Nina Mariani, arquitecta, sobre la importancia de los balcones: “En España se cerraban para ganar más espacio. Ahora, la gente joven los está recuperando”

Los millennials y la generación Z apuestan por renovar la vida de los balcones abiertos y funcionales

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Nina Mariani, arquitecta, sobre la
Nina Mariani, arquitecta, sobre la importancia de los balcones. (Imagen Composición Infobae/Instagram: @ninamariani.architect)

La recuperación de los balcones en las viviendas españolas se ha convertido en una tendencia marcada por las nuevas generaciones. Según la arquitecta italiana Nina Mariani, “En España, los balcones se cerraban para ganar más espacio. Ahora, la gente joven los está recuperando”, comentó en una entrevista con Arquitectura y Diseño.

Es decir, la juventud está experimentando un cambio de mentalidad. Los espacios exteriores ya no se consideran útiles solo en verano, sino que se integran en la vida cotidiana durante todo el año.

Una tendencia que deshace reformas del pasado

Mariani subraya que, a diferencia de épocas anteriores, las generaciones millennial y Z están revirtiendo las reformas de sus padres, que eliminaban los balcones, devolviéndoles su función original.

“Existe un gran interés en recuperarlos, por convertirlos en estancias agradables, aunque no haya mucho espacio”, afirmó. Un fenómeno que es cada vez más visible en ciudades como Barcelona, donde la presión por ganar metros interiores llevó en el pasado a cerrar estos espacios, una práctica que hoy se cuestiona.

Italia, referente en el uso de balcones

La arquitecta compara la cultura del uso del balcón en Italia y España. “En Italia hay un gran vínculo con el balcón. Aunque sea pequeño, se cuida y se decora con cariño: plantas, flores, textiles, luces... No se ve como un espacio secundario, sino como una prolongación natural de la casa, e incluso como parte del paisaje urbano”.

El balcón italiano cumple funciones domésticas y sociales: es lugar para tomar café, charlar con los vecinos o simplemente observar la vida urbana. “Es casi una forma de presencia en la vida del barrio, una costumbre muy arraigada que mezcla lo íntimo con lo social”, señala Mariani.

Un balcón decorado con plantas.
Un balcón decorado con plantas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Diferencias generacionales más que geográficas

Para la arquitecta, las diferencias entre España e Italia no radican tanto en diseño o tamaño, sino en la época y la prioridad de cada generación.

“No diría que existe una diferencia clara, ya que Italia y España son países muy similares en muchas costumbres y estilos de vida. Pero sí, noto matices interesantes, más relacionados con la época del país. En muchas viviendas que reformo en Barcelona, por ejemplo, los balcones originales fueron cerrados en algún momento para ganar metros interiores”, explica.

Hoy, sin embargo, observa un cambio positivo: los balcones están recuperando protagonismo, incluso los más pequeños se reinventan como mini oasis urbanos: huertos, rincones para tomar café o incluso mini salas de cine. “Estamos redescubriendo el placer de tener un trocito de exterior, aunque vivamos en plena ciudad”, afirma.

Inspiración y nuevas formas de habitar el exterior

Mariani destaca la sensibilidad estética italiana y la cultura del aire libre española como fuentes de inspiración. “De Italia me inspira esa búsqueda constante de lo bello, incluso de lo cotidiano. Hay una sensibilidad muy fuerte hacia los detalles estéticos, y se nota incluso en el balcón más pequeño. Cualquier rincón puede transformarse en algo acogedor y con carácter”, señala.

En España, valora especialmente los proyectos de rehabilitación de azoteas como espacios comunitarios que se convierten en centros de vida vecinal, con zonas de descanso, piscinas o pequeños jardines.

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Un cambio impulsado por la pandemia

La pandemia aceleró el redescubrimiento de los balcones. “Definitivamente, están ganando protagonismo. Muchas personas redescubrieron el valor de tener un pequeño espacio exterior en casa. Ya no son solo un lugar para tender la ropa, sino también un espacio de bienestar, descanso y conexión con el exterior”, asegura Mariani.

La integración entre interior y exterior se ha convertido en una prioridad en el diseño contemporáneo: “En muchos proyectos trabajamos para integrar el interior y el exterior, utilizando el mismo pavimento dentro y fuera y grandes ventanales correderos que, al abrirse, eliminan la barrera física, creando un único espacio continuo. Con muy poco (una planta, una silla, una guirnalda de luces) se puede convertir ese rincón en un pequeño refugio urbano lleno de encanto y funcionalidad. Y en ciudades densas como Barcelona, eso es un verdadero lujo”, concluye.