Comprar un piso con piscina cuesta un 91% más: un ‘lujo’ que dispara el precio de la vivienda en España

Refrescarse en verano será un privilegio en ciudades como Barcelona, Teruel o Valencia, donde el sobrecoste por tener esta comodidad en casa supera ampliamente la media nacional

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Vista de una urbanización con
Vista de una urbanización con piscina comunitaria en Seseña, Toledo (Guillermo Martínez / Reuters)

El atractivo de un piso con piscina gana terreno en el contexto actual, marcado por veranos con intensas olas de calor. Sin embargo, la posibilidad de acceder a esta comodidad resulta limitada: solo el 34% de los pisos en venta en España dispone de piscina, según datos de Idealista. Los cuales revelan, también, que esta característica supone un sobrecoste medio del 91% -casi el doble- respecto a las viviendas que no tienen esta comodidad, un porcentaje que varía de manera significativa entre las distintas capitales del país.

Según el estudio realizado por el portal inmobiliario, adquirir una vivienda con piscina se traduce en un importante esfuerzo económico adicional para los compradores. Barcelona destaca como la capital donde el sobreprecio alcanza el mayor porcentaje del país, con un incremento del 163% respecto a los pisos que carecen de este extra. Tras la ciudad condal, figuran Teruel, donde el precio es un 147% más alto, seguida de Lleida (118%), Ceuta (112%) y Valencia (110%).

Grandes diferencias por ciudades

El sobreprecio asociado a las piscinas mantiene valores elevados en varias capitales de provincia. En Santa Cruz de Tenerife el coste adicional es del 96%, seguida por Toledo y Palencia (ambas con un 94%) y Burgos (91%). Málaga y Córdoba se sitúan por debajo de la media, con un 89% y un 83% de sobrecoste, respectivamente. La lista prosigue con porcentajes destacados en ciudades del litoral como Tarragona (80%) y ciudades del norte como Santander y León (77% en ambos casos).

No obstante, las diferencias no se reparten de manera uniforme. Existen mercados donde el impacto de la piscina sobre el precio es considerablemente menor. En Madrid, disponer de piscina representa un precio un 14% mayor, mientras que en San Sebastián la diferencia es del 23% y en Sevilla del 37%.

En el extremo opuesto, algunas capitales presentan incrementos negativos. Así ocurre en Salamanca, donde el estudio detecta un descenso del 11% en el precio de los pisos con piscina, y en A Coruña, donde la diferencia a la baja es del 24%.

Idealista apunta que las grandes diferencias observadas entre Madrid y Barcelona encuentran explicación en el modelo urbanístico de las últimas décadas. Mientras Madrid ha visto proliferar nuevos desarrollos residenciales con zonas comunes y piscinas, la limitación geográfica en Barcelona y su proximidad a la playa han condicionado el escaso crecimiento de este tipo de proyectos.

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Disponibilidad de piscina, datos por capital

El porcentaje de pisos en venta que cuentan con piscina también varía de forma significativa según la ciudad. Alicante encabeza el ranking nacional, con un 37% de las viviendas anunciadas dotadas de esta comodidad. Málaga se sitúa en segundo lugar, con un 31%, seguida por Palma (23%), Ciudad Real (19%) y Logroño (17%).

En otras ciudades de referencia como Barcelona, tan solo el 6% de los pisos ofertados dispone de piscina, mientras que en Madrid, el porcentaje se sitúa en el 12%.

El análisis identifica una presencia prácticamente residual de piscinas en varias provincias. Las ventas de pisos con piscina no alcanzan el 1% del producto disponible en ciudades como Soria, Huesca, Ceuta, Palencia, Lugo, Cádiz, León, Oviedo, Pamplona y Huelva. En Vitoria, Bilbao, Pontevedra, Ourense y Zamora, el peso de los pisos con piscina resulta estadísticamente insignificante.

Repercusiones en el mercado

El sobrecoste derivado de contar con piscina refleja, en términos de mercado, una preferencia creciente entre los compradores por viviendas con esta comodidad, frente a un parque inmobiliario que, en la mayoría de las capitales, sigue mostrando una oferta limitada. La climatología, los hábitos de vida y la configuración urbanística resultan factores determinantes en las diferencias de precio y disponibilidad detectadas en el territorio nacional.