Una enfermera que lleva 36 años trabajando pierde una fortuna al colapsar su fondo de jubilación: “Son todos los ahorros de mi vida”

“Temo por mi futuro. Por mi edad, es muy poco probable que ahorre lo suficiente para jubilarme”, lamenta esta mujer

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Kathryn Shannon y los pasillos
Kathryn Shannon y los pasillos de un hospital.

Kathryn Shannon, enfermera residente en Perth, Australia, ha vivido las consecuencias del colapso de su fondo de jubilación tras 36 años de trabajo, informa Daily Mail. Durante su carrera, decidió incrementar de forma voluntaria sus aportaciones a su fondo de pensiones, que gestionó a través de un sistema autogestionado, conocido en Australia como self-managed super fund. En total, acumuló 460.000 dólares australianos, equivalentes a aproximadamente 277.000 euros, que representaban casi todos sus ahorros, puesto que no posee vivienda en propiedad.

El fondo elegido por Shannon fue el Simple Super Fund, gestionado por la entidad Australian Fiduciaries Limited, una compañía de gestión de inversiones con sede en Brisbane. Mediante este sistema, Shannon y otros inversores confiaron sus recursos para la jubilación. Esta gestora atrajo, desde febrero de 2020, inversiones por un total de 160 millones de dólares australianos (alrededor de 96 millones de euros) procedentes de unos 600 ciudadanos australianos, en su mayoría mediante fondos de pensiones autogestionados.

Shannon, que únicamente interrumpió su carrera profesional por el nacimiento de sus dos hijos, realizó la transferencia de todos sus fondos ahorrados a dicho sistema, convencida de que ese sería el soporte económico para su jubilación.

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“No sé cómo ha podido pasar”

Durante años, no se detectaron problemas públicos en la operativa del fondo. Sin embargo, en septiembre de 2023, Australian Fiduciaries suspendió la distribución de participaciones en sus productos de inversión. Dos meses antes de esta medida, Simple Super Fund perdió su número empresarial australiano, por lo que dejó de estar reconocido oficialmente como fondo de pensiones autogestionado vinculado a la Agencia Tributaria australiana.

En junio de 2025, la Comisión Australiana de Valores e Inversiones (ASIC) intervino formalmente y solicitó al Tribunal Federal la designación de administradores independientes para Australian Fiduciaries Limited, la sociedad matriz de Simple Super Fund. La iniciativa de la ASIC estuvo motivada por la preocupación en torno a la gestión de los fondos y la sospecha de posibles conflictos de interés y prácticas engañosas hacia los inversores.

En ese contexto, cientos de afectados, entre ellos Shannon, se encontraron con que sus ahorros vitales estaban en riesgo. “No sé cómo ha podido pasar. Nunca imaginé que tuviera que enfrentar problemas con algo que se supone que es tan sencillo como el sistema de pensiones”, afirma Shannon sobre el momento en que toma conciencia del hundimiento de su fondo.

Dólares australianos. (Reuters)
Dólares australianos. (Reuters)

A finales de julio de 2025, el tribunal designó oficialmente como liquidadores a Terry van der Velde y Matthew Hudson, de la firma SV Partners, para administrar los activos restantes de la gestora y analizar las posibilidades de recupero. Al mismo tiempo, la ASIC anunció que la investigación se centra en el control de los conflictos de interés, así como en la posible captación engañosa de fondos privados de ciudadanos para productos autogestionados.

Su jubilación, comprometida

Preocupada por su futuro y el de otros inversores perjudicados, Shannon cursó en julio una reclamación ante la Autoridad Australiana de Reclamaciones Financieras. Desconfía de la posibilidad de recuperar su dinero: “Temo que, sin la intervención del gobierno federal, ni yo ni ninguno de los otros 600 inversores minoristas que confiamos nuestro ahorro a Australian Fiduciaries recuperaremos nuestro dinero”.

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Además, lamenta el momento vital en el que se produce este revés económico: “Ahora tengo dudas y temor por cómo será mi futuro. Por mi edad, es muy poco probable que logre ahorrar lo suficiente para jubilarme”.

Este caso se produce en un contexto nacional de creciente preocupación por la seguridad de los fondos de pensiones autogestionados en Australia. Más de 6.000 australianos se han visto afectados por la caída de distintas gestoras similares, entre ellas First Guardian Master Fund, lo que ha generado un debate sobre la robustez y control del sistema, especialmente para quienes, como Shannon, han dedicado toda su vida laboral a garantizar una jubilación segura y ahora se encuentran en situación de máxima incertidumbre económica.