Los alcoholímetros de la Feria de Málaga se convierten en los protagonistas de un reto viral entre los jóvenes: “Van en grupo y soplan a ver quién da más”

El creador de los dispositivos explicó a ‘El País’ que los instaló para que los asistentes decidieran si conducir o recurrir a otras alternativas de transporte

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Feria de Málaga (Shutterstock España).
Feria de Málaga (Shutterstock España).

La Feria de Málaga 2025 ha incorporado este año seis alcoholímetros repartidos por el recinto ferial, una iniciativa pensada para que los asistentes puedan conocer en qué estado se encuentran antes de decidir si conducir o buscar una alternativa de transporte. Sin embargo, lo que nació como una herramienta de prevención se ha transformado también en un fenómeno viral en TikTok, donde jóvenes participan en desafíos para ver quién obtiene la tasa más alta.

Según declaraciones de la empresa que ha instalado los alcoholímetros, recogidas por El País, los dispositivos “superan ya los 5.000 usuarios”. Esto refleja el éxito de la iniciativa, aunque no siempre con el objetivo previsto. Muchos de los vídeos compartidos en redes sociales muestran a grupos de amigos celebrando las cifras más elevadas, pese a que estas puedan superar ampliamente los límites legales para la conducción.

Un juego peligroso en redes sociales

Uno de los protagonistas de esta tendencia es Jacobo Cabezas, estudiante de Medicina y creador de contenido con más de medio millón de seguidores en TikTok. En plena feria, vestido con camisa blanca y un sombrero de paja con el logo de una marca de whisky, sopló en el alcoholímetro y registró una tasa de 0,41. Tal y como narra El País, en la pantalla del dispositivo apareció una luz roja con la palabra “Danger”. Lejos de ser un aviso de riesgo, el momento se convirtió en motivo de celebración entre sus amigos y en un nuevo vídeo para la red social.

Cabezas no debía conducir porque superaba el límite permitido. Los conductores no deben superar los 0,25 miligramos por litro en aire espirado, y en el caso de conductores profesionales y noveles, el límite es de 0,15 miligramos por litro en aire espirado.

Algunos jóvenes presumen de cifras inferiores para demostrar que pueden ser los conductores designados. Uno de ellos escribió tras marcar 0,22: “Me tocó ser el conductor y sabía que no podía pasarme”, según recoge El País. Otros vídeos muestran una competición explícita. Una usuaria grabó a cuatro amigos que alcanzaron tasas muy por encima de lo legal: 0,62, 0,66, 0,886 y 0,73. Según relata el mismo medio, ella fue la única que registró un 0,0.

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Un negocio familiar convertido en proyecto de seguridad

Detrás de estos alcoholímetros se encuentra Carlos Cecilia, un emprendedor cordobés que ha creado la empresa Alcohol Test. Como cuenta a El País, su familia posee un negocio de carpintería metálica y en ese taller diseñó los dispositivos, que después él mismo instala, mantiene y gestiona.

Las máquinas funcionan con energía solar y batería, lo que les permite operar sin conexión eléctrica. Incorporan un sensor que soporta 1.200 soplidos y, una vez alcanzada esa cifra, se bloquean hasta que se sustituya. Cecilia se encarga también de reponer las pajitas, con capacidad para 400 por máquina. Cada uso cuesta 1 euro.

El emprendedor reconoce que el uso que hacen muchos jóvenes no es el esperado. Según explica en el reportaje: “Van en grupo y soplan a ver quién da más. Muchos beben del cubata justo antes de soplar y eso hace que la tasa suba. Yo creo que es por la novedad, los chavales están jugando con esto, pero en el futuro creo que se normalizará y espero que sirva para evitar accidentes” (El País).

La primera experiencia se llevó a cabo en la Feria de Córdoba en primavera y, posteriormente, los dispositivos se probaron en municipios como Aguilar de la Frontera, Montilla, Torre del Mar, Chiclana, San Fernando y La Línea de la Concepción. La Feria de Málaga, según Cecilia, es “el evento que mejor le está yendo”, dice en la entrevista mencionada.

De cara al futuro, el empresario planea ampliar el alcance a ferias de Albacete y Murcia y lanzar una versión mejorada con capacidad para 20.000 pajitas, 10.000 soplidos y datáfono para pago con tarjeta.

Medidas preventivas del Ayuntamiento

La instalación de alcoholímetros forma parte de una estrategia más amplia de prevención durante la Feria de Málaga. Según informa El País, ha sido la Asociación de Empresarios Feriantes de Málaga y Provincia la encargada de apostar por este proyecto.

Además, el Ayuntamiento ha reforzado su labor en el ámbito juvenil con campañas informativas. En colaboración con la Asociación Cívica para la Prevención, se reparten preservativos, controles de alcoholemia y cubre vasos de manera gratuita. También se difunde material sobre los efectos negativos del consumo de alcohol, bebidas energéticas y vapers.

Con estas medidas se busca reducir riesgos asociados al ocio nocturno y, sobre todo, evitar que el consumo de alcohol se traduzca en accidentes de tráfico. La experiencia de los alcoholímetros refleja el reto de conjugar la prevención con el atractivo que ejercen sobre los jóvenes cuando se convierten en tendencia en redes sociales.