Los alemanes que vuelven al trabajo después de jubilarse: la tendencia que se adelanta a los recortes en las pensiones y podría extenderse a España

Mientras los expertos avisan de un déficit en el sistema de pensiones y los políticos anticipan recortes en las prestaciones, millones de ciudadanos mayores de 67 buscan de nuevo un empleo

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Estudios demuestran que esto sucede debido a que la esperanza de vida aumenta

El envejecimiento de la población, la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y la pérdida de poder adquisitivo tras la jubialción en entornos de alta inflación son algunos de los principales retos a los que se enfrentan la mayoría de economías desarrolladas. Las tendencias demográficas y la coyuntura económica evolucionan de forma similar en gran parte de los países europeos, poniendo en cuestión el papel de los ciudadanos de la tercera edad en el mercado laboral.

Mientras varias naciones plantean retrasar la jubilación hasta edades que no se habían visto hasta ahora, como es el caso de Dinamarca, y otras proponen reformas estructurales en la forma de cálculo de las pensiones, un fenómeno diferente se desarrolla en Alemania. En el país germano, cada vez más jubilados regresan al mercado laboral, ya sea para complementar su pensión o para mantenerse activos y sentirse útiles. Esta novedad, impulsada por el gobierno, refleja un cambio en la forma de concebir la jubilación en un país con una población que envejece rápidamente y en el que el canciller Friedrich Merz ha avisado de “dolorosas” reformas en las prestaciones sociales este otoño.

Pete Maie, de 70 años, exsoldado y exresponsable logístico, busca empleo como preparador de pedidos a través de una agencia especializada en mayores. Cinco años después de dejar el mercado laboral, Maie asegura que su motivación no es solo económica: “Hoy me falta una misión, el sentimiento de ser útil”, confiesa en delcaraciones a Le Figaro. En Alemania, más de 1,1 millones de personas trabajan tras los 67 años, sobre una población activa de unos 46 millones.

Posibles riesgos para la salud

El sistema de pensiones alemán, que en 2023 costaba 408.000 millones de euros, un 60% más que en 2010, está bajo presión. Para incentivar la permanencia de los mayores en el trabajo, el gobierno propone exenciones fiscales de hasta 2.000 euros mensuales sobre los salarios percibidos tras la edad legal de jubilación. Además, algunos políticos han planteado retrasar la jubilación hasta los 70 años.

Foto de archivo de una
Foto de archivo de una mujer mayor trabajando. (iStock)

Sin embargo, la medida genera críticas: expertos señalan que podría beneficiar principalmente a jubilados acomodados y penalizar a quienes desempeñan trabajos duros, difíciles de reconvertir tras los 60. Por otra parte, la prolongación de la etapa laboral supone aumentar exponencialmente el riesgo de accidente laboral o enfermedad derivada de la atividad de trabajo para los trabajadores más mayores.

El caso de España

En España, donde el sistema de pensiones también enfrenta un déficit creciente y algunos sectores sufren escasez de trabajadores cualificados, esta tendencia podría replicarse en los próximos años. La prolongación de la vida laboral podría ayudar a aliviar la presión sobre las pensiones y cubrir vacantes en sectores críticos. Sin embargo, habría que adaptar los puestos de trabajo, ofrecer incentivos y combatir la discriminación por edad, además de instaurar protecciones adicionales para los empleados.

Las pensiones de jubilación en 2025 y su capacidad adquisitiva auguran un futuro sombrío para nuestros mayores.

Actualmente, la edad de jubilación es de 66 años y 6 meses, y subirá a 67 años en 2027. El país cuenta con más de 12 millones de pensionistas, con un gasto superior al 12 % del PIB. Aunque la mayoría de los jubilados abandona la vida laboral al alcanzar la edad legal, algunos continúan activos en profesiones liberales, comercio, agricultura o servicios, motivados tanto por razones económicas como personales.