La profesora que hace cada día 600 kilómetros para ir al trabajo: “He cogido miedo a conducir”

Alumnos y docentes regresan a las aulas en España en medio de polémica por adjudicación de plazas

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La profesora que hace cada
La profesora que hace cada día 600 kilómetros para ir al trabajo. (Marta Fernández / Europa Press)

El inicio del curso escolar en España, que este año moviliza a más de ocho millones de alumnos y cerca de 822.000 docentes en la enseñanza no universitaria, vuelve a poner en primer plano las condiciones laborales de los profesores desplazados a cientos de kilómetros de su residencia.

En paralelo, 1,3 millones de estudiantes universitarios también regresan a las aulas, en un calendario escalonado que sitúa el arranque del curso entre el 8 y el 15 de septiembre, según la comunidad autónoma.

Mientras las autoridades educativas insisten en la importancia de la salud mental y la digitalización en las aulas, el profesorado denuncia la falta de planificación y flexibilidad en los procesos de adjudicación de plazas.

Blanca: 600 km al día para dar clase

Uno de los casos más llamativos es el caso de Blanca (nombre ficticio), una maestra de 29 años de edad originaria de Lleida, Cataluña. “He cogido miedo a conducir”, confesó al relatar su experiencia en Rac 1 por la cual tiene que recorrer 600 kilómetros para acudir a su puesto de trabajo en Figueres (tres horas de ida y tres horas vuelta).

La alternativa del tren tampoco resulta viable, por lo que su única opción es el coche. “En coche son prácticamente tres horas por trayecto y en tren casi ocho horas en total.”

Trayecto de Lleida a Figueres.
Trayecto de Lleida a Figueres. (Imagen: Google Maps)

El año pasado, cinco horas diarias al volante

La experiencia previa de Blanca ya había sido complicada. En el curso anterior, la destinaron a Santa Coloma de Gramenet, lo que suponía invertir hasta cinco horas diarias en desplazamientos.

“Tardaba unas dos horas para ir y la vuelta podía llegar a ser tres horas. La opción de transporte público no era viable porque no había tren para llegar a la hora”, explica.

El impacto sobre su bienestar fue inmediato: “En cuanto a salud mental terminé muy mal y cogí miedo y ansiedad a la hora de conducir”.

Trayecto de Lleida a Santa
Trayecto de Lleida a Santa Coloma de Gramenet. (Imagen: Google Maps)

Recurso denegado y sin salida

Ante la nueva adjudicación, Blanca se planteó varias alternativas, como solicitar la reducción de jornada o mudarse a Figueres. Sin embargo, los elevados precios del alquiler y su estado anímico lo hicieron inviable.

Decidió entonces recurrir a los servicios territoriales, pero la respuesta fue tajante: “Hice un recurso a los servicios territoriales donde explicaba mi expediente, que sufría ansiedad a la hora de conducir... y me dijeron que los motivos personales no pueden tenerse en cuenta”. “La respuesta que me han dado es que son motivos personales y no laborales”, indica.

Sin apoyo médico claro

La vía de la baja médica tampoco resultó una salida realista: “Mi doctora me ha dicho que es un problema laboral, pero no de salud”. En consecuencia, Blanca se enfrenta a la disyuntiva de continuar con los desplazamientos o abandonar temporalmente la docencia.

Pero su caso no es aislado. Mireia, otra profesora residente de Amposta, ha sido destinada a Esplugues de Llobregat, y pese a las dificultades, ha decidido iniciar el curso.

La estrecha relación entre vivienda y salud mental: un estudio revela que el 40% de la población ha sufrido ansiedad y un 23% depresión.

Adjudicaciones en entredicho

El sistema de adjudicación de plazas, que afecta a miles de docentes en toda España, obliga a muchos a aceptar destinos alejados de su entorno familiar y social.

Este verano, por ejemplo, la Generalitat de Cataluña tuvo que paralizar y rehacer el reparto de plazas tras detectar incidencias graves que afectaban a casi 3.000 profesores.