En España se jubilarán 5 millones de personas en los próximos 10 años y solo 2 millones de jóvenes entrarán al mercado laboral, ¿de dónde saldrán los trabajadores?

La incorporación de nuevos empleados será insuficiente, por lo que urgen políticas de atracción de la inmigración y reconocimiento de cualificaciones para cubrir vacantes y mantener el sistema de pensiones

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Una camarera prepara la mesa
Una camarera prepara la mesa para servir el almuerzo a unos jubilados en la terraza del restaurante Casa Ortega, en el centro de Ronda, Andalucía (Jon Nazca / Reuters)

En los próximos diez años, España enfrentará el mayor reto demográfico y laboral de su historia reciente: más de cinco millones de personas abandonarán el mercado de trabajo, una cifra muy superior a la de jóvenes que se incorporarán al empleo. Según ha recogido la Fundación Adecco en un informe publicado recientemente, España necesitará al menos 3,5 millones de trabajadores migrantes para evitar el colapso de su sistema laboral. Así lo ha informado el medio económico Expansión, que advierte de la dimensión del desafío: se jubilarán 5,3 millones de trabajadores, pero solo se incorporarán 1,8 millones de jóvenes al mercado laboral.

Actualmente, el mercado laboral español alcanza máximos históricos, con 21,86 millones de personas cotizando a la Seguridad Social al cierre de julio. Pese a estas cifras positivas, la preocupación es creciente ante el envejecimiento de la población activa. La generación de los baby boomers (nacidos entre 1958 y 1975) iniciará un proceso de jubilación masiva, lo que supondrá para la próxima década un aumento drástico en el número de pensionistas.

El informe de la Fundación Adecco apunta que, solo en los próximos diez años, 9,37 millones de españoles serán pensionistas, y que más de 5,31 millones accederán a la jubilación. Al mismo tiempo, la incorporación de jóvenes se limitará a 1,82 millones, una cifra insuficiente, ya que solo el 37,8% de los menores de 25 años formará parte de la población activa próximamente.

La inmigración como solución imprescindible

La probabilidad de que el relevo generacional natural cubra las necesidades del mercado laboral resulta escasa. Entre 2026 y 2035 llegarán a nuestro país 4,59 millones de extranjeros, de los cuales entorno al 80% estará en edad de trabajar, según detalla el informe. Sin embargo, incluso ese flujo migratorio podría no ser suficiente: tan solo 2,5 millones de estas personas se integrarán activamente en el empleo, según las previsiones. En este contexto, la Fundación Adecco alerta de que será necesario un mínimo de 3,5 millones de trabajadores migrantes para hacer frente a la brecha laboral prevista, lo que implicaría la atracción de un millón de personas más de las estimadas hasta ahora. 

No obstante, el propio análisis advierte de la importancia de la cualificación de los migrantes. “Aunque el volumen de llegadas puede contribuir a cubrir vacantes, persiste un desajuste entre las competencias disponibles y los perfiles de muchos puestos que quedarán libres tras las jubilaciones”, subraya el informe. Una parte importante del talento migrante llega a España con cualificaciones que no siempre se reconocen ni aprovechan totalmente, mientras que muchas vacantes corresponden a empleos de alta cualificación y experiencia.

La incorporación al mundo laboral más tardía de los jóvenes, con una tasa de empleo entre los 16 y los 29 años 15 puntos porcentuales inferior a la de 2007, hará que los que se jubilen en 2065 y que solo hayan podido cotizar 30 años deban compensar sus menores cotizaciones demorando la jubilación hasta los 71 años si quieren mantener el nivel de vida previo.

Sectores más afectados

La falta de relevo generacional afecta de manera desigual a los diferentes sectores económicos de España. El informe del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) señala que actividades como la agricultura, la ganadería, la sanidad o la Administración Pública presentan la mayor proporción de trabajadores de más de 60 años. Igualmente, se ven impactadas industrias como la textil y de confección, los servicios de jardinería y a edificios, así como las actividades inmobiliarias.

Por el contrario, sectores como las telecomunicaciones, la minería, la extracción de petróleo y gas, la investigación y desarrollo, los servicios financieros, la programación informática y el transporte aéreo cuentan con una menor proporción de empleados mayores. El riesgo de escasez de mano de obra es especialmente elevado en los sectores estratégicos mencionados, lo que podría comprometer su funcionamiento y sostenibilidad.

Desbalance demográfico

El origen estructural de esta situación crítica, que afecta tanto al mercado laboral como a la viabilidad del sistema público de pensiones, responde a dos factores principales. En primer lugar, la esperanza de vida en España ronda los 84 años, la más alta de la Unión Europea. En segundo lugar, la tasa de natalidad sigue en mínimos históricos, con poco más de 318.000 nacimientos en 2024, lejos de los 495.000 de 2009, según datos del INE.

Este desequilibrio ha elevado el índice de envejecimiento nacional en veinte puntos desde 2014. Según el SEPE, más de dos millones de cotizantes actuales tienen más de 60 años, lo que representa más del 10% de todos los trabajadores.

Así, España se enfrenta a la necesidad de articular políticas de inmigración activas y de reconocimiento de cualificaciones, junto a soluciones dirigidas a la formación de nuevos trabajadores y al estímulo de la natalidad, para poder garantizar la sustitución de la fuerza laboral que se perderá por el aluvión de jubilaciones en la próxima década.