Cómo funciona la Unidad Central de Identificación, el equipo de la Policía Nacional encargado de reconocer a las personas

Desde huellas dactilares hasta técnicas forenses avanzadas, esta unidad pone rostro y nombre allí donde parecía imposible

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Huellas dactilares y reconocimiento facial
Huellas dactilares y reconocimiento facial para mayor seguridad e identidad digital (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el mundo de la investigación criminal, la identificación de personas es un proceso tan delicado como crucial. En España, este trabajo recae en la Unidad Central de Identificación (UCI) de la Policía Nacional, una división especializada dependiente de la Comisaría General de Policía Científica. Esta unidad no solo se encarga de reconocer a personas vivas, sino que también juega un papel fundamental en la identificación de fallecidos y en la gestión de casos complejos.

Huellas, biometría y reconocimiento facial

El primer paso para muchas investigaciones es la identificación mediante huellas dactilares, un método clásico pero extremadamente fiable. Sin embargo, la UCI no se limita a lo tradicional: emplea identificación facial y biométrica, técnicas que permiten reconocer a individuos incluso en condiciones donde la identificación convencional sería imposible. Gracias a estas tecnologías, la Policía Nacional puede localizar e identificar personas desaparecidas o víctimas de delitos de manera más rápida y precisa.

Pero su labor no termina ahí. La unidad también realiza necropunciones, procedimientos médicos-legales que permiten obtener muestras de cadáveres para identificar a personas fallecidas cuando los métodos habituales no son suficientes. Estos procesos requieren conocimientos avanzados de antropología forense, que estudia los restos humanos para determinar características como la edad, el sexo o la causa de muerte. Además, algunos casos complejos requieren el uso de entomología forense, que analiza insectos presentes en el cuerpo para estimar el momento del fallecimiento y el periodo de descomposición.

Reconocimiento de datos biométricos como
Reconocimiento de datos biométricos como huellas dactilares y reconocimiento facial para mayor seguridad e identidad digital (Imagen Ilustrativa Infobae)

Coordinación en sucesos de gran envergadura

Más allá del trabajo individual, la Unidad Central de Identificación tiene un papel clave en la coordinación de actuaciones en sucesos con múltiples víctimas, como accidentes de tren o metro, catástrofes naturales o grandes incendios. En estos escenarios, la identificación rápida y precisa de las víctimas es esencial tanto para la investigación criminal como para ofrecer respuestas a familiares y allegados.

El trabajo de esta unidad combina la ciencia más avanzada con un componente humano fundamental: la necesidad de ofrecer respuestas en situaciones dramáticas, donde cada dato puede ser vital. Su labor no solo tiene repercusiones legales, sino también emocionales, ya que poner un nombre a un rostro perdido puede significar un cierre imprescindible para familias que sufren la desaparición de un ser querido.

Otro de los pilares de la UCI es la gestión de sistemas informáticos de personas desaparecidas y restos humanos no identificados. Estos registros permiten centralizar información de todo el país, facilitando que los equipos de investigación puedan comparar datos, identificar patrones y localizar a personas de manera más eficiente. En este sentido, la unidad actúa como un nexo tecnológico y científico, que integra información de distintos cuerpos policiales y centros forenses.

La Unidad Central de Identificación de la Policía Nacional representa un eslabón esencial en la cadena de la investigación criminal. Su trabajo abarca desde las técnicas más modernas de identificación biométrica hasta procedimientos científicos forenses extremadamente complejos. Además, su capacidad de coordinación en sucesos de gran magnitud y su gestión de sistemas informáticos convierten a esta unidad en un referente dentro de la policía científica española.