Una ecuatoriana que vive en Cataluña cuenta su experiencia: “Quería tener amigas catalanas y no he podido, pero es normal. Yo debería adaptarme”

La influencer Anastasia Victoria relata en un vídeo de TikTok cómo el catalán fue una barrera para socializar durante su máster en Barcelona, aunque se compromete a aprenderlo en el futuro

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Anastasia Victoria en su vídeo
Anastasia Victoria en su vídeo de TikTok (@anastasiavictoriav / TikTok)

La influencer Anastasia Victoria, de origen ecuatoriano y ruso, explica en un vídeo publicado en la red social TikTok cómo la lengua catalana se convirtió en un obstáculo para socializar durante su etapa como estudiante de máster en Barcelona. Pese a dominar el castellano, reconoce que no logró superar la barrera lingüística y se compromete a volver a intentarlo.

Llegó a la capital catalana hace dos años con el objetivo de cursar un máster y ampliar horizontes académicos y vitales. Sin embargo, la experiencia de Anastasia Victoria no resultó tan sencilla como había imaginado. Su principal escollo no fue la adaptación al ritmo de la ciudad ni el nivel académico, sino el idioma.

“Quería tener amigas catalanas y no pude”, relata en su vídeo. A pesar de hablar perfectamente castellano, reconoce que le resultó muy complicado integrarse en los círculos de sus compañeros, en su mayoría catalanohablantes. “Obviamente, entre todos hablaban en catalán”, explica, subrayando que la dinámica grupal la dejaba al margen de muchas conversaciones cotidianas.

La joven añade que su carácter reservado tampoco ayudó. “Soy un poco tímida y me costaba integrarme”, admite, lo que acentuó la sensación de aislamiento.

Autocrítica y voluntad de aprendizaje

Lejos de reprochar a sus compañeros el uso del catalán, Anastasia ofrece un discurso conciliador: “No hay nada de malo, están en su ciudad y es normal. Yo me debería adaptar y aprender catalán”. Con esta reflexión, rompe con el tono de queja que a menudo acompaña a los testimonios de extranjeros en Cataluña y sitúa la responsabilidad en su propia capacidad de adaptación.

Anastasia Victoria en su vídeo
Anastasia Victoria en su vídeo de TikTok (@anastasiavictoriav / TikTok)

Durante los dos años que permaneció en Barcelona, no consiguió alcanzar un nivel de catalán suficiente para sentirse cómoda, pero asegura que no se da por vencida. “Algún día lo volveré a intentar”, afirma con determinación, consciente de que el idioma es una puerta de entrada fundamental a la vida social en la capital catalana.

Debate en las redes sociales

Su testimonio ha generado un intenso debate en TikTok. Entre quienes defendieron la normalidad del uso del catalán, se leyeron comentarios como: “¿Qué quieres? ¿Que entre ellos hablen en otro idioma por ti?” o “Nosotros no tenemos por qué hablar en español si Cataluña tiene lengua propia”.

Otros mensajes fueron incluso más tajantes: “Tienes que aprender catalán, o si no, vete a Andalucía”, escribía un usuario, reflejando la tensión que habitualmente despierta esta cuestión en el espacio digital.

Sin embargo, no todas las reacciones fueron críticas. Algunos internautas apuntaron que, en su experiencia, la barrera idiomática no siempre resulta tan determinante. “He estudiado en varios sitios desde que llegué y siempre había compañeros que no hablaban catalán. La gente hablaba en castellano y se hicieron amigos perfectamente”, opinaba otro. Para estos usuarios, el problema de Anastasia podría estar más relacionado con su carácter reservado que con el idioma en sí.

El 'DNI catalán' que promueve el Consell de la República se llama Identitat Digital.

Una perfil sobre sus vivencias

Anastasia Victoria ha sabido convertir sus vivencias en material para su comunidad digital. En su perfil @anastasiavictoriav comparte vídeos en los que compara la vida en Ecuador con la de España, siempre con un tono cercano y humorístico. En muchas de sus publicaciones improvisa con los recursos disponibles, como cuando utilizó una tarjeta de transporte T-Mobilitat como soporte de micrófono.

Aunque el inicio de su paso por Barcelona estuvo marcado por la frustración de no haber podido integrarse del todo en el ámbito social, la influencer admite haber adquirido un aprendizaje que trasciende lo académico: la integración requiere esfuerzo personal y voluntad de comprender la cultura y la lengua locales.