5.500 euros: la ayuda (mínima) que recibirán los ganaderos y agricultores por los incendios

El sector agrícola y ganadero de Castilla y León dispondrá de un nuevo paquete de ayudas directas para recuperar la actividad en las zonas arrasadas por los incendios forestales de este verano

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5.500 euros: la ayuda (mínima)
5.500 euros: la ayuda (mínima) que recibirán los ganaderos y agricultores por los incendios (REUTERS/Nacho Doce/Foto de archivo)

El sector agrícola y ganadero de Castilla y León dispondrá de un nuevo paquete de ayudas directas para recuperar la actividad en las zonas arrasadas por los incendios forestales de este verano. Así lo ha anunciado, según informa Europa Press, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, durante una reunión de trabajo celebrada en Valladolid con representantes de las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPAs). El encuentro, que da continuidad al celebrado el pasado 15 de agosto, ha servido para consensuar el contenido del programa de recuperación aprobado recientemente en Consejo de Gobierno extraordinario.

Una ayuda mínima de 5.500 euros para facilitar la reactivación productiva

La Administración autonómica, junto con las OPAs, ha pactado una batería de actuaciones orientadas a paliar las pérdidas sufridas en explotaciones agrícolas y ganaderas. Entre las medidas destacadas figura el compromiso de abonar una ayuda mínima de 5.500 euros a cada agricultor y ganadero profesional directamente afectado, con el objetivo de facilitar la reactivación productiva. De acuerdo con la información trasladada tras la reunión, la compensación económica cubrirá daños tanto materiales como productivos y contempla una notable mejora respecto a ejercicios anteriores.

El paquete articulado por la Junta prevé una compensación por la pérdida de producción agrícola basada en los datos de superficie quemada recogidos a través de imágenes satelitales. Para el cálculo de las indemnizaciones se han fijado cantidades concretas por hectárea: 18 euros para pastos, 130 euros para cultivos herbáceos y 240 euros para leñosos. El presidente de la Junta ha señalado que este esquema supone “un incremento del 20% respecto de las ayudas por superficie concedidas en los incendios de 2022”.

Las pérdidas en el sector ganadero, incluida la apicultura, también serán objeto de compensación. El sistema fija una indemnización de 150 euros por cada colmena destruida. Para el caso de animales muertos, perdidos o sacrificados debido a lesiones irreversibles ocasionadas por los incendios hasta el 15 de septiembre, la Administración autonómica aplicará los baremos establecidos en la normativa estatal de referencia. En lo relativo al ganado equino, las cantidades se ajustarán al baremo previsto para el bovino.

El suministro de emergencia a explotaciones ganaderas - incluyendo alimentos y agua -, implementado desde el pasado 15 de agosto, continuará hasta el 30 de septiembre. Según se ha acordado en la mesa de trabajo, a partir de esa fecha se canalizará una nueva ayuda directa por hectárea de pasto calcinada, ajustando la cuantía en función de la carga ganadera. Hasta ahora, alrededor de medio centenar de ganaderos han sido atendidos con esta medida.

Otro de los acuerdos alcanzados afecta al aprovechamiento futuro de los pastos regenerados. Las superficies afectadas seguirán siendo admisibles a efectos de ayudas de la Política Agraria Común (PAC) en los próximos años, condición que contribuirá a la estabilidad y planificación de las explotaciones damnificadas, de cara al cobro de subvenciones en 2026 y siguientes.

El presidente Mañueco ha manifestado el compromiso del Gobierno autonómico de reforzar el asesoramiento al sector mediante la contratación urgente de personal en las secciones agrarias comarcales, con el objetivo de ofrecer asistencia técnica y orientación en la tramitación de las ayudas y el reinicio de la actividad.

La ronda de contactos y supervisión de las medidas de apoyo continuará la próxima semana. Tanto la Junta como las organizaciones profesionales agrarias han acordado mantener una agenda de reuniones periódicas para garantizar el desarrollo efectivo del plan de recuperación de las zonas rurales afectadas por el fuego, reafirmando la voluntad de colaboración ante uno de los desafíos más graves que ha enfrentado el campo castellano y leonés en los últimos años.