Los trasplantes de órganos de cerdo a humanos avanzan, pero “siguen lejos de ser una alternativa real”: Europa queda rezagada frente EEUU y China

La nefróloga Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes, insiste en que aún se necesitan “muchos más procedimientos” y resultados más concretos

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Por primera vez en la historia, un pulmón de cerdo genéticamente modificado ha sido trasplantado a un hombre de 39 años en muerte cerebral y funcionó durante nueve días, aunque mostró ciertos signos de daño y rechazo inmunitario. Lo ha logrado un equipo de científicos chinos de la Universidad Médica de Cantón liderado por el investigador Jianxing He y, según explicaron el pasado lunes en un trabajo publicado en la revista Nature Medicine, su intervención evidencia que “este tratamiento es viable” y podría abrir el camino a nuevas soluciones clínicas, a pesar de los desafíos pendientes.

El xenotrasplante, técnica que consiste en trasplantar órganos de animales a humanos, ha sido objeto de investigación durante décadas, con intentos desde principios del siglo XX. Pero ha sido en estos últimos años cuando se ha obtenido resultados más concretos que acercan este procedimiento al uso clínico.

Según explica a Infobae España Beatriz Domínguez-Gil, responsable de la Organización Nacional de Trasplantes, si bien los xenotrasplantes se mantienen como una opción experimental, se han logrado importantes avances tanto en pacientes en situación de muerte encefálica “para comprobar que efectivamente se consigue el funcionamiento del órgano, evitando así el llamado rechazo hiperagudo del injerto”, como en pacientes con fines terapéuticos. Estos trasplantes en humanos efectuados “con cierto grado de éxito” han sido posibles gracias a la técnica CRISPR de edición genética, que permiten modificar el ADN de los cerdos donantes, y a la cría de estos animales en entornos “altamente controlados” para minimizar el riesgo de transmisión de enfermedades al ser humano.

Grandes medidas de bioseguridad protegen
Grandes medidas de bioseguridad protegen a los cerdos destinados a trasplantes en Christiansburg, Virginia. (Shelby Lum/AP)

La experta explica que, gracias a las modificaciones genéticas, se pueden quitar del órgano animal aquellas señales que el cuerpo humano identifica como extrañas. Esto ayuda a que el órgano sea más compatible y disminuya el riesgo de rechazo o problemas de coagulación. Además, la técnica CRISPR permite eliminar retrovirus presentes en los cerdos que podrían transmitir enfermedades a las personas durante el trasplante.

El pulmón es un órgano “particularmente complejo”

Cabe recordar que en trasplantes anteriores de corazón y riñón de cerdos a humanos, los pacientes no lograron sobrevivir más que unas semanas. En el caso de Richard Slayman, un hombre estadounidense de 62 años con insuficiencia renal que en 2024 recibió un riñón de cerdo modificado genéticamente, falleció dos meses después de la operación. Tampoco sobrevivieron David Bennet y Lawrence Faucette, quienes no podían recibir un corazón humano debido a su enfermedad y otras patologías y murieron poco tiempo después del trasplante.

Un hombre recibió un trasplante de riñón de cerdo

Domínguez Gil señala que el xenotrasplante de pulmón realizado en China tiene un valor especial porque se trata de un órgano “muy complejo”, al estar altamente vascularizado y en contacto permanente con el aire, “lo que lo vuelve más propenso a infecciones y puede dificultar el control de la respuesta inmunológica”. De hecho, a pesar de que el equipo de investigadores ha logrado que el pulmón funcionara durante nueve días, “evidenciaron una lesión del órgano” trasplantado.

“Los propios autores de la operación reconocen que, aunque este avance representa un logro significativo, el proceso necesita perfeccionarse. Es necesario incidir en que sigue siendo un procedimiento experimental y que aún queda un largo camino por recorrer, insiste. ”Se necesitan muchos más procedimientos, idealmente realizados en ensayos clínicos que estén bien diseñados y que nos muestren la eficacia y la seguridad a corto, medio y largo plazo de estos técnicas".

Pacientes con muerte encefálica

En ese sentido, también destaca que utilizar como sujetos de estudio a personas en muerte encefálica permite observar “cómo funciona el órgano trasplantado en condiciones similares a las reales”, pero sin poner en riesgo a un paciente vivo. Todos estos avances evidencian para Domínguez-Gil que “realmente hay un futuro” y que el xenotrasplante podría convertirse en una alternativa adicional para determinados pacientes que no pueden optar al trasplante convencional. De hecho, la empresa china encargada de modificar el pulmón de cerdo, Clonorgan Biotechnology, ha asegurado que quiere convertirse en la “la fábrica de órganos del futuro”.

No obstante, la experta insiste en que aún falta mucha información en cuanto a la seguridad de estos procedimientos y aún está muy lejos de poder compararse a los estándares del trasplante entre humanos, “que proporcionan una larguísima supervivencia y una excelente calidad de vida” a los receptores".

EEUU y China lideran las investigaciones

Domínguez-Gil también expresa su preocupación porque el liderazgo en el desarrollo de xenotrasplantes se encuentra actualmente en manos de empresas de Estados Unidos y China. Señala que, mientras estos países han avanzado considerablemente en la creación de animales genéticamente modificados para trasplantes, Europa aún no ha desarrollado modelos propios o sus iniciativas no están tan avanzadas. Por eso considera importante que la Unión Europea asuma un papel activo y de liderazgo en este campo, ya que de lo contrario “podría generarse una dependencia de tecnologías y servicios provenientes de otros continentes”.

También advierte que esto podría traducirse en un alto costo futuro para los xenotrasplantes, teniendo en cuenta que ya en el caso de los trasplantes humanos basados en la donación también se requiere de una infraestructura y recursos significativos en la sanidad. España, de hecho, alcanzó en 2024 un nuevo récord al registrar 6.464 trasplantes, con una media de ocho donaciones y 17 trasplantes diarios.

Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un trasplante renal en un quirófano del Hospital Virgen del Rocío, en Sevilla. (Europa Press)

Con una tasa de 52,6 donantes de órganos por millón de población, según los datos del Ministerio de Sanidad, la Organización Nacional de Trasplantes registró un total de 4.047 trasplantes renales, 1.344 hepáticos, 623 de pulmón, 347 cardíacos, 98 de páncreas y 5 de intestino. Los 2.562 donantes fallecidos a lo largo del año pasado supusieron un aumento del 9% con respecto a 2023.