El día más feliz de su vida termina convirtiéndose en una pesadilla: muere a las horas de casarse por una tradición local

El día de su boda se convirtió en una experiencia terrible. El pasado miércoles 27 de agosto, una boda en Şebinkarahisar, una pequeña localidad situada al norte de Turquía, se transformó en una tragedia inesperada. Durante la celebración, una invitada disparó al aire, una práctica común en algunas regiones del país como muestra de alegría. Sin embargo, en esta ocasión, la invitada perdió el control de su arma, alcanzando al novio de 23 años en el pecho. A pesar de los esfuerzos por salvarle la vida, el joven falleció poco después en el hospital.

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Según informa el medio digital Midi Libre, la policía local abrió una investigación para esclarecer las circunstancias del incidente y confiscó dos pistolas que se encontraban en posesión de los asistentes sin la debida autorización. Este suceso ha generado un debate en Turquía sobre la seguridad en las celebraciones y la necesidad de regular el uso de armas en eventos públicos.

Tras el disparo, el esposo fue trasladado de urgencia al hospital. Los médicos no pudieron hacer nada por salvarlo. Según informa la agencia de noticias Anadolu, la policía arrestó de inmediato a la persona que había apretado el gatillo. Según sus declaraciones, perdió el control del arma.

En algunas regiones del norte de Turquía, especialmente en la zona del Mar Negro, existe la tradición de disparar al aire durante bodas como expresión de alegría y celebración. Este acto, generalmente realizado por familiares cercanos de los novios, simboliza entusiasmo, buena fortuna y, según creencias antiguas, sirve para ahuyentar a los malos espíritus. Aunque forma parte del folclore local y se considera una muestra de entusiasmo colectivo, la práctica conlleva riesgos significativos, ya que las balas disparadas al aire pueden causar lesiones graves o incluso la muerte si pierden el control. En los últimos años, autoridades turcas han alertado sobre los peligros y algunas familias han buscado alternativas más seguras, como el uso de armas de fogueo o celebraciones sin proyectiles, para preservar la tradición sin poner en peligro a los asistentes.

Este trágico acontecimiento recuerda a otros incidentes similares en la región, como el ocurrido la semana pasada en la provincia nororiental de Trabzon. En ella, otro hombre murió y dos quedaron gravemente heridos. Las autoridades turcas han instado a la población a reflexionar sobre estas prácticas y a buscar formas más seguras de celebrar eventos tan significativos como una boda. Mientras tanto, la comunidad de Şebinkarahisar permanece consternada por la pérdida del joven y espera que este suceso sirva como un llamado de atención para prevenir futuros accidentes.