Un piloto de Iberia desmiente lo que pensabas sobre el modo avión del móvil: “No se puede predecir”

Esta es una de las cuestiones que más dudas suscita en aquellos que viajan en avión con frecuencia. Es una medida de seguridad que está relacionada con las posibles interferencias durante el vuelo

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Una mujer activa el modo
Una mujer activa el modo avión en su dispositivo móvil (Getty Images)

Hoy en día, el teléfono móvil es un acompañante inseparable. Nos sirve para casi todo: llamadas, mensajes, pagar en tiendas, leer un libro, ver una serie durante un viaje. Sin embargo, hay espacios donde se nos pide usarlo con restricciones. En una biblioteca o en una sala de cine basta con silenciarlo, pero cuando subimos a un avión la norma es distinta: hay que activar el modo avión. Esta función bloquea las conexiones inalámbricas del dispositivo, como la cobertura o el acceso a internet. Muchos viajeros habituales lo hacen casi de forma automática, pero entre los menos experimentados siempre surge la misma duda: ¿Qué pasa si me olvido de ponerlo? ¿Supone un riesgo para la seguridad del viaje? ¿Comprometo la salvaguardia de los pasajeros de alguna manera?

Un piloto explica los motivos

El piloto de Iberia Rafa San Julián explicó el motivo en una entrevista recogida por Mundo Deportivo. Recordó que, en su momento, los móviles podían producir interferencias con ciertos equipos del avión. Con el paso del tiempo, la tecnología aeronáutica ha avanzado y, como él mismo señala: “hoy en día, estos equipos están mucho más protegidos que antiguamente y son mucho menos vulnerables”. Entonces, ¿por qué sigue siendo obligatorio el modo avión si los riesgos actuales son mínimos? El piloto lo dejó claro: “como la tecnología avanza muy rápidamente y no se puede predecir si se producirán dichas interferencias con los nuevos equipos, como medida de seguridad, se pide que se pongan los móviles en modo avión".

El modo avión es una
El modo avión es una función de todos los teléfonos móviles que cumple con el objetivo de prevenir interferencias durante los vuelos

En resumen, aunque los aviones modernos están preparados para evitar interferencias, la normativa persiste como medida preventiva. Se trata de eliminar cualquier mínima posibilidad de riesgo y garantizar que el vuelo transcurra con la máxima seguridad. Así que la próxima vez que un auxiliar de vuelo recuerde por megafonía que es momento de activar el modo avión, conviene hacerlo sin dudar. Puede que la probabilidad de interferencia sea baja, pero la seguridad de todos depende de esos pequeños gestos.

El avión es el transporte más seguro del mundo

Muchas personas experimentan un recelo a volar y por ello pierden muchas oportunidades de viajar y visitar los lugares más maravillosos del mundo. No obstante, al contrario de lo que piensan, el avión, es probablemente el transporte más seguro del mundo. No solo cuenta con sistemas de seguridad avanzados, sino con numerosos protocolos de prevención interna. La probabilidad de sufrir un accidente aéreo es mínima gracias a los rigurosos controles que deben cumplir las aerolíneas y a los sistemas de última generación con los que están equipadas las aeronaves. Si se comparan las cifras, el riesgo en un vuelo resulta considerablemente menor que al desplazarse en coche o incluso en tren. Pese a la enorme cantidad de operaciones aéreas que se realizan a diario en todo el mundo, los incidentes en el aire son poco frecuentes.

Los aviones se consolidan como
Los aviones se consolidan como los transportes más seguros del mundo (REUTERS/Ints Kalnins)

En España, solo uno de cada 356.357 vuelos acaba en accidente, una cifra que contrasta con la siniestralidad vial: la OMS calcula que cada día mueren unas 3.500 personas en las carreteras del mundo. Alcanzar un nivel tan bajo de riesgo en la aviación no es casualidad, sino el resultado de protocolos estrictos. Antes de que un avión pueda despegar, debe cumplirse una serie de comprobaciones técnicas, y tanto mecánicos como pilotos y tripulación siguen al detalle procedimientos de seguridad diseñados para anticiparse a cualquier imprevisto. Además, los aviones se someten a revisiones periódicas comparables a las ITV de los coches: una inspección diaria previa al primer vuelo, otra cada 100 horas de operación, una revisión más exhaustiva a las 600 horas, una verificación completa cada 18 meses y, finalmente, la denominada “Gran Parada”, que se realiza cada cinco años o tras alcanzar las 30.000 horas de servicio.