“Ya no soy francés”: la historia rocambolesca de un joven que se quedó sin papeles tras haber vivido 20 años con la nacionalidad

Un error administrativo y una renuncia de paternidad dejaron a Hugues en un limbo legal, bloqueando su vida académica y profesional

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El pasaporte de Francia (Canva)
El pasaporte de Francia (Canva)

Lo que comenzó como una historia de integración y superación académica se ha convertido en una pesadilla administrativa para Hugues, un joven malgache nacido en 1998 en Tamatave (Madagascar), cuya nacionalidad francesa ha quedado en suspenso debido a un enredo legal y burocrático que dura ya más de una década.

Hugues llegó a La Reunión con su madre siendo un niño. Su madre, casada con un ciudadano francés, le otorgó una estabilidad inicial que incluyó la nacionalidad francesa en 2006, gracias a que su padrastro reconoció legalmente al menor. “Él se toma su papel de padre muy en serio, pero yo no entiendo nada de lo que sucede. Lo importante para mí es estar con mi madre”, explica Hugues.

Sin embargo, lo que nadie sabía entonces era que en 2009 su padrastro había iniciado un procedimiento de renuncia de paternidad que deshacía la filiación legal y, con ella, la nacionalidad adquirida por Hugues. La madre, ignorante de las consecuencias, no comunicó la situación al hijo.

El desencuentro con la administración francesa

En 2010, Hugues se traslada a la Francia continental para continuar sus estudios, mientras su madre inicia una nueva relación y se muda a Mayotte. El joven, a pesar de pasar por distintas casas de familiares y amigos, mantiene un rendimiento académico brillante: obtiene el bachillerato con mención y luego estudia en Néoma Business School en Reims, donde lidera proyectos culturales y de gestión con gran responsabilidad.

Todo parecía encarrilado hasta 2019, cuando Hugues solicitó la renovación de su pasaporte para participar en un intercambio académico. Fue entonces cuando comenzó la pesadilla. La subprefectura de Reims le solicita la devolución de sus documentos de identidad, alegando problemas con su acta de nacimiento. Sin recibir ningún documento oficial, Hugues se encuentra en una situación legal confusa: pese a ser de facto ciudadano francés, sus papeles están caducados y no puede renovarlos.

Una visa francesa (Canva)
Una visa francesa (Canva)

Según Hugues, “me dicen que todo está relacionado con Madagascar y que mi expediente está en el Parquet de Nantes. Nadie me da una solución concreta”. France3 recoge cómo, tras indagar, descubre que en 2016 el Ministerio de Asuntos Exteriores solicitó la anulación de su acta de nacimiento, siete años después de la renuncia de paternidad. En 2017, el Parquet decide no anularla, indicando que Hugues debería realizar una acción en extraneidad, un concepto jurídico que hasta hoy no le ha permitido regularizar su situación.

Una vida laboral bloqueada

En 2022, Hugues finaliza sus estudios y consigue un contrato indefinido como jefe de proyectos en el sector benéfico. Sin embargo, en 2024 su situación legal le impide ocupar un nuevo puesto a responsabilidad. Sus documentos de identidad no son válidos, y el joven se ve obligado a recurrir a trabajos precarios para poder subsistir y pagar sus obligaciones.

Estoy en situación irregular. Me siento paralizado. Mi carrera está en pausa por algo que debería estar resuelto hace años. Solo quiero recuperar mi vida y ejercer mis derechos como ciudadano francés”, afirma Hugues.

El llamamiento al Estado

Tras múltiples gestiones ante abogados, mediadores y el Parquet de Nantes, Hugues ha presentado en noviembre de 2024 una solicitud de regularización en la prefectura de Reims, sin obtener respuesta tras cinco relances. La prefectura de la Marne ha declarado a France3 que está contactando con los servicios pertinentes para esclarecer la situación.

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“Quiero que el Estado me explique cómo puedo salir de esta situación. No puedo ser otra cosa que francés”, concluye Hugues, cuya historia sirve de alerta sobre las consecuencias humanas de los errores administrativos y la necesidad urgente de mecanismos de protección más claros para quienes se ven atrapados en ellos.