Francisco Rodríguez, economista, sobre la crisis de la vivienda en España: “Los precios están en máximos y recuerdan a 2008”

La brecha entre ingresos y precios de la vivienda aleja a la mayoría de la población del acceso a una casa y agudiza las diferencias generacionales, según advierte el experto

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La compraventa de viviendas se disparó en junio un 17,9% respecto al mismo mes de 2024, hasta un total de 59.021 operaciones, según ha informado este martes el Instituto Nacional de Estadística (Fuente: INE / Europa Press).

La brecha entre los salarios y el coste de la vivienda se afianza como uno de los factores más preocupantes en la actual crisis inmobiliaria que atraviesa España, según el análisis del catedrático de Economía de la Universidad de Granada, Francisco Rodríguez. En una entrevista con el diraio El Mundo, Rodríguez alerta de que en los últimos 10 o 15 años, los salarios han crecido apenas un 19%, mientras que los precios de la vivienda se han incrementado un 40%, lo cual mantiene a la mayoría de la población alejada tanto de la compra como del alquiler de una vivienda en condiciones dignas.

La presión social por un cambio legislativo ha llevado a los afectados a exigir un pacto de Estado y acciones urgentes. Actualmente, el acceso a una vivienda se ve mediatizado por diversos factores estructurales. Rodríguez afirma que “España es un país donde los mayores de 65 años tienen el 70% de la riqueza inmobiliaria y sus pensiones son sostenidas por los menores de 45 y 50 años. Eso genera una cierta distorsión sobre la sostenibilidad”. A su juicio, esta situación introduce desequilibrios intergeneracionales y complica la viabilidad futura del sistema económico y de pensiones.

“Crisis de oferta y estrangulamiento regulatorio”

Rodríguez sostiene que la crisis actual no responde al mismo patrón que el desplome de 2008: “Estamos ante una crisis de vivienda, pero es el reverso de la de 2008. Esta es una crisis de oferta y de estrangulamiento regulatorio ... Todo lo que hay que hacer como agilizar licencias, que salga la Ley del Suelo, que haya menos trámites administrativos, que se vigile más el alquiler y que haya seguridad jurídica está bloqueado”. Enfatiza, además, que la coordinación entre administraciones es crucial y que el bloqueo de reformas, especialmente la Ley del Suelo, obstaculiza cualquier avance.

Bloque de viviendas de El
Bloque de viviendas de El Raval. (Jorge Franganillo)

La transmisión generacional de la riqueza inmobiliaria no es la única causa del problema para el catedrático. Insiste en que el contexto incluye desde el desarrollo de alquileres turísticos hasta la falta de control urbanístico y la sobreinversión. “Estamos ante una crisis de precios con muchísimos factores. Se puede meter desde el alquiler turístico hasta las leyes del suelo, los planes urbanos o una inversión desaforada. Y en cada uno de los micromercados que hay en España, pesa más un factor u otro”, detalla Rodríguez a El Mundo. “Los precios de la vivienda están en máximos y recuerdan a 2008”, ha sentenciado.

Alternativas al modelo actual

Entre las posibles reformas, el experto destaca modelos de cesión temporal de vivienda ya aplicados en otros países europeos: “Se ceden alquileres en situaciones puntuales. Es decir, mientras se están cursando estudios universitarios, durante determinada edad o si estás formando una familia, pero no se entienden como un derecho infinito”. Rodríguez enfatiza que “la vivienda debe volver a estar protegida con incentivos temporales y orientados a determinados colectivos para evitar guetos y desequilibrios urbanos”. También recuerda la importancia de evitar que la vivienda de protección oficial termine convertida en objeto de especulación, como en casos anteriores.

Cuando los ingresos no aumentan al mismo ritmo que los precios: los españoles pierden hasta 1.200 euros de poder de compra por la inflación.

A pesar de la urgencia, el economista reconoce que no existe una solución simple e insta a afrontar reformas audaces: “Aunque fuera por prueba y error deberíamos intentar algo”, resumiendo la necesidad de innovar en políticas y regulación para paliar “una de las peores crisis de vivienda vividas en las últimas décadas”, de acuerdo con las palabras recogidas por El Mundo.