AENA carga contra “el lloriqueo y la infumable extorsión” de Ryanair: “Si siguiéramos sus exigencias, los aeropuertos no funcionarían bien”

Ryanair ha anunciado esta mañana su retirada parcial de algunos aeropuertos españoles, y atribuye su decisión a lo que considera “tasas aeroportuarias excesivas y poco competitivas”

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AENA responde a Ryanair tras
AENA responde a Ryanair tras su retirada parcial de algunos aeropuertos españoles. (Montaje Infobae España con imágenes de Europa Press)

La empresa pública AENA ha contraatacado después de que Ryanair anunciara su retirada parcial de algunos aeropuertos españoles, y atribuye su decisión a lo que considera “tasas aeroportuarias excesivas y poco competitivas”. Así, la aerolínea irlandesa ha decidido cerrar su base en Santiago de Compostela y cancelar completamente sus operaciones hacia Vigo y Tenerife Norte, además de suspender las rutas en Valladolid y Jerez, junto con la reducción de su actividad en Asturias, Santander, Vitoria y Zaragoza. En total, se calcula que habrá dos millones de plazas menos en el mercado nacional el próximo año.

Desde AENA han lanzado un comunicado en respuesta al anuncio de Ryanair, en el que cuestiona duramente los argumentos de la aerolínea y señala que se trata de una práctica sistemática de presión que la compañía ha desplegado en varios países europeos. “Ryanair tiene una inquietante concepción plutocrática del sistema político”, explican desde AENA, añadiendo que la aerolínea “pide el cambio de leyes a su favor porque considera que la toma de decisiones de los gobiernos debe doblegarse a los intereses de las empresas”.

Además de las críticas por la forma pública de reclamar beneficios, la gestora de aeropuertos ha denunciado la naturaleza de las demandas de Ryanair como motivadas por la búsqueda de favores económicos y no por problemas reales del modelo español, y tilda de “asombrosa” la discordancia entre los resultados operativos y el discurso público de la empresa irlandesa.

“Ni el Gobierno de España ni AENA pueden modificar a su antojo las tarifas aeroportuarias que la ley define”

Y es que la polémica se ha desatado cuando Eddie Wilson, CEO de Ryanair, ha señalado ante la prensa que el alza de las tarifas fijadas para la próxima temporada eran la causa de la retirada de vuelos. Por su parte, AENA rebate este argumento y recuerda que el incremento propuesto para 2026 es de 0,68 euros por pasajero, muy lejos de las cantidades sugeridas por la aerolínea en sus declaraciones públicas.

El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha defendido que su objetivo es "seguir defendido los derechos" de los consumidores.

“Todo el mundo sabe que la decisión de un ciudadano de coger un avión no depende de que el billete de avión cueste 68 céntimos de euro más el año que viene, pero Ryanair insiste una y otra vez en lo contrario”, replica la entidad.

Asimismo, la compañía pública recuerda que las tarifas aeroportuarias se regulan por la Ley 18/2014 y que cualquier modificación sigue “fórmulas matemáticas objetivas”, lo que impide tratos de favor por intereses privados. AENA también subraya que estas tarifas no se deciden de manera caprichosa y que “ni el Gobierno de España ni AENA pueden modificar a su antojo las tarifas aeroportuarias que la ley define porque cometerían una ilegalidad si deformaran sin justificación unas prestaciones patrimoniales públicas”.

A esto se le suma que las tasas en aeropuertos regionales, donde se han producido los principales recortes de Ryanair, ascienden a aproximadamente 2 euros por pasajero adicional, una cifra muy por debajo del promedio europeo y de los 10,35 euros de media en los principales aeropuertos de la red española. “No es verdad que Ryanair elimine rutas en estos aeropuertos porque las tarifas son caras”, recoge el texto oficial, y alega que la reducción obedece más a la rentabilidad de las rutas que a la estructura tarifaria.

Acusaciones sobre las inversiones y las subvenciones: “Todas las inversiones de AENA las paga con su dinero”

Según Ryanair, las aerolíneas “pagan las inversiones de AENA”, afirmación que desde la empresa pública tachan de falacia. “Todas las inversiones de AENA las paga íntegramente AENA con su dinero”, responde la nota, estableciendo un paralelismo con otras empresas y defendiendo la independencia financiera de las inversiones aeroportuarias.

En el comunicado, AENA también critica las pretensiones de la aerolínea irlandesa de recibir ayudas públicas o subvenciones para operar en aeropuertos poco rentables, y destaca como ejemplo la defensa, por parte del CEO de Ryanair, del modelo del aeropuerto de Castellón. A juicio de AENA, este tipo de infraestructuras solo se mantienen a flote por el “constante trabajo de zapa” de la aerolínea en busca de dinero público, apelando tanto a administraciones locales como autonómicas.

Eddie Wilson, CEO de Ryanair.
Eddie Wilson, CEO de Ryanair. (Europa Press)

En última instancia, AENA resalta el récord de turismo previsto para 2025, con casi 100 millones de visitantes internacionales en España, y cuestiona las acusaciones de Ryanair sobre la presunta caída del sector causada por el Gobierno central. El propio comunicado califica las afirmaciones sobre un supuesto cierre del turismo como “una estupefacción inefable”.

Sostenibilidad, competencia y alternativas tras la salida de Ryanair

AENA sostiene que la red española está entre las más eficientes y competitivas de Europa. Y reitera que la aerolínea tiene libertad para operar o dejar de operar en los aeropuertos de la red y que las rutas canceladas no se consideran irrecuperables, ya que otras compañías han empezado a ocupar los huecos vacíos que ha dejado Ryanair. Por ejemplo, “la restitución gracias a la aerolínea Vueling de la ruta Valladolid – Barcelona, eliminada por Ryanair con clara intencionalidad política”, indica la nota.

El alcance del conflicto atraviesa no solo un debate sobre tarifas, sino sobre el equilibrio entre la iniciativa empresarial y el interés general. AENA matiza que “un país como España, en el que el sector turístico y el transporte aéreo son tan importantes para la economía, no puede diseñar su sistema aeroportuario en función de los intereses de una sola aerolínea”.

Al final, AENA recalca que “si los aeropuertos españoles evolucionaran al son de las exigencias, el lloriqueo, los embaucamientos y la infumable estrategia de extorsión de Ryanair, a medio y largo plazo, los aeropuertos dejarían de funcionar bien”, y concluye el comunicado afirmando: “Es una pena, en fin, que la política de comunicación y de relaciones institucionales de Ryanair esté guiada por el fariseísmo, la mala educación y el chantaje”.