El único negocio que no se va de vacaciones: el alquiler de verano se dispara con precios que superan los 1.200 euros semanales

La oferta de pisos turísticos bate récords durante la temporada estival, generando ingresos históricos para los propietarios especialmente en las zonas de costa

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Candados de viviendas de uso
Candados de viviendas de uso turístico en una calle de Andalucía (María José López / Europa Press)

En agosto, el número de apartamentos turísticos disponibles en España supera los 610.000, un máximo histórico que impulsa la actividad del sector inmobiliario durante el verano. Mientras entidades como bancos, agencias inmobiliarias y notarios aminoran su ritmo habitual, el alquiler vacacional se consolida como el motor principal del mercado, manteniendo activos ingresos y operaciones a lo largo de la temporada estival.

Según reporta El País, este auge responde a una rentabilidad sin precedentes para los propietarios, que ven en la temporada estival una oportunidad inigualable para alquilar sus viviendas con precios que pueden alcanzar cifras cercanas a los 25.000 euros semanales en villas de lujo, o superar con facilidad los 1.200 euros en el caso de apartamentos convencionales.

El verano activa el mercado del alquiler turístico

Mientras el mercado inmobiliario suele ralentizarse en verano, el alquiler vacacional experimenta cada vez mayor actividad. El Observatorio del Alquiler, impulsado por la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, destaca que “pasa de alrededor de 418.000 apartamentos disponibles en enero a más de 610.000 en agosto”, en palabras del analista Sergio Cardona recogidas por El País.

A la vez, la firma Tecnitasa cifra el coste medio semanal en 1.200 euros para la temporada actual, aunque en los destinos más demandados, como Ibiza o Marbella, la factura asciende a 3.300 euros cada siete noches. La cifra se dispara en el caso de villas de lujo, hasta los 25.000 euros semanales.

Este escenario convierte al alquiler de verano en una operación especialmente atractiva para los propietarios, que multiplican sus ingresos. Desde la asociación StayAlliance explican: “Julio y agosto llegan a representar entre un 60% y un 80% de las noches ocupadas de todo el año en destinos de costa con alta estacionalidad. En los entornos urbanos, la cifra ronda el 40%”.

Además, subrayan que “puede llegar a triplicar o cuadruplicar el ingreso de una semana en temporada baja en destinos muy estacionales de costa”, aunque precisan que “en ciudades, con menor estacionalidad, la diferencia entre temporada alta y baja también existe, pero es mucho menos acusada”, según ha publicado El País.

La Policía Nacional ha detenido en Alicante a varias personas acusadas de emplear a trabajadores extranjeros en situación irregular para realizar reformas en pisos turísticos. Según las investigaciones, los implicados habrían aprovechado la vulnerabilidad de los inmigrantes para contratar mano de obra barata y sin contrato, en condiciones precarias, con el objetivo de agilizar las obras en viviendas destinadas al alquiler vacacional.

Los propietarios encuentran una oportunidad de oro

El perfil predominante sigue correspondiendo al propietario nacional, muchas veces dueño de una segunda residencia que solo utiliza durante ciertos periodos del año. Sergio Cardona señala que “buena parte de ellos no se plantean el alquiler residencial porque el resto del año la utilizan como segunda residencia”.

Esta tendencia se apoya en una gestión cada vez más profesionalizada, con un elevado uso de plataformas y agencias que permiten incrementar la rentabilidad y minimizar la carga operativa. “Las comisiones de plataformas de reserva en línea se mueven entre el 15% y el 20%, a lo que hay que añadir limpieza e impuestos”, detalla StayAlliance a El País.

En la práctica, este fenómeno responde también a una planificación personal por parte de los propietarios, que buscan rentabilizar el inmueble sin perder la posibilidad de disfrutarlo fuera de la temporada alta. 

El avance de un modelo menos estacional

El auge del alquiler turístico estival lleva consigo una menor estacionalidad en el mercado inmobiliario. María Matos, portavoz de Fotocasa, sostiene que “la estacionalidad clásica del mercado inmobiliario se está diluyendo y cada vez hay más operaciones también en verano”.

Una opinión que comparte el presidente de la FAI, José María Alfaro: “Muchas agencias mantienen un nivel de actividad estable durante todo el año; la decisión de compra no se detiene por las vacaciones”, tal y como ha reportado El País.

Las agencias inmobiliarias especializadas refuerzan esta idea. Carles Sala, portavoz de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Cataluña, ha explicado al medio nacional que “atienden a muchos propietarios que optan por alquilar sus segundas residencias en los periodos que no tienen previsto estar en ellas”. 

Así, el alquiler turístico se consolida como el único negocio inmobiliario que no ‘cierra por vacaciones’, manteniendo una actividad constante impulsada por ingresos récord, profesionales especializados, falta de regulación y una demanda que, año tras año, parece no dejar de crecer.