Un niño roba las propinas del cesto de un restaurante: la justicia persigue a la mujer que lo acompañaba

El menor iba acompañado de una mujer adulta que esperaba a que él cometiera el acto para después salir tras él

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FILE PHOTO: A video surveillance
FILE PHOTO: A video surveillance sign is seen next to Hikvision surveillance cameras overlooking a street in Beijing, China December 14, 2021. Picture taken December 14, 2021. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins/File Photo

Lo que parecía una jornada habitual de trabajo en el restaurante Pastella, en Charleroi, Bélgica, terminó convirtiéndose en un episodio que ha dejado al equipo con un sabor amargo. El pasado sábado a las 18:00, cuando el local estaba completamente lleno y el personal se encontraba concentrado preparando pedidos para llevar, un niño acompañado de una mujer entró en el restaurante. Minutos después, y ante la mirada de las cámaras de seguridad —pero no del personal—, el menor sustrajo una alcancía que contenía las propinas acumuladas por más de un año de trabajo.

Alèn Poghosian, gerente del restaurante, ha revisado las imágenes de videovigilancia en numerosas ocasiones, sin poder aún asimilar lo ocurrido. “Vemos al niño llegar aquí, cerca de la alcancía. Vemos al niño que acaba de llegar a un lado, justo aquí. Y vemos la alcancía, la alcancía azul. Están esperando a que lleguen todos los clientes al mostrador. Son clientes de comida para llevar. Los empleados están ocupados trabajando aquí. No les prestan atención. Vemos al niño tomándola con ambas manos. Lo vemos irse. Y vemos a la mujer esperar unos segundos y darse la vuelta”, relata Poghosian con frustración.

La pérdida va más allá del valor monetario. La caja contenía propinas destinadas al equipo de recepción y cocina, que habían sido generosamente entregadas por los clientes a lo largo de más de un año. Una bonificación esperada por todo el personal que ahora, debido a este acto, no podrán recibir.

“¿Me duele eso? Mucho, sobre todo por mis compañeros. Sobre todo por los clientes que han dado tantas propinas este último año. Muchas recompensas para mis compañeros. Nos duele mucho”, lamenta Poghosian.

Su colega y también gerente del restaurante, Esteban Delbart, agrega: “Es una pena para el equipo. Trabajaron un año. Incluso más. Fue hace un año y unos meses, incluso. Es poco más de un año. Trabajaron para conseguir esta recompensa a fin de año. Pero, por desgracia, no la recibirán porque se la robaron”.

Sin denuncia, pero con intención de concienciar

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Pese a la gravedad del hecho, los dueños del restaurante han optado por no presentar una denuncia formal. Poghosian justifica su decisión apelando a la humanidad del caso: “Fue un niño quien robó la caja registradora. Me dolió un poco”, admite. “Pero solo espero que el dinero robado se use para comida y no para otras cosas. La razón por la que publiqué esto en redes sociales no es para señalar a nadie ni nada por el estilo. Es para concienciar. Hace aproximadamente un mes y medio, en una de nuestras freidurías, el Marabout de Gilly, nos pasó lo mismo: nos robaron una alcancía”.

Sin embargo, la justicia belga podría intervenir de oficio, dada la implicación de un menor en un delito. Según explicó el abogado del restaurante, Salvatore Callari, la ley contempla sanciones más severas cuando un adulto utiliza a un menor para cometer un delito: “Un adulto que utiliza a un menor para cometer un delito, y en particular, hablamos de robo, se arriesga a una pena más severa. En cualquier caso, la pena mínima prevista por la ley se incrementa al ser un menor el que fue utilizado. Y se incrementa aún más cuando se trata de un menor de 16 años. Para el menor, existen medidas de protección previstas por la ley”, precisa.

Tras el robo, el equipo del restaurante ha decidido reforzar las medidas de seguridad. Planean reemplazar la tradicional alcancía por una nueva caja totalmente segura, que permita proteger el esfuerzo colectivo del personal frente a este tipo de incidentes.