La enfermedad de la lengua azul que mata a los corderos españoles adelanta la primera subida de precios de la Navidad

El Ministerio de Agricultura anunció que en 2024 se había consumido un 9% menos de carne de ovino y caprino, una cifra que puede aumentar por la escasez de ejemplares

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Esta enfermedad vírica no contagiosa
Esta enfermedad vírica no contagiosa se transmite a través de la picadura de ciertas especies de mosquitos (FreePik)

A falta de casi cuatro meses para que empiecen las fiestas navideñas, el sector ganadero se ha visto obligado a advertir que los precios de uno de los platos más típicos de las cenas de Navidad, el cordero, encarecerá sus precios como consecuencia del aumento de muertes de estos animales en España.

La culpa de que los corderos mueran desde hace meses en España es del avance de la enfermedad de la lengua azul. Esta enfermedad vírica no contagiosa se transmite a través de la picadura de ciertas especies de mosquitos y afecta tanto a rumiantes domésticos como a los salvajes, principalmente a ovinos, bovinos, caprinos y camélidos, según explica la Organización Mundial de Sanidad Animal.

Entre los síntomas más comunes que pueden presentar los animales afectados por esta enfermedad se encuentran la pérdida de peso, la interrupción del crecimiento de la lana o incluso la muerte. Lo cierto es que la gravedad varía dependiendo de la especie, pero la probabilidad de que el animal fallezca está entre el 2% y el 30%, aunque puede alcanzar el 70%.

El principal problema para la ganadería española surge tras la circulación de una nueva cepa de este virus, la cuarta que deambula de forma simultánea en España. Este serotipo, que se registró por primera vez hace dos años en Holanda, no ha conseguido una vacuna sólida, como si se consiguió en los laboratorios europeos para combatir las tres anteriores.

Además, la mortalidad de esta nueva cepa se ceba principalmente con las hembras que se encuentran en la última fase de gestación y en periodo de lactancia, provocando en muchos casos que los ejemplares no lleguen a nacer. Si logran vivir, los corderos jóvenes se ven a su vez debilitados, impidiendo que lleguen a la fase de madurez, engorde y matadero. Esta vez, la inyección no ha conseguido reducir la mortalidad, haciendo que la expansión del virus continúe y creciendo la alarma de cara a las fiestas, ya que, en estas fechas, es cuando deben nacer los corderos que se consumirán en Navidad.

Declaraciones del secretario general de Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, Miguel Padilla, quien ha mostrado la "preocupación" de su organización por el tema de los aranceles. "No solo por las exportaciones que hacemos de algunos productos, como es el vino o el aceite, sino por las importaciones que necesitamos de algunos productos en los que somos totalmente deficitarios", ha señalado.

La llegada del frío ayudaría a mermar el problema

La alta mortalidad de los corderos se ve impulsada a su vez por el cambio climático, ya que, según apuntan desde Asaja, el insecto que transmite el virus no se desactiva hasta que pasa el calor. Con lo cual, si durante octubre las temperaturas no descienden lo suficiente, la combinación del termómetro y la poca eficacia de las vacunas hará mermar de manera significativa la oferta de cordero para las fiestas, repercutiendo en sus precios de cara a la venta.

El responsable de ovino-caprino de COAG, Antonio Punzano, declaró que “habrá un déficit importantísimo del cordero que viene para Navidad”, aunque es muy difícil estimar la dimensión de las pérdidas. Según el ganadero, Extremadura es de las regiones más afectadas, donde los granjeros han perdido durante 2025 el 10% de sus ovejas.

Lo cierto es que esta reducción en ejemplares de corderos no hace más que agravar los datos de 2024, cuando el Ministerio de Agricultura anunció que se había consumido un 9% menos de carne de ovino y caprino en España. Además, según el INE y como consecuencia de la inflación su precio se ha encarecido un 18,3% en los últimos dos años, haciendo que las familias se decanten por opciones más económicas como el pollo.