Comprar una vivienda en la periferia de Madrid o Barcelona exige ya más de la mitad del sueldo

Los municipios más tensionados son L’Hospitalet de Llobregat, Sant Adrià de Besòs, Cornellà de Llobregat, Alcorcón y Leganés

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FOTO DE ARCHIVO. Vista general
FOTO DE ARCHIVO. Vista general de edificios en Barcelona y Santa Coloma de Gramanet, Cataluña, España. 20 de enero de 2025. REUTERS/ Albert Gea

La capacidad de los hogares para acceder a vivienda asequible en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona se complica por la aceleración de los precios residenciales, con repuntes que en algunos casos superan el 10% anual, según la consultora Tinsa. Así, la tasa de esfuerzo rebasa el umbral razonable del 30% de la renta disponible en la mayoría de municipios de estos territorios y alcanza niveles críticos en las dos capitales.

Madrid se sitúa en el 54,9% y Barcelona en el 54,1%. Entre los municipios más tensionados destacan L’Hospitalet de Llobregat (40,9%), Sant Adrià de Besòs (39,9%), Cornellà de Llobregat (38,7%), Alcorcón (37,4%) y Leganés (36,8%).

Los precios continúan al alza a cierre del segundo trimestre. La capital española registró en junio la mayor subida (16,1%), hasta 4.457 euros por metro cuadrado, situándose por encima de Barcelona, que alcanzó los 4.116 euros por metro cuadrado tras un aumento del 8,7%, el dato más alto de su zona salvo Viladecans, que sube un 10,4%. Ambas cotas quedan lejos de la media nacional, que Tinsa sitúa en 1.955 euros el metro cuadrado tras un aumento de 9,8% interanual en junio.

Escalada de precios en los cinturones

Las mayores variaciones entre las dos áreas metropolitanas se concentran en Madrid, con Móstoles y Pozuelo de Alarcón a la cabeza (+11,2% en ambos casos), seguidos por Torrejón de Ardoz (+10,9%), Coslada (+10,5%) y Alcobendas (+10%). En la periferia de Barcelona, solo Viladecans (+10,4%) supera los dos dígitos, aunque se registran aumentos relevantes en Vilanova i la Geltrú (+8,4%), L’Hospitalet y Granollers (+8,3% en ambos), todos por encima del avance de la capital catalana.

La compraventa de viviendas se disparó en junio un 17,9% respecto al mismo mes de 2024, hasta un total de 59.021 operaciones, según ha informado este martes el Instituto Nacional de Estadística (Fuente: INE / Europa Press).

La geografía de precios traza una brecha clara en Madrid. En los municipios del oeste y norte, las viviendas oscilan entre 3.200 y 4.300 euros por metro cuadrado, mientras que en el este y sur se mueven en torno a los 1.800 y 2.900 euros por metro cuadrado. Parla queda ligeramente por debajo de la media nacional.

En el entorno barcelonés, los valores medios van desde los 1.544 euros por metro cuadrado de Manresa hasta los 3.258 euros por metro cuadrado de Castelldefels. Otros municipios que superan los 3.000 por metro cuadrado son Sant Cugat del Vallès, Sant Just Desvern y Montgat.

Esfuerzo por encima de lo razonable

La presión sobre la renta de los hogares se intensifica en casi todo el mapa metropolitano. En el área de Barcelona, L’Hospitalet (40,9%), Sant Adrià (39,9%), Cornellà (38,7%), Badalona (36,6%) y Santa Coloma (36,4%) superan la media provincial (36%). Solo siete de los 28 municipios analizados por Tinsa quedan por debajo del 30%, Barberà del Vallès y Terrassa (28,5%), Rubí (28,4%), Sant Just Desvern (27%), Manresa (25,1%), Sant Cugat (23,7%) y Sant Quirze del Vallès (23,1%).

Por su parte, en el área de Madrid, solo cuatro de los 17 municipios estudiados no rebasan el 30%. En concreto, Parla (28,3%), Pozuelo de Alarcón (27%), Rivas-Vaciamadrid (26,8%) y Las Rozas (26,2%). El resto supera el umbral, con registros especialmente elevados en Alcorcón (37,4%), Leganés (36,8%), Coslada (36,1%), Móstoles (36%) o Alcobendas (35,1%).

El diagnóstico de Tinsa concluye que el empeoramiento de la asequibilidad se alimenta de la combinación de precios en máximos en las capitales y escasez de oferta en la periferia. Mientras los valores continúan subiendo, la demanda se desplaza hacia los municipios del entorno, intensificando la competencia y elevando aún más la tasa de esfuerzo. El resultado es un escenario de acceso cada vez más difícil para los hogares medios tanto en Madrid como en Barcelona y sus áreas metropolitanas.