Unas turistas comen en una pizzería y se van sin pagar, pero la propietaria las encuentra en el hotel: “Estaban durmiendo. Esto es lo que les dije”

Dos turistas francesas cenaron pizza y spritz en el restaurante Ai Due Re, en Civitanova Marche (Italia) y se marcharon sin pagar. Ocurrió el martes 19 de agosto y dejaron una cuenta de 44 euros. La propietaria, Michela Malatini, logró encontrarlas al día siguiente en el hostal donde se alojaban y recuperar la deuda, según informó Il Messaggero.

“Se escabulleron lentamente, pasando por la salida principal”, contó Malatini a Cronache Maceratesi. Las cámaras de seguridad grabaron todo. La dueña del restaurante publicó la foto de las turistas en Facebook, lo que permitió que alguien avisara sobre el paradero de las dos mujeres. “Pensé que, como eran turistas, se quedarían por la zona. Publiqué y punto. Alguien las vio por ahí y me escribió para avisarme de dónde se alojaban”, explicó a Il Messaggero.

La dueña logró rastrearlas gracias a la información compartida por compañeros y trabajadores del sector. “Así que a la mañana siguiente, a las 8:30, llamé a la puerta de su habitación. Estaban dormidas. Les pedí una explicación y les enseñé el vídeo, y las dos finalmente pagaron la cuenta”, relató al mismo medio.

Malatini mantuvo la publicación con la fotografía de las clientas y dijo a Il Messaggero: “Quizás algunos de mis compañeros del sector los reconozcan y no encuentren mesa libre”.

El caso se volvió viral y tuvo cobertura internacional. The Guardian destacó que el fenómeno de los clientes que “comen y se van” no es exclusivo de Italia y que hosteleros de Reino Unido también han advertido sobre su impacto financiero y psicológico.

Malatini explicó que este tipo de situaciones no es inusual en su restaurante. “No me lo esperaba, pero no es la primera vez que tengo clientes que se van sin pagar y tengo que buscarlos. Los encuentro el 80 % de las veces. Para mí, casi se ha convertido en una costumbre”, comentó a Il Messaggero.

El año pasado, un grupo de 15 personas se marchó durante un apagón y otra pareja repitió la conducta en varios restaurantes de la zona. Malatini logró localizar a todos los involucrados y recuperar las cuentas pendientes mediante seguimiento directo, llamadas telefónicas y mensajes.

La restauradora contó para el mismo medio que ha tenido cerca de veinte incidentes similares hasta la fecha. Cuando los clientes hacían reserva por teléfono, les llamaba para que transfirieran el dinero. En caso contrario, recurría a redes sociales.

Las turistas llegaron al restaurante y cenaron hasta las 23:15, cuando se marcharon sin pagar. Malatini revisó las cámaras de seguridad y publicó un mensaje en Facebook a medianoche. A la mañana siguiente recibió información sobre su ubicación en un hostal. Al llegar y tocar la puerta, las turistas estaban dormidas, pero finalmente pagaron la cuenta, según explicó Malatini a Il Messaggero.

El incidente concluyó sin mayores consecuencias, con la deuda saldada y las turistas localizadas. La acción de Malatini demuestra que el seguimiento directo, la colaboración entre compañeros y el uso de redes sociales pueden ser efectivos para resolver casos de clientes que se marchan sin pagar.