La Global Sumud Flotilla retoma desde Barcelona su travesía rumbo a Gaza tras su “parada técnica” por tormenta

Los organizadores aprovecharon el regreso forzoso para realizar ajustes logísticos y denuncian posibles intentos de sabotaje en algunos barcos

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Un hombre despide a los
Un hombre despide a los barcos que forman parte de la flotilla en el puerto de Barcelona este domingo (EFE/ Toni Albir)

La Global Sumud Flotilla ha vuelto a zarpar este lunes desde el puerto de Barcelona rumbo a la franja de Gaza, apenas 24 horas después de que su primera salida quedara frustrada por una tormenta en el Mediterráneo. Una veintena embarcaciones componen la expedición, en la que viajan más de 200 activistas de 44 países con el objetivo de desafiar el bloqueo impuesto por Israel desde 2007 y reclamar la apertura de un corredor humanitario.

La salida, producida al caer la tarde, se desarrolló en un clima mucho más contenido que el vivido el domingo. Entonces, cerca de 5.000 personas se concentraron en el Moll de la Fusta para despedir a la flotilla en un ambiente festivo y reivindicativo, entre banderas palestinas y pancartas de apoyo. En el muelle se dejaron ver personalidades como la activista Greta Thunberg, el actor irlandés Liam Cunningham —conocido por su papel en Juego de Tronos— o la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Este lunes, en cambio, el puerto estaba casi vacío y la emoción del arranque se transformó en sobriedad, marcada por la prudencia ante los riesgos de la travesía.

Una “parada técnica” forzada

El domingo, tras varias horas de navegación, los capitanes decidieron regresar debido a los fuertes vientos, que alcanzaron más de 30 nudos. La decisión se justificó en la seguridad de las embarcaciones más pequeñas, algunas de apenas doce metros de eslora. “Fue una prueba de mar. Con esas condiciones, continuar habría puesto en peligro vidas humanas y comprometido la misión”, explicaron los organizadores en un comunicado.

Durante la escala de este lunes, la organización definió el regreso como una “parada técnica” y aprovechó para realizar una serie de ajustes. Se redistribuyeron tripulaciones, se reforzaron provisiones, se resolvieron problemas técnicos de comunicación y se revisaron los sistemas de navegación. También se investigaron sospechas de sabotaje en algunos barcos, aunque hasta el momento no se han encontrado evidencias claras.

Finalmente, la organización dio luz verde a la salida y estableció una hoja de ruta que prevé llegar a Túnez a finales de semana, donde se espera la incorporación de una veintena de barcos adicionales. Posteriormente, se unirán otras embarcaciones desde Italia y Grecia, con la posibilidad de que la flotilla alcance el medio centenar de unidades.

La Global Sumud Flotilla partiendo
La Global Sumud Flotilla partiendo de Barcelona este domingo (REUTERS/Nacho Doce)

Una expedición simbólica y política

La Global Sumud Flotilla transporta alimentos y medicinas en cantidades limitadas, aportaciones simbólicas donadas por la sociedad civil. Su verdadera finalidad, subrayan los organizadores, es política: mantener la atención internacional sobre la situación humanitaria en Gaza y denunciar lo que califican como “genocidio” de la población palestina por parte del Gobierno de Benjamín Netanyahu.

Desde 2008 se han organizado más de 50 intentos de llegar por mar a la franja. Solo las cinco primeras flotillas consiguieron su objetivo antes de que Israel reforzara el bloqueo marítimo. La más recordada es la del Mavi Marmara, asaltada en 2010 en aguas internacionales por comandos israelíes, con un saldo de diez activistas muertos y decenas de heridos.

La actual misión se enmarca en la tradición del movimiento Freedom Flotilla, nacido tras aquel episodio y rebautizado ahora como Global Sumud Flotilla. El término árabe sumud significa “perseverancia constante” y resume la estrategia de resistencia civil que inspira la travesía.

El endurecimiento de la respuesta israelí

La expedición se enfrenta no solo a las inclemencias del mar, sino también a un contexto político cada vez más hostil. El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, ha planteado al Gobierno endurecer la respuesta a la llegada de flotillas y calificar de “terroristas” a los activistas a bordo. Su propuesta implicaría trasladarlos a prisiones reservadas a sospechosos de terrorismo en lugar de proceder a breves detenciones y deportaciones, como ha ocurrido en intentos anteriores.

“No permitiremos que quienes apoyan el terrorismo vivan con comodidades”, declaró Ben Gvir, según recogió el diario The Jerusalem Post. Sus palabras han encendido las alarmas entre los participantes.

Noticias del día 01 de septiembre del 2025.

Un septiembre clave

La flotilla navega hacia un mes clave en la agenda internacional. El 9 de septiembre arranca en Nueva York la Asamblea General de Naciones Unidas, un foro en el que la causa palestina podría ganar visibilidad. Los activistas confían en que, al aproximarse entonces a Gaza, su travesía coincida con el debate global y aumente la presión diplomática sobre Israel.

El plan inicial contempla que la expedición llegue a las costas de Gaza en un plazo de 15 a 20 días, aunque el calendario podría retrasarse si se repiten episodios de mal tiempo o se producen nuevos sabotajes. Cada barco cuenta con un capitán, un miembro de tripulación, un coordinador de la organización, al menos una personalidad reconocida a nivel nacional, un periodista o comunicador y un grupo de activistas. Los tamaños son dispares: algunas naves transportan a seis o siete personas, mientras que otras superan los 20 tripulantes.

Los organizadores son conscientes de que la travesía difícilmente logrará romper el bloqueo por sí sola. Sin embargo, insisten en que cada intento suma presión internacional y mantiene viva la atención mediática. “Nuestra misión es recordar al mundo que dos millones de personas sobreviven en Gaza bajo condiciones que Naciones Unidas califica de inhumanas”, explicaron.