Un hombre lleva 13 años pagando 100 euros por una plaza de garaje de uso público y gratuita: la ‘propietaria’ se niega a devolver el dinero

Fue una multa la que comenzó a destapar lo que estaba ocurriendo. El caso se encuentra en los tribunales

Guardar
Un peluquero estuvo 13 años
Un peluquero estuvo 13 años pagando una plaza de garaje que era gratis.

Un peluquero de Zúrich pagó durante trece años cerca de 100 euros mensuales por una plaza de aparcamiento que en realidad era de uso público. Varios medios suizos, entre ellos 20 Minutes, cuentan la historia desde su origen hasta el día de hoy, que transcurre en los tribunales.

En 2012, este trabajador, autónomo, alquiló un local en la ciudad para instalar su salón de peluquería. En el contrato de arrendamiento, redactado por la propietaria del inmueble, se especificaba no solo el uso del local, sino también el alquiler de una plaza de aparcamiento situada delante del establecimiento, en la calle.

El documento recogía la obligación de pagar una cantidad adicional próxima a los 100 euros mensuales por el uso estable de ese espacio para estacionar el vehículo. El peluquero, convencido de su derecho a utilizar la plaza, realizó el pago de manera regular a lo largo de los años, aparcando allí su coche con normalidad y creyendo que se trataba de un derecho exclusivo vinculado al contrato.

La multa que destapa todo

Fue a principios de 2025 cuando se destapó lo que estaba ocurriendo. El peluquero recibió una multa por supuestamente aparcar de manera indebida en el lugar donde siempre dejaba su coche. El afectado pensó que se trataba de un error. Días después, fue sancionado por segunda vez por el mismo motivo.

Calles de Zúrich (Reuters/Arnd Wiegmann)
Calles de Zúrich (Reuters/Arnd Wiegmann)

A raíz de la segunda multa, el peluquero decidió recurrir ante la policía municipal de Zúrich y presentar sus documentos de arrendamiento para justificar su reclamación.

La respuesta de las autoridades le dejó a cuadros. Al analizar la situación y la documentación, la policía le comunicó que la supuesta plaza privada de aparcamiento estaba ubicada sobre terreno público, de uso libre para cualquier ciudadano y sin ningún tipo de derecho reservado.

“Ni siquiera se disculpó”

Así, el contrato que había firmado el arrendatario con la propietaria no le proporcionaba ningún beneficio real ni protección ante eventuales sanciones. En total, el inquilino había abonado a lo largo de trece años una suma de 16.000 francos suizos (aproximadamente 17.000 euros) sin que existiese realmente una plaza de estacionamiento de uso exclusivo.

Frente a esta situación, el perjudicado contactó directamente con la arrendadora para aclarar el ‘malentendido’. Según ha explicado él mismo a 20 Minutes, la propietaria reconoció durante la conversación telefónica que estaba al tanto de que se trataba de una zona pública.

Consumo abre un expediente sancionador a una segunda inmobiliaria por prácticas abusivas.

Añadió esta mujer, sin embargo, que consideraba que ambas partes habían salido beneficiadas durante el tiempo que duró el acuerdo. El peluquero puntualizó que la propietaria “ni siquiera se disculpó”, lo que aumentó su malestar y condujo a una ruptura de la confianza entre ambos.

Denuncias cruzadas

Ante estos hechos, el afectado interpuso una denuncia penal contra la propietaria y comenzó a buscar un nuevo local en el que trasladar su actividad profesional, al sentirse estafado tras tantos años abonando una cantidad por un derecho inexistente.

La propietaria del local y supuesta dueña también de la plaza de aparcamiento niega las acusaciones a través de su abogado, rechazando cualquier responsabilidad. Considera además que se trata de un caso de difamación y ha advertido de que también se reserva el derecho a iniciar acciones judiciales tanto por la vía civil como por la penal.

Ahora mismo, el caso está pendiente de resolución judicial, tanto por las reclamaciones económicas del alquiler de la plaza de aparcamiento como por las acusaciones cruzadas entre las partes. Las pruebas ponen todo a favor del peluquero, pero la mujer que indebidamente ha ganado 17.000 euros no está dispuesta a ponerlo fácil.