoriales con respaldo popular

El paquete de Bilaterales III incluye también tres nuevos acuerdos específicos en materia de electricidad, salud y seguridad alimentaria. Según la encuesta de GFS Bern, todos ellos cuentan en este momento con mayorías claras, si bien con matices.

El acuerdo energético es el más respaldado: un 69% de los votantes lo apoya. Este prevé una mayor integración en la red eléctrica europea, mejoras en el suministro y liberalización del mercado. Aunque los sindicatos preparan un posible referéndum en su contra, por temor a un encarecimiento para los consumidores, la opinión pública se muestra favorable.

En el ámbito sanitario, un 68% de los consultados aprueba el nuevo marco de cooperación, que garantizaría a Suiza acceso a los sistemas europeos de alerta y prevención frente a amenazas sanitarias. Solo un 20% lo rechaza.

Más divisiones genera el acuerdo alimentario, que aún así logra un 54% de apoyos frente a un 39% de oposición. El pacto permitiría a Suiza integrarse en el sistema europeo de alerta rápida sobre seguridad alimentaria, sin modificar los controles fronterizos sobre productos agrícolas. El rechazo se concentra de nuevo en el electorado de la SVP.

El horizonte: un referéndum no antes de 2027

La primera votación popular sobre el paquete de Bilaterales III no tendrá lugar, en el mejor de los casos, antes de 2027. Hasta entonces, la política suiza vivirá un largo y previsiblemente intenso debate. Los detractores del acuerdo insisten en el coste económico de la contribución suiza a fondos europeos —unos 350 millones de francos anuales— y en el riesgo de ceder competencias a Bruselas.

Los nuevos aranceles mínimos del 10% que Estados Unidos ha impuesto a las importaciones globales han entrado en vigor este jueves, 7 de agosto, según la orden ejecutiva firmada por el presidente estadounidense, Donald Trump y difundida la semana pasada por la Casa Blanca. (Fuente: White House/EBS/X/Gobierno India/Europa Press)

Los defensores, en cambio, ponen el acento en la necesidad de blindar la estabilidad de la economía helvética en un contexto internacional incierto. La agresiva política arancelaria de Trump ha actuado, en este sentido, como catalizador de un cambio de percepciones.

“Los vínculos estables con la UE son vistos ahora como una garantía frente a los vaivenes de la política estadounidense”, concluye Bieri. Y aunque la última palabra corresponderá a la ciudadanía en las urnas, los sondeos dibujan ya un escenario en el que Suiza parece más cerca de Bruselas que de Washington.