La Guardia Civil ve un coche abandonado y no da crédito: “El dueño no debe ser muy listo”

Circular o abandonar un vehículo en el campo es una infracción grave castigada por la Ley de Montes y la de Vías Pecuarias

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Agentes de la Guardia Civil
Agentes de la Guardia Civil junto al coche abandonado (@pablofauna)

Circular por el campo con un vehículo a motor está prohibido en España, salvo excepciones muy concretas. Así lo establecen la Ley de Montes de 2003 y la Ley de Vías Pecuarias de 1995, que únicamente permiten el tránsito en casos justificados, como el acceso a una vivienda, a una finca agrícola, a tierras de labor o a un coto de caza.

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El resto de usos están vetados y las consecuencias de incumplir la normativa no son menores: conducir por una simple pista de tierra constituye una infracción grave que puede acarrear sanciones de hasta 3.000 euros si se considera que ha habido un delito ecológico o un deterioro del medio ambiente.

Sorpresa en plena pradera

Con estas premisas legales, no resulta difícil imaginar la gravedad de abandonar un coche en mitad del campo. Precisamente eso fue lo que se encontraron recientemente agentes de la Guardia Civil, cuando localizaron un Ford Mondeo con más de quince años de antigüedad estacionado en plena pradera.

El hallazgo causó sorpresa entre los efectivos. El turismo, pese a su edad, presentaba un estado relativamente cuidado. Sin embargo, una inspección rápida hizo pensar que había sufrido un golpe en la parte delantera que pudo afectar a la dirección. La hipótesis más probable es que el vehículo impactara contra una piedra, dañando alguna pieza mecánica.

Lo que más llamó la atención a los agentes es que el coche seguía conservando sus matrículas. De confirmarse el abandono, esa circunstancia permite identificar de inmediato a su propietario, lo que llevó a los guardias a ironizar que “el dueño no debe ser muy listo”.

La parte delantera del vehículo
La parte delantera del vehículo abandonado (@pablofauna)

Los agentes recuerdan que retirar las matrículas no serviría de nada, puesto que todos los vehículos están obligados a llevar grabado un número de bastidor que permite localizar a su titular en cuestión de minutos.

Tras encontrar el turismo, la Guardia Civil puso en marcha el protocolo previsto en estos casos. La primera medida consiste en localizar al propietario para que retire el coche lo antes posible. Paralelamente, se levantaron tres boletines de denuncia por distintas infracciones, con un importe conjunto que podría superar los 2.000 euros.

Si el titular del vehículo no responde ni procede a retirarlo, la normativa prevé la intervención de una grúa. En ese caso, los gastos de traslado y depósito también correrían a cargo del infractor, además de la sanción económica.

El desconocimiento ciudadano

El abandono de un vehículo en el campo no solo constituye una infracción administrativa, sino que se considera un verdadero atentado medioambiental. Los turismos contienen líquidos, aceites y componentes contaminantes que, en contacto con el terreno, suponen un riesgo grave para la flora, la fauna y los recursos naturales.

Este tipo de actuaciones ponen de relieve, además, el desconocimiento que aún existe entre muchos conductores sobre la normativa vigente. Circular por pistas de tierra sin justificación ya es sancionable, y abandonar un coche multiplica las consecuencias.

La Guardia Civil, en colaboración con los Carabinieri de Italia, ha detenido a un peligroso fugitivo de la justicia italiana, prófugo desde 2023 y con varias causas penales pendientes.

La Guardia Civil insiste en que la legislación busca proteger el entorno natural y advierte de que actuará con firmeza ante conductas que pongan en peligro el patrimonio ambiental. El Ford Mondeo encontrado en mitad de una pradera es, según los agentes, un ejemplo claro de lo que no se debe hacer y un recordatorio de que el medio rural no es un vertedero ni un aparcamiento improvisado.